La revolución de les hijes
El video circuló por las redes a la velocidad de un meme de Maradona. Natalia Mira, vicepresidenta del centro de estudiantes del colegio Carlos Pellegrini, no sólo estaba explicando ante las cámaras del canal TN las razones por las que los alumnos estaban realizando un paro a favor de la legalización del aborto, sino que lo estaba haciendo en lenguaje inclusivo.
Las burlas y los aplausos llegaron al mismo tiempo. Después de todo, hasta ese momento gran parte de la sociedad no se había visto expuesta a esta forma de expresarse, que reemplaza las “o” de todos los términos que usan el masculino como genérico con una “e” (“les docentes” o “les diputades”, por ejemplo). Y ciertamente la mayoría no lo había visto usado con tanta naturalidad mientras una adolescente declaraba el porqué de su activismo.
Los jóvenes han sido históricamente calificados como apáticos y perezosos, y esta narrativa se afianzó mucho más en los últimos años con el auge de los dispositivos móviles y los demonizados millennials que, supuestamente obsesionados con sus pantallas, se aislaban y se distraían de las “cosas importantes”.
Sin embargo fueron ellos (¿elles?) quienes salieron a las calles masivamente en protesta en las primeras marchas de Ni Una Menos y son los más chicos, los adolescentes, quienes ahora están encabezando una lucha activa y visible para la legalización del aborto.
Ofelia Fernández, de 18 años, es una de las referentes de esa lucha y ya había hecho ruido en los medios cuando lideró la toma de su colegio en protesta ante la reforma educativa que proponía el gobierno porteño en 2017. Habló elocuentemente ante diputados durante las exposiciones previas al voto del proyecto de ley el pasado junio, donde fue presentada como “referente estudiantil”. Sin embargo, no es sólo una referente estudiantil: con 43 mil seguidores en Twitter, se ha transformado en una referente para distintos segmentos de la sociedad, que son espectadores de sus cruces con Pablo Sirvén o sus rápidas respuestas en conocidos programas de televisión.
Luciana Peker, periodista especializada en género, definió este fenómeno como “la revolución de las hijas”, refiriéndose específicamente a la presencia y liderazgo de las adolescentes en luchas feministas, como la campaña por la legalización del aborto. Sin embargo no son sólo las mujeres quienes están interesadas e involucradas en movimientos políticos y sociales. Chicas y chicos se involucran cada vez más en causas como la igualdad de género, la lucha contra la homofobia o el fin del bullying.
Frente a una juventud activa, crítica y cuyos “influencers” ya no son sólo las celebrities e instagramers que todos conocemos, deberemos empezar a ser más astutos a la hora de dirigirnos a ellos, huyendo de toda condescendencia, teniendo un punto de vista claro y relevante y siendo consecuentes con él.
Las marcas que le hablen a esta generación deberán saber ir más allá de lo preestablecido y desarrollar la capacidad de identificar oportunidades para convertirse en actores sociales que aporten a la conversación.
