Roberto López alerta: Si reviven el espíritu de Montecristi, nos irá peor

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12 min readFeb 24, 2018

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EL CONSTITUCIONALISTA ROBERTO LÓPEZ ANALIZA LAS FALENCIAS LEGALES QUE PERSISTEN EN LOS FUTUROS CAMBIOS QUE SE APLICARÁN DESPUÉS DE LA CONSULTA POPULAR. LÓPEZ ADVIERTE LOS RIESGOS DE CONTINUAR EN EL MISMO RUMBO DE LA ANOMIA, LA AUSENCIA DE LEY, QUE TAMBIÉN FUE CARACTERÍSTICA ESENCIAL DEL CORREÍSMO.

Lenin Moreno envió a la Asamblea el proyecto de ley para establecer el Consejo de Participación de Transición. ¿Cuál es su primera impresión de lo planteado por el Ejecutivo?

Primero quiero resaltar -y felicito al presidente Moreno por eso- que la Constitución establece que las leyes deben tener exposición de motivos. Y este proyecto los tiene. La Constitución también establece una sanción para aquellas leyes que no tengan exposición de motivos y esta consiste en que no se tramitará. Pero resulta que la Asamblea ha tramitado leyes sin exposición de motivos durante 10 años del correísmo. La sanción establecida en la Constitución es que la norma aprobada de esta manera carece de eficacia jurídica. Eficacia es efecto, es decir la deja sin efecto. Entonces, las leyes que el país ha aprobado durante una década son inconstitucionales.

¿Hemos vivido una ficción de Estado de Derecho?

Peor que en una tribu africana. Esto el diccionario lo define como anomia, quiere decir ausencia de ley. No tenemos leyes. Ojalá el Contralor lea esto y les inicie una glosa por los USD 600 millones de nuestros impuestos que han desperdiciado, a todos los asambleístas que votaron para aprobar estas leyes sin exposición de motivos, con repetición. ¿Por qué es importante la exposición de motivos? En España, el Rey mandó una ley para prohibir fumar en sitios públicos y el sector hotelero inmediatamente comenzó una campaña contra la ley, haciendo un análisis que decía que esa ley les iba a representar el 15% menos de utilidades anuales. Pero en la exposición de motivos, no es que el Rey decía que manda la ley porque es el Rey. Nada de eso. El Rey puso que el 70% de casos de cáncer se producen en los fumadores pasivos por el humo del cigarrillo. Ese es el fundamento de la ley. Es decir, yo no hago la ley porque soy el dueño del país. La hago porque hay una razón: defender a la ciudadanía. Por eso pido al Contralor que glose a los asambleístas que votaron a favor de leyes que no tienen exposición de motivos, con derecho de repetición. Y si no tienen dinero para pagar, que comiencen a devolver las haciendas, las casas, que tampoco tienen como justificar.

Vamos a lo de fondo del proyecto, más allá de la exposición de motivos.

Es que hay otro problema: la Constitución también dice que la Asamblea tendrá Comisiones especializadas de carácter permanente. Estos señores no se enteran de las cosas, no sé en que mundo viven y crean una Comisión ocasional. Lo ocasional, lo temporal, lo transitorio, se opone a lo permanente. Son conceptos que colisionan. ¿Qué hace la oposición en una Comisión que viola la Constitución? ¿Por qué una Comisión ocasional si hay una Comisión de Participación Ciudadana? Las Comisiones se crean para tratar asuntos que son de su competencia.

Esa Comisión de Participación Ciudadana, por cierto, fue la única captada por la oposición en la Asamblea.

De verdad. Aquí no se usa la cabeza para pensar, sino para usar el sombrero. Además, sí tienen fundamentos para reestructurar las comisiones, ahora que se separaron los correístas. Tienen que hacer una resolución argumentando que el partido de gobierno ha sufrido una masiva desafiliación y eso ha cambiado las fuerzas políticas, lo que motiva cambiar las Comisiones de acuerdo a la realidad. Tienen la mayoría, tienen los votos para hacer eso. Pero aquí no. Nos vamos por el camino de las tribus africanas, en vez de arreglar las cosas. Por hacer las cosas rápido, las hacen mal, y eso va a ocasionar que la voluntad popular caiga en el basurero de la inconstitucionalidad, al ser tratadas por comisiones ocasionales que están prohibidas en la Constitución.

¿Esa inconstitucionalidad puede ser declarada en cualquier momento, más adelante?

Pero hasta que eso suceda, el problema es otro: que todavía tenemos todas las autoridades correístas y han pasado nueve meses. Si hubiéramos hecho lo que yo decía, en dos días nos deshacíamos de todos con la convocatoria a la Asamblea Constituyente, en cuyo mismo decreto se enviaba a esta gente a su casa. Mientras tanto, esos cargos quedaban encargados, como Pablo Celi en la Contraloría.

“Todavía tenemos todas las autoridades correístas y han pasado nueve meses. Si hubiéramos hecho lo que yo decía, en dos días nos deshacíamos de todos con la convocatoria a la Asamblea Constituyente”

En resumen, usted sostiene que está comenzando mal la aplicación de los resultados de la Consulta Popular.

Pésimo. Yo no aspiro y detesto los cargos públicos, pero ojalá pueda hablar con el presidente Moreno para decirle que sus abogados lo están asesorando muy mal. Ahorita se anotaron un poroto poniendo la exposición de motivos en la ley, pero no es suficiente, porque pretenden reformar una ley inconstitucional.

Usted está por la convocatoria a una Asamblea Constituyente pero apoyó el Sí en la Consulta Popular.

No he terminado. Esto de nombrar un Consejo de Participación transitorio y después uno permanente, nos está llevando por el despeñadero.

¿Y eso por qué? ¿Es inconstitucional como pregonó Correa?

No, no es por eso. El problema de Correa es que no entiende que el sistema presidencial es un sistema de separación de poderes. No entiende de la independencia de los poderes. Eso es demasiado complicado para él, no le da el cerebro. Ahora le respondo a usted: ¿Por qué esto nos lleva por el camino equivocado? Si usted coge el mapa de los todos los presidencialismos del planeta, va a encontrar que el procedimiento en materia de designación de autoridades es un acto político. Y aquí decimos que hay que despolitizar los nombramientos de los órganos de control. Todos los sabios del país sostienen eso. Y lo dijeron también en la Constituyente del 98.

“Un diputado redacta leyes y el filtro que debería pasar un señor de estos es sentarse frente a una cámara de televisión y responder preguntas como esta: ¿Cuál sería la forma de estatuir el derecho a la libertad? ¿Cómo lo redactaría usted?”

En el 98 a nadie se le ocurrió crear un Consejo de Participación Ciudadana, un Quinto Poder.

No, no. Pero ese Quinto Poder es una barbaridad, porque significa quitarle la la naturaleza política. Y político es gobierno, por eso el Ejecutivo es la función política. El esquema presidencial es tan sencillo que nos da la oportunidad de votar por dos clases de representantes: el presidente de la República y los legisladores. Ambos nos representan a los ciudadanos. Yo voto por ti, Lenin Moreno, para que gobiernes, y voto por ti, asambleísta, porque quiero que me representes en el órgano legislativo. Y en ellos confío, inclusive en las designaciones que realicen.

¿El sistema presidencial no es el malo sino quienes lo aplicaron?

Porque lo aplicaron mal. La jueza Sonia Sotomayor, latina, negrita, está sentada en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Yo ví el procedimiento para su designación. Se sentó en el Congreso y la desnudaron sobre todo lo que había hecho durante su vida, delante de las cámaras. Y esta mujer se defendió tan bien…la cuestionaron respecto a que ella dijo un día ante un grupo de mujeres que una latina, negrita, tenía muchas más dificultades en llegar a la Corte Suprema que una anglosajona, rubia, ojos azules, llegando a discriminarlas por eso. Ella respondió que daba una charla de superación a mujeres latinas y tenía que explicarles la diferencia de posibilidades que tienen una mujer latina versus una norteamericana. Tenía que hacerles ver la realidad y en eso no hay discriminación, porque es mi opinión, pero hay discriminación en la sociedad. Bueno, Sotomayor fue designada magistrada de la Corte Suprema de los Estados Unidos, con los votos de la bancada de oposición.

Los mismos que la cuestionaron, terminaron votando por ella.

Exactamente. Esa es la forma de elegir autoridades. Veamos, un diputado redacta leyes y el filtro que debería pasar un señor de estos es sentarse frente a una cámara de televisión y responder preguntas como esta: ¿cuál sería la forma de estatuir el derecho a la libertad? ¿Cómo lo redactaría usted? Y si el tipo responde que la regulación del derecho a la libertad debe comenzar con una frase que diga “todos somos libres de hacer lo que la ley no prohibe”, se le dice, pase señor, usted es capaz de identificar la materia, redactarla de forma concisa y está capacitado para redactar leyes. Un examen de este tipo no lo pasan ni cinco asambleístas aquí.

Una Asamblea que deja mucho que desear.

¿Qué es lo que ha fallado en el Ecuador para que ahora se grite “hay que despolitizar el nombramiento de los órganos de control”? Son tres fases. El presidente nomina, la segunda fase es el control que hace el Congreso y la tercera, la nominación con los nombres ya aprobados por el Congreso y la designación la hace el Ejecutivo.

El filtro es el Congreso, la Asamblea.

El acto de control sobre la designación está en el Congreso, porque usted votó por los congresistas o asambleístas y también votó por el Presidente, para crear un equilibrio de poderes.

Nuestro problema acá fue el filtro, que se dedicó a negociar para pasar nombres.

Entonces el problema no era el procedimiento, sino que había que limpiar el filtro. Yo lo viví: “hermano, estás en la terna para Contralor. Verás que yo soy el abogado de la concesionaria, si tú me respetas el contrato, voto por ti”. Otro caso: “hermano, estás en la terna para la Corte. Pero ahí tengo un juicio, si me apoyas tienes mi voto”.

¿Usted cree que eso ha cambiado ahora?

No, pero lo que digo es que el diagnóstico está equivocado en eso de despolitizar. Esto es un acto político, un acto de gobierno. Lo que hay que hacer es establecer los mecanismos para que el procedimiento de control no opere como operó siempre aquí, sino que se haga como se hace en Estados Unidos.

¿Y eso depende de a quienes elegimos?

Eso depende de lo que establezcamos en las normas, en la Constitución y en una ley especial, que digan, por ejemplo: “Quienes son nominados renuncian, durante todo el proceso de selección, a su derecho de intimidad, autorizando a que se hagan públicas todas sus conversaciones, llamadas, todas sus reuniones deberán ser comunicadas.

¿No es una exageración aquello?

El que quiera servir al país, que renuncie, haga este sacrificio por seis meses -tiempo del proceso de selección- y suspende sus derechos constitucionales. El que no tiene nada que esconder, no debe tener problema en hacerlo. Allí se acabaron las llamadas para negociar. Otra norma: ¿Usted quiere ser asambleísta? Perfecto, hay que incluir una norma que estipule que todo acto de la Asamblea -y también de la presidencia- que cause un daño social, tendrá que ser auditado y glosado por la Contraloría. Si una política de Estado, que define un patrón de comportamiento, ha causado un daño social -como la política de combate a las drogas- y ahora tenemos drogadictos de siete años, traducido esto a cifras ha provocado un daño social y económico millonario que los responsables tendrán que devolver. Ya verán de donde sacan el dinero para pagar a las víctimas de estas políticas.

“Quien realmente está detrás de los cambios sociales es la ciudadanía. A los políticos solo les interesa los temas que los hacen parecer buenos y que dan votos. Pero eso no es suficiente”

Suena tan utópico eso en nuestro país en el que no se sanciona ni a quienes han saqueado los fondos públicos.

No es tan utópico si se hace la norma constitucional y se crea una ley de veeduría ciudadana. Quien realmente está detrás de los cambios sociales es la ciudadanía. A los políticos solo les interesa los temas que los hacen parecer buenos y que dan votos. Pero eso no es suficiente. Tiene que haber una sanción para quien nos hizo ese daño y de esa forma a otro ya no se le ocurre lo mismo. Eso se hace en una Constituyente.

El asunto es que una Constituyente se sigue viendo lejos en el tiempo, por ahora.

¿Qué vamos a hacer con diez años de leyes inconstitucionales? ¿Qué vamos a hacer para que esta ley que ahora ha enviado Lenin Moreno para que se respete la voluntad popular, no termine siendo inconstitucional? Eso solo lo puede arreglar una Constituyente. Pero volvamos al sistema. En todo el planeta funciona el presidencialismo y los únicos genios que queremos inventar la pólvora somos los ecuatorianos. En ningún país existe el Consejo de Participación Ciudadana, solo aquí.

Ahora se elegirá un Consejo de Participación por voto popular. Con la novedad que será el CNE el filtro de los candidatos.

Eso destruye la noción de representación política del ciudadano. Cuando un ciudadano vota por un presidente y asambleístas para que estos designen las autoridades, les confiere ese poder. Al poner estos señores del Consejo, el gobierno destruye el sistema. Tenemos que volver al sistema que utilizan todos los países, que nosotros seamos los genios y todo el mundo esté equivocado.

“Lo que los políticos no dicen y yo sí puedo decir es que el pueblo se equivoca. Todas las leyes que hizo Hitler para dejar establecida la superioridad racial, para asesinar judíos, todas esas leyes las sometió a referéndum”

Para eso hay que empoderar la función Legislativa, tan venida a menos durante el correísmo.

Por supuesto. Pero estableciendo controles. Hoy, contamos con tecnología que resulta una aliada contra la corrupción. Y utilizarla también para seguir la ruta del dinero, que parece que aquí a nadie le interesa.

Lo cierto es que tendremos consejeros electos por el pueblo, igual que los asambleístas.

Ya no habrá diferencia. Pero el procedimiento es una barbaridad, porque el nombramiento de las autoridades de gobierno es un acto de gobierno.

¿Todo esto que usted critica no está salvado por el voto popular?

Entonces elijamos a todo el mundo por votación. Politicemos todo. Lo que los políticos no dicen y yo sí puedo decir es que el pueblo se equivoca. Todas las leyes que hizo Hitler para dejar establecida la superioridad racial, para asesinar judíos, todas esas leyes las sometió a referéndum. Hitler fue el campeón de las consultas populares. En Argentina hubo un dictador, Rosas, que hacía lo mismo. Los pueblos se equivocan porque los inducen a equivocarse. Aquí las consultas son una burla al pueblo. No me vengan a decir que aquí gana la voluntad del pueblo, aquí gana la voluntad de quien hace las preguntas.

¿El objetivo no era desmantelar el correísmo? ¿No se lo consiguió con los resultados obtenidos?

Parcialmente. A Correa hay que encerrarlo tras los barrotes de una cárcel para siempre, por todo lo que ha hecho. Y parcialmente se ha tocado eso en la pregunta uno, la más importante de todas. La otra pregunta le impide reelegirse para presidente, pero el señor puede lanzarse para asambleísta como primero de la lista, sacar la más alta votación y convertirse en el próximo Pepe Serrano. Y usted sabe que en el sistema tradicional el Ejecutivo y el Legislativo están a la misma altura. Entonces, la pregunta uno es la que realmente lo va a sacar del mapa político a Correa.

Siempre y cuando exista un Fiscal con la predisposición a investigar a todos.

Exactamente. Y ahí es otra reforma constitucional que hay que hacer. En el año 2000 la acción penal no era exclusividad del Fiscal, cualquier ciudadano podía poner una denuncia. Esa potestad debe volver al ciudadano, con la responsabilidad correspondiente, por supuesto. Hay que devolverle al pueblo el ejercicio de la acción penal. Si el fiscal Baca no lo hace, bueno, que se siga ganando el sueldo así, pero nosotros, los ciudadanos, presentamos la acusación particular.

El gobierno dice que con todo esto se pretende revivir el espíritu de la constitución de Montecristi.

Es que donde reviven el espíritu de Montecristi nos va peor, y eso se da por los pésimos asesores jurídicos que tiene el presidente Moreno. El presidente no puede tomar decisiones buenas sin la asesoría adecuada. Yo no ando buscando cargos públicos pero me gustaría reunirme con el presidente para decirle que use la Constitución como un instrumento de desarrollo y así atraer inversiones. Como hemos dado señales de locura durante diez años, ahora hay que dar señales de cordura. Necesitamos una nueva Constitución para buscar el desarrollo. ¿Por qué la gente no quiere otra Constituyente? Porque Montecristi fue un circo, allí propusieron la soberanía sexual, se inventaron la soberanía alimenticia, que no existe. La soberanía es un concepto político, el poder o supremacía en un pedazo de tierra para tomar decisiones.

Usted no apoya para nada resucitar el espíritu de Montecristi.

Al espíritu de Montecristi hay que incendiarlo.

Marlon Puertas

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