Marzo de 2018
El agua limpia salva vidas
Casi la mitad de la población de Burundi carece de acceso a agua potable segura.
La escasez de agua potable segura en Burundi presenta una crisis de salud para los niños: algunas enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento, como la diarrea, constituyen una de las causas principales de muerte entre los menores de cinco años de todo el mundo. Un acceso precario a agua limpia también socava su desarrollo: los niños, y especialmente las niñas, suelen dejar a un lado la educación porque tienen que hacer largos trayectos para recoger agua limpia.
Los brotes de cólera causados por el agua potable contaminada tienen lugar en muchas zonas de Burundi. En la provincia de Ruyigi, que limita con Tanzania, los niños recogen agua sin tratar de un riachuelo, y eso puede tener consecuencias desastrosas para su salud.
“Estoy embarazada y no puedo caminar muy rápido. En los últimos tres meses de embarazo me resultará más difícil caminar una distancia tan larga”, dice Beatrice, de 22 años, que camina casi cuatro horas al día para recoger 20 litros de agua de una bomba de la montaña de Ngomante.
En Burundi, la tarea de recoger agua recae de forma desproporcionada en niñas y mujeres. Muchas de ellas tienen que caminar durante horas para recoger agua potable segura y, como consecuencia, suelen dejar a un lado la escuela y se exponen a la violencia sexual en el camino a las fuentes de agua.
En la montaña de Kinyinya, los habitantes rodean un charco que les sirve de única fuente de agua. La falta de acceso a agua limpia en la zona ocasiona que muchos niños contraigan enfermedades diarreicas y cutáneas.
“Para la comunidad, el agua segura es un escudo contra enfermedades derivadas del agua”, dice Haladou Mahaman, especialista en Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF, delante de un tanque de agua del centro de tratamiento del cólera de Kabezi, que forma parte de la respuesta al brote de cólera.
El cólera es endémico en partes de Burundi, sobre todo en la frontera con el lago Tanganyika, la República Democrática del Congo y Tanzania. UNICEF y sus aliados trabajan para mejorar el acceso a agua segura, como en la montaña Mukerezi-Mpakaniro, donde se ha construido un tanque de agua de lluvia.
“Para mí es un alivio tener agua potable cerca y no tener que caminar distancias largas como antes”, asegura Nadia, de 10 años, que vive en la montaña de Mukerezi-Mpakaniro y ahora puede recoger agua para su familia y llegar a la escuela a tiempo.
Los ingenieros hidráulicos que trabajan con UNICEF están ayudando a construir sistemas para llevar agua segura a familias y escuelas. UNICEF y sus aliados están respondiendo a las necesidades de los residentes encontrando fuentes de agua, analizando los caudales y construyendo puntos de agua.
El relieve accidentado de Burundi hace difícil proporcionar agua potable segura, pero con las autoridades locales y los aliados del desarrollo, UNICEF puede encontrar soluciones sostenibles. En la montaña de Muhuta, un nuevo proyecto está llevando agua limpia a estudiantes como Adrien, de seis años.
“Para la comunidad es esencial proteger y mantener puntos nuevos de agua y vamos a cuidar de ellos”, dice Pierre Ndayanse, dirigente de la comunidad de la montaña de Sesa. UNICEF trabaja con las comunidades para garantizar su participación en el mantenimiento y la protección de las fuentes de agua.
Mediante la construcción de infraestructuras esenciales y la movilización y la implicación de las comunidades de las zonas más aisladas de Burundi, UNICEF y sus aliados trabajan para proporcionar agua limpia y segura para los niños, algo esencial para que puedan sobrevivir y salir adelante.