Miércoles Santo en Octubre

Miriam González | 21–10–2017 | Canon 100

El trono del Descendimiento, a las puertas de la Ermita del barrio de Santa Cruz, minutos antes de comenzar la procesión del XXIV Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades de Semana Santa.

Tres costaleros cuidan sus movimientos en cada giro mientras llevan el Descendimiento; el trono con más antigüedad de la Hermandad de Santa Cruz, que llegó a Alicante antes de la Guerra Civil Española.

El Descendimiento se lleva todas las miradas de los allí presentes mientras una vecina, desde el lugar más privilegiado, intenta tocar la Cruz de Cristo, algo que le daría buena suerte durante un año.

A pesar de la fecha, y como cada Semana Santa, el barrio se vistió de gala para recibir a uno de los cuatro pasos que protagonizan la procesión del Miércoles Santo y que levantan hombres y mujeres.

Alicantinos, entre turistas que llegaron a la ciudad atraídos por la Volvo Ocean Race, observan desde lo alto de la Plaza del Carmen el paso, pudiendo apreciar desde la cercanía las seis figuras que forman el trono.

La admiración y pasión de los costaleros hace que, algunos incluso entre lágrimas, olviden por unos instantes los 2.400kg de peso del trono y disfruten de lo que es, para ellos, una forma de vida.

Pétalos rojos y blancos visten el Descendimiento en el Casco Antiguo de Alicante mientras el cantaor Antón Moreno dedica una saeta a los costaleros: uno de los momentos más emocionantes de la noche.