Ruth Hidalgo: La consulta es válida y un desafío para el presidente Lenin Moreno

FocusEcuador
Focus News Ecuador
Published in
13 min readNov 12, 2017

RUTH HIDALGO, VOCERA PRINCIPAL DE LA ORGANIZACIÓN PARTICIPACIÓN CIUDADANA, EXPLICA LAS RAZONES POR LAS QUE APOYA LA CONVOCATORIA A CONSULTA POPULAR HECHA POR EL PRESIDENTE MORENO. ES NECESARIO HACERLO PARA COMENZAR LA REESTRUCTURACIÓN DE LOS ORGANISMOS DE CONTROL, VICIADOS POR LA FALTA DE INDEPENDENCIA EN EL CORREÍSMO, ASEGURA. TAMPOCO SIGNIFICA UN CHEQUE EN BLANCO PARA LENIN MORENO, RESPONSABLE DE NO DEFRAUDAR AL PAÍS CUANDO DESIGNE UN CONSEJO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA TRANSITORIO, QUE TENDRÁ UN GRAN PODER.

Primero, háganos un balance de lo que ha sido esta Quinta función del Estado, creada en la Constitución de Montecristi, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. El presidente Moreno ha dicho que no ha satisfecho para nada las expectativas ciudadanas que existían y por eso justifica la pregunta que incluyó en la Consulta Popular para reemplazar a los actuales integrantes.

Tengo que decir que la organización Participación Ciudadana participó como veedor oficial en la construcción de la Constitución de Montecristi. Hasta llegamos con nuestra propia propuesta hasta la mesa 2 de la Constituyente, que era la de Participación Ciudadana. Estuvimos presentes en todo este proceso interesante de formación del Quinto Poder, por eso podemos hablar con cierta autoridad de lo que nos consta y lo que vimos. Y en ese momento la discusión giraba en cómo eliminar las manos de la política en la designación de los órganos de control. Estos órganos de control no eran independientes, respondían a una visión ideológica o política y eso había hecho que la democracia ecuatoriana se vaya decayendo, entre en un proceso de crisis. Por eso se puso en discusión en el tapete, generar un quinto poder, integrado por varios organismos, que iba a ser el encargado de organizar los concursos para la designación de los órganos de control. En lo ideal, al principio, a nosotros nos parecía lo correcto esta idea, porque parecía un espacio válido para que no haya injerencia de la política. Conforme se fue dando cuerpo a la creación de este Consejo de Participación Ciudadana, aparecieron nuestras primeras preocupaciones. La primera de todas fue el origen de estos personajes que iban a integrar el Consejo, de dónde iban a venir, quien los iba a nominar y, sobre todo, a quien iban a representar realmente. Después vino el tema de a quien rinden cuentas, eso nos preocupó bastante. No había un proceso claro en donde ellos tenían que someterse a un escrutinio público.

Ustedes advirtieron en el momento de la discusión de la creación del Quinto Poder, lo que se podía venir.

Fue interesante, de parte de una organización como la nuestra que ya lleva 16 años. De hecho, tenemos varios documentos analizando el tema y el rol que el Consejo de Participación Ciudadana iba a tener en el futuro. Y los peligros que en determinados momentos podían presentarse. Y uno de los peligros que identificamos fue que, si en determinado momento, el Consejo de Participación Ciudadana se contaminaba con manos políticas, iba a cumplir un rol completamente diferente al espíritu que lo inspiró. Y que ese riesgo era muy alto, básicamente porque basta regresar a ver la historia política de nuestro país. Los políticos tienen la tentación de controlar las cosas, eso es así. Yo no he conocido ningún político que no haya tenido la tentación de tener y controlar el poder, eso no existe. Y alertamos que si es que se cola en el organismo esta intencionalidad política, el organismo dejaba de ser ciudadano y comenzaba a tener una agenda política de sus actuaciones.

¿Qué dijeron los constituyentes en el momento que ustedes alertaron de esto?

Dialogamos ampliamente, Simón Pachano elaboró un documento observando estos peligros, que era un espacio sin representación popular, que no representaba a nadie. Nosotros creemos que la participación ciudadana tiene que estar en el pueblo. Es un derecho que tiene que quedarse en el pueblo. Después, ya vimos los primeros procesos de designación -nosotros hemos sido observadores en casi todos- como la integración del Consejo Nacional Electoral, designación de Contralor, de Fiscal…

¿Qué pasó con los primeros concursos, también encendieron las alertas, detectaron que algo no marchaba bien?

Me gusta relevar también la parte positiva, para ser objetivos. Nos pareció positivo que los concursos sean de oposición y méritos, con impugnación y con veedurías ciudadanas. Eso nos pareció un avance, que lo veníamos pidiendo hace años. ¿Qué pasó después? Vimos que en los instructivos para las nominaciones de candidatos, habían defectos como el hecho que se acepten a ex candidatos y militantes de partidos políticos. En ese momento se nos prendió la alerta más grande del peligro que nosotros advertimos cuando estábamos discutiendo la conformación del Consejo de Participación. Dijimos que el momento que usted pone en el reglamento la facilidad de poner a un ex candidato o un militante de un partido político, es dejar abierta la puerta o la posibilidad de que se contamine con las manos políticas, sin decir que la política es mala. No se podía permitir el acceso a miembros de partidos políticos si se quería erradicar esta contaminación, porque iba a pasar lo que terminó pasando.

“No se podía permitir el acceso a miembros de partidos políticos al Consejo de Participación Ciudadana si se quería erradicar esta contaminación política, porque iba a pasar lo que terminó pasando”

Y eso se lo hizo con la letra pequeña, en el instructivo.

Sí. Y además se aceptó en el instructivo que puedan postularse funcionarios públicos, cosa que también observamos en su momento. Lo vimos mal porque si una persona está pagada por un régimen, sea de izquierda o derecha, después se postula para un cargo, es obvio que va a tener su adhesión psicológica, gratitud o línea política, lo que sea, su afinidad al gobierno del cual viene recibiendo su salario. Lo ideal hubiera sido restringir esos espacios para evitar que las manos políticas ingresen. El momento en que eso ocurra, se iban a contaminar los procesos. E íbamos a terminar con políticos, no técnicos, en los espacios de los organismos de control. Y ahora usted encuentra en los discursos de las autoridades de organismos de control, que son militantes. ¿Qué se espera de un Contralor? Que tenga la capacidad de responder de una manera técnica, sin bandera ni color político y desde el apuntalamiento de la ley y, sobre todo, de la independencia. De lo contrario, todo se vuelve en un toma y daca de favores políticos que mal le hacen a la democracia y mal le hacen al país.

Que bueno que usted recuerde todas las acciones y advertencias que plantearon en su debido momento, porque ahora la presidenta del Consejo de Participación, Raquel González, le reclama a la sociedad, a sus organizaciones ciudadanas, que nunca se quejaron, nunca protestaron o impugnaron procesos o concursos.

Lo bueno es que la propia Ley de Participación Ciudadana establece que cuando hay veedurías, se tienen que emitir informes. Allí están los informes. En todas las designaciones de los organismos de control en los cuales nosotros hemos participado como veedores, usted va a encontrar nuestros informes, de avance y finales. Informes técnicos, objetivos, porque somos técnicos. Ponemos que esto hemos encontrado y esto sugerimos. Y reiteramos que estas situaciones se hubieran podido subsanar, si es que tuviésemos reglamentos mucho más estrictos que evitarían la contaminación política en la designación de los órganos de control. A la presidenta y otros miembros del Consejo, les digo que esto no es una crítica personal, ellos lo han tomado como un ataque personal, esto es una crítica al sistema. Y después de 10 años de haber visto este proceso, después de haber visto como fue electo el ex Contralor, donde no necesito ser más explícita porque la opinión conoce lo que ha pasado, el Contralor con el puntaje histórico más alto, 100 sobre 100, que ahora está fugado, el responsable de cuidar los recursos públicos, todos los dedos lo acusan casi como el articulador de las coimas, lo que es terrible para la ética y para la democracia. Después de haber visto eso, tenemos los indicadores. Cuando se introduce una nueva idea, se le pone a prueba, al ser la primera vez. Con la base de indicadores claros, se le puede hacer una valoración técnica, no es nada personal. Y después de haber visto estos temas, hemos llegado a la conclusión, y es algo que sectores ciudadanos han dicho este tiempo, es que no hay autoridades independientes. Se lo viene diciendo, no de ahora, desde hace años. Por eso vemos la necesidad de volver a repensar el rol del Consejo de Participación. ¿Cómo hacemos para quitarle las manos políticas a esta organización?

¿Sin necesidad de matar el Consejo de Participación, de eliminarlo?

Claro, puede ser sin matarlo. Puede dedicarse a la fiscalización y a la promoción ciudadana, que son sus competencias establecidas en la Constitución, que es muy generosa en ese sentido. Con esa Constitución, el país debería estar plagado de veedurías, de iniciativas de control social, de observación. Y ese rol le pertenece al Consejo. La herramienta democrática para resolver esto es la Consulta Popular.

Hay quienes dicen que el vicio se da desde el origen, porque es el Estado, sus autoridades, los que nominan a quienes van a integrar el Quinto Poder. Y que, mas bien, ese rol debería hacerlo la sociedad, las organizaciones ciudadanas. Piden que haya un vuelco en ese sentido.

En principio, así debería ser. Me permito citar como experiencia interesante la chilena. En Chile hay algo similar al Consejo de Participación y llegan a sus puestos por votación popular. Ellos han tenido también un proceso de aprendizaje porque no existen ni las democracias ni los sistemas perfectos. Se trata de estar lo más apegados a los principios de independencia en la conformación de los órganos de control. Y ni así, nadie garantiza, que en algún momento, una persona se va a contaminar de un interés político. Pero allí está el reto de quienes tienen en sus manos la operación de estas herramientas, de desarrollar un mecanismo eficaz para conseguir los objetivos.

“Me permito citar como experiencia interesante la chilena. En Chile hay algo similar al Consejo de Participación y llegan a sus puestos por votación popular. Ellos han tenido también un proceso de aprendizaje porque no existen ni las democracias ni los sistemas perfectos”

¿En Chile, este Consejo es el que designa a las autoridades de control?

Sí, pero además tienen a su cargo los temas en la lucha contra la corrupción. Ellos pueden pedir reportes en el momento que lo consideren oportuno, por ejemplo, si tienen alguna duda en las compras de farmacéuticos en el Ministerio de Salud. Tienen esa potestad para iniciar procesos de investigación. Y lo importante es que no responden a un interés político, ni al presidente ni a los otros partidos. Por eso es importante que nos planteemos nuevas estrategias y herramientas para dejar por fuera a las manos políticas.

El problema es que todo esto nos coge en un momento en que la estructura social, sus organizaciones, están golpeadas, debilitadas, después de 10 años de permanentes ataques del correísmo. Primero habrá que rehabilitarlas, revivirlas, para que puedan cumplir su rol.

Esa es una realidad triste pero cierta. Atravesamos una década de ataque permanente a las organizaciones de la sociedad civil, que fueron desde la incomprensión del rol que cumplen estas organizaciones. Nosotros hemos sido agentes de cambio importantes porque hemos promovido la visibilización de ciertas temas que el Estado no observa en su visión más macro. Por ejemplo, el caso de los derechos GLBTI, la violencia sexual, la violencia doméstica, son temas que se denunciaron desde la sociedad. Entonces, es cierto, está debilitada la sociedad civil pero no hay que minimizar su capacidad de reorganizarse, hay liderazgos importantes que se han gestado estos últimos 10 años, a pesar del ambiente de obstáculos, liderazgos que bien podrían ahora salir a la luz. En este momento se abre una oportunidad importante de poder operativizar una herramienta efectiva que asegure la institucionalidad para Ecuador.

“Lo mejor hubiese sido cesar en las funciones a las autoridades designadas por este Consejo de Participación Ciudadana. Pero vemos que la pregunta recoge en términos generales lo que habíamos propuesto”

En los hechos, ¿la pregunta que plantea para la consulta popular Lenin Moreno respecto a la reorganización del actual Consejo de Participación, satisface las expectativas de ustedes? ¿O se la pudo haber planteado mejor, de otra forma?

Consideramos, dentro del campo de lo ideal, que lo mejor hubiese sido cesar en las funciones a las autoridades designadas por este Consejo de Participación Ciudadana. Y vemos que la pregunta recoge en términos generales lo que habíamos propuesto, pero se mantiene un Consejo de Participación Ciudadana de transición que será el encargado de valorar la gestión del antiguo Consejo y además la gestión de los órganos de control.

Y decidir, además, su continuidad o no.

Decidir su continuidad. Fíjese la importancia que va a tener este organismo de transición. Creemos que haber redactado así la pregunta responde a la consideración actual de que estamos en un periodo de transición y eso avoca a los gobernantes a tomar decisiones que apuntalan procesos a largo plazo. A veces no resulta tan fácil realizar cambios radicales. Hay que ver como se va articulando después. En ese Consejo de transición a mí me gustaría ver gente que provenga de la sociedad civil y gente conocida por su independencia. Ese es el reto. Así como están las preguntas, es un desafío hasta para el presidente. Él va a tener que demostrar cuan real es su voluntad política de limpiar el Consejo actual, escuchar lo que la ciudadanía ha venido pidiendo, y ojalá ese Consejo de Participación de transición vaya en esa línea, cumpla las expectativas. Lo interesante es que las consultas generan tal nivel de expectativas que no se puede jugar con ellas. A veces los ciudadanos piensan que con las consultas ya se van a resolver todos los problemas. Y no es así. La consulta es solo una herramienta, hay que verla así. Por eso el tema es delicado para el presidente, un reto para él que allí estén las personas correctas.

El mismo presidente se ha metido en esto, le estamos dando con la consulta, carta para que escoja a estas personas. Alguien decía que ojalá esas personas transitorias del Consejo no tengan el perfil de la Vicepresidenta transitoria, escogida también por el presidente.

Lo bueno de los procesos transitorios es que son transitorios. Son procesos momentáneos que preceden un cambio radical más positivo. En esa línea, a mí me gusta ver el medio vaso lleno, porque siento que luego de 10 años de tanta violencia política, se ha abierto un boquete importante de oportunidades que hay que tomarlas. Es importante tener esperanza.

“A mí me gusta ver el medio vaso lleno, porque siento que luego de 10 años de tanta violencia política, se ha abierto un boquete importante de oportunidades que hay que tomarlas. Es importante tener esperanza”

En cuanto a la integración del Consejo permanente, que será elegido en elecciones, organizaciones como la suya tendrán que cumplir un rol fundamental. Pero ahí todavía no está claro el perfil de los postulantes, solo se prohibe que pertenezcan a partidos políticos. Hay mucho que trabajar en eso.

De entrada, hay que revisar los reglamentos. Ningún aspirante al Consejo tiene que pertenecer a un partido político, me parece perfecto los 5 años que ha puesto el presidente como tiempo para no haber estado afiliado a un partido. Estaremos pendientes de ese reglamento para hacer observaciones. Tendremos que ver los parámetros de selección, si será a nivel nacional, si va a ser por circunscripción, si será una convocatoria que reúna a miles de participantes para siete puestos. O si están pensando en hacer una pre selección. Eso no se sabe, es un tema por decidirse.

Hay preocupados de que las elecciones de 2019 van a estar controladas por las mismas autoridades del CNE que lo hicieron este año y fueron tan cuestionadas.

Aparentemente sí, si la consulta es en enero se suspende el concurso de los vocales del CNE que ahora mismo está en marcha. Con lo cual nos quedamos con los actuales vocales. Este es un reto que tiene que asumir el Consejo Nacional Electoral para reivindicarse en todo aquello que fue criticado. Allí quedo pendiente la falta de control en publicidad oficial, como otros temas.

Así que nos tocará también dar un voto de confianza al presidente del CNE Juan Pablo Pozo.

Si es que el mismo presidente, habrá que hacer presión, no solo votos de confianza, son votos con condición dados en cuanto él de señales de querer trabajar adecuadamente, de ser un Consejo Electoral que no está al servicio de un partido político, que se olvide de las condecoraciones y recuerde que está al servicio del país.

Lo importante es que los ciudadanos no se desentiendan después de votar. Pareciera que ya cumplieron su obligación al votar, pero luego no dan seguimiento ni observación a las cosas que decidieron. Esa responsabilidad sigue siendo de la sociedad.

Ese es el desafío grande. Y me recuerda al desafío actual que tenemos: ¿cómo hacemos para ciudadanizar la consulta? Esta consulta tiene que ser ciudadanizada de la mejor manera posible. Allí hay que generar un círculo virtuoso, donde deben participar el Ejecutivo, como proponente, después el Consejo Nacional Electoral, organizador del proceso, y en tercer lugar, las organizaciones de la sociedad civil. Una preocupación nuestra es cómo el contenido de las consultas populares puedan ser traducidas en el lenguaje popular más simple posible para que la ciudadanía entienda y se involucre. La consulta es una oportunidad para ciudadanizar los temas, convencerlos a los ciudadanos que la democracia es un asunto de todos, que si no nos involucramos no va a cambiar el país y seguiremos siendo presas de los actores políticos. Hay que crear espacios, entre las familias, con los hijos, en el barrio, para conversar de estos temas, muchas veces el boca a boca funciona más que una campaña millonaria. Esperamos que este proceso sea el arranque de la generación de nuevas cosas hacia una democracia más plena y efectiva. Y habrá que entender que los procesos de transición requieren mucha generosidad de parte de todos nosotros.

Marlon Puertas

La entrevista completa en el siguiente enlace, grabado en los estudios de DemocraciaTV:

https://youtu.be/AOyBTUUESuA

--

--