15 de marzo de 2018
Reconstruyendo el futuro
Las personas que viven en los territorios afectados por los huracanes Irma y María han experimentado tiempos muy difíciles los últimos seis meses.
143.000 personas resultaron afectadas en Anguila, Antigua y Barbuda, Islas Vírgenes Británicas, Dominica y las Islas Turcas y Caicos en septiembre del año pasado. 39.000 de ellos fueron niños y niñas. Se perdieron hogares, medios de subsistencia y, en algunos casos, vidas. Pero las familias han demostrado una notable capacidad de recuperación y reconstrucción. UNICEF y sus aliados han contribuido decisivamente a ayudar a los niños, las niñas y a aquellos a su cargo a recuperarse.
Casi todos los niños y niñas afectados por los huracanes han podido reanudar su Educación con una combinación de un sistema de turnos y espacios temporales, como carpas, entregados por UNICEF.
Muchos de los niños y niñas se han sentido profundamente traumatizados por su experiencia: estaban aterrorizados durante las tormentas y aún hoy se sienten inseguros, especialmente cuando llueve. Una de las intervenciones clave de UNICEF es el programa Regreso a la Felicidad, que ayuda a superar su trauma mediante el juego, la escritura, el teatro y la poesía. Hasta el momento, cerca de 16.000 niños se han beneficiado de estas sesiones.
Todavía hay unos 200 niños en refugios en Antigua, Islas Vírgenes Británicas y Dominica. Algunos, como Tayjah Beazer, de 12 años y natural de Barbuda, que ahora vive en un refugio en Antigua, están sacando lo mejor de la experiencia.
“La vida en el refugio es divertida, porque muchos de mis amigos están aquí. Me gusta”.
Sin embargo, los niños y niñas que viven en estas condiciones son más vulnerables al abuso y la explotación. UNICEF trabaja con las autoridades para abordar los riesgos de su protección.
Las condiciones están mejorando para las familias que son beneficiarias de un innovador programa de transferencia de efectivo. Su objetivo es proporcionar a 8.300 familias un poco de dinero extra, entre US $ 90 y US $ 239 por mes, para ayudar en su recuperación.
“El programa de transferencia de efectivo está funcionando bien. Compramos ropa, zapatos, alimentos y hacemos compras”, dice la cuidadora de niños Yvonne Hill Williams sobre el programa administrado por el Gobierno y respaldado por UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos.
Al igual que la mayoría de los niños y niñas de los países y territorios afectados por los huracanes, Mervel se muestra optimista sobre el futuro. El dominicano de 11 años, que vive en el pueblo de Wotton Waven, en las afueras de la capital Roseau, siente que las cosas están volviendo a la normalidad.
“Me gusta ver regresar a mi isla de la naturaleza. Veo un futuro brillante porque tengo que volver a la escuela y aprender. Me encanta que nos estamos recuperando de María”, dice sonriendo.