Frustraciones de un diseñador: el diseño perdido

Raphael Sousa
Dogma
Published in
6 min readApr 26, 2022

¿Qué és la frustración?

Antes de entrar a fondo en la reflexión que les traigo, entendamos muy bien un concepto relevante para la misma: qué es la frustración. Según Google significa: 1. Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo; 2. Sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que esta imposibilidad provoca. Adicionalmente, según la RAE, y creo que es la definición que tiene más sentido para iniciar esa conversación es la 1. acción y efecto de frustrar o sentimiento de insatisfacción o fracaso. Empiezo con esa definición para tener un marco claro para lo que vamos a reflexionar en conjunto acá.

A lo largo de más de 10 años que llevo trabajando en consultoras y corporaciones, participando y liderando equipos de diseño desde el contenido y del rol, he identificado un factor que, desde mi mirada es uno de los que más impacta los diseñadores y les genera frustración, que es la de los “diseños perdidos”, o que simplemente nunca llegan a la mano de las personas/usuarios para los que dichos diseños fueron pensados. Para mi esa frustración tiene tiene dos vertientes: los marcos ágiles de trabajo y la búsqueda infundada de la perfección.

⚠️ Aquí les hago una invitación para que esta no sea una reflexión estática, sino que tú también puedas, como lector o oyente, contribuir con tu visión.

¿Cuál es el factor que más te genera frustración como diseñador/a?

La agilidad y su contribución para la frustración

El Agilismo de hoy hace con que, casi siempre, nos vayamos con soluciones mínimas (MVPs), lo que nos reta a pensar de forma atómica y minimalista, lo que según la 8va heurística Nielsen, si la pensamos desde una perspectiva más amplia, abstracta y estratégica, son buenas prácticas que debemos promover. Sin embargo, irnos siempre por ese camino tiene sus implicaciones en la manifestación y materialización del diseño orquestado por nosotros diseñadores, digo orquestado pues considero que el diseño moderno es una práctica que exige colaboración de personas de diferentes campos del conocimientos. En otras palabras, el diseño “ideal” pasa por diversas reflexiones de simplificación y equilibrio considerando tres ejes principales:

  1. El beneficio generado para los usuarios (deseabilidad)
  2. El impacto potencial para el negocio (viabilidad)
  3. El esfuerzo requerido para su desarrollo tecnológico (factibilidad)

donde se generan pequeñas piezas que serán desarrolladas de forma incremental para generar valor y aprendizaje. En este proceso, por más que se genere un consenso (agree & commit) colaborativo sobre la solución que se va materializar, también genera micro-frustraciones a lo largo del camino.

¿Qué más has encontrado en los procesos de diseño que participas que genera micro-frustraciones?

Diseño platónico vs diseño callejero: la búsqueda de la perfección

Hablemos ahora sobre el diseño platónico, la búsqueda de la perfección y el diseño callejero. El diseño platónico es el diseño idealizado — perfecto — desde la funcionalidad, usabilidad y estética. Podemos considerarlo, en entornos reales, como un diseño romántico y casi utópico ya que nunca podemos satisfacer simultáneamente todos los objetivos posibles para cualquier creación (considere el equilibrio entre los tres ejes previamente mencionados). Cada decisión de diseño cambia una idea de perfección por otra, en otras palabras, un diseño óptimo, en el sentido más amplio, es imposible de ser alcanzado. Como resultado de mucha confrontación para encontrar equilibro y como resultado del proceso completo de diseño de producto basado en MVPs está el diseño callejero.

El diseño callejero es el que sí llega a las “calles” o a las manos de los usuarios. Normalmente es una fracción del diseño platónico. A lo largo de cada iteración, dicho diseño evoluciona, nos reduce la incertidumbre y gana cuerpo como solución pues nos permite entender la reacción de los usuarios a sus características fundamentales. Como efecto del aprendizaje que genera, ahora no tanto desde perspectivas hipotéticas basadas en conceptos de diseño sino que basada en datos, gana nuevas facetas que no habían sido contempladas en el diseño platónico y se vuelve un diseño singular por si solo. Ahí nos damos cuenta que el diseño platónico ya no hace tanto sentido y que renunciar es una habilidad blanda y dura esencial para un diseñador. Cuando nos damos cuenta de eso nuestros niveles de frustración se reducen muchísimo.

¿Cuáles tipos de renuncias has hecho para llegar al diseño callejero?

Aprendizajes y estrategias para manejar la frustración

Después de estas reflexiones profundas (yo sé, casi filosóficas), me gustaría compartir con ustedes tres estrategias que he implementado para disminuir mi propia frustración y la de los equipos que hice parte en mi jornada como diseñador.

1. Atomización y monitoreo

La primera que les quiero compartir es algo que llamo la atomización y el monitoreo del diseño. Lo primero es que el diseño platónico, normalmente cuando se lleva a una conversación de desarrollo, se acota y se divide en trozos (releases) hasta llegar a su mínima expresión y cumplir el menor esfuerzo requerido, medido en sprints, para su materialización como solución. A primera vista puede parecer que se “botará” mucho del valor del diseño, no obstante, con el debido monitoreo y priorización, nosotros diseñadores podemos, a cada iteración, cerrar la brecha entre el diseño callejero y el platónico siempre cuando haga sentido según en aprendizaje generado.

2. Fusión o resignificación de propósito

A veces diseñamos soluciones muy grandes, las llenamos de funcionalidades, de significados y, con el aprendizaje de la calle, nos damos cuenta que los usuarios estaban buscando algo mucho más simple (sí el éxito de una solución puede causar algún tipo de frustración). He identificado que hay diseños que por su plasticidad natural se pueden fusionar o seren resignificados para otros retos o propósitos. Lo que he incentivado y recomiendo como practica es, antes de iniciar un nuevo diseño del cero, revisitar todos los diseños que eventualmente el equipo haya generado y evaluar si dichos diseños pueden servir como base conceptual o aceleradores para nuevas iniciativas. Como un ejemplo más tangible, he participado de un proceso donde hemos resiginficado una solución de ahorro digital utilizado como fondo de emergencia para una solución de ahorro para el retiro. Los dos están orientados a necesidades, públicos y horizontes temporales muy distintos asimismo hemos logrado apalancarnos del concepto de un diseño para dar vida al otro.

3. Construcción de futuros

Muchas veces estamos tan inmersos en lo que será entregue en el siguiente sprint o próximos sprints que se nos olvida nuestro propósito cardinal como diseñadores que es pensar, especular sobre y diseñar el futuro. Desde mi perspectiva, uno de los usos más nobles que he dado a los diseños platónicos, y que recomiendo que lo hagan, es usarlos para investigar e idealizar posibilidades de futuro para provocar a los equipos de negocio, desarrollo, etc a que siempre hay un nuevo camino a descubrir. Eso, igualmente ha generado una sensación de que hay mucho por explorar y puso el diseño como protagonista de la evolución de la compañía.

¿Qué otras estrategias has usado o usa para poner en valor los diseños perdidos?

Espero que algunas de las reflexiones y sugerencias que he presentado pueda hacer sentido para tu contexto y pueda impactar positivamente tu eventual frustración como diseñador/a o del equipo que hagas parte. Un gran abrazo y hasta la siguiente reflexión. ✌️

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Raphael Sousa
Dogma
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Brazilian 🇧🇷, rugbier 🏉, father of Thiago 👶🏻 and Judo Athlete.