La primera mujer del videojuego español
¿Cuál fue la primera mujer en el desarrollo de videojuegos en España? ¿Quién realizó alguna tarea en un videojuego español (y por ello es digna de crédito), más allá de la profesionalización o el grado de participación en el proyecto? Dada la inestabilidad y la informalidad del campo en sus inicios, la pregunta ha de ser por necesidad así de abierta: los pioneros del videojuego suelen serlo de refilón o de casualidad, sin darse cuenta de que lo son, muchas veces incluso sin conciencia del campo al que están aportando. Sólo en retrospectiva acabamos viendo la genealogía. A partir de los 90 ya tenemos profesionales como (por nombrar algunas) Elisa Fernández, Ana Carmona, Corina Belga, Tatiana Delgado o Beatriz Legerén, pero tuvo que haber alguien antes, en el caos ingobernable que fueron los 80, ¿no?
Aviso que (creo que) Jaume, Marçal y yo tenemos una respuesta, pero vamos a explicar antes cómo hemos llegado a ella.
Cada año, cuando toca hablar de la historia del videojuego en España en mi asignatura de grado en Tecnocampus, o cuando Marçal Mora y yo impartimos la asignatura de Historia en el máster en Diseño Narrativo y Estudios de Videojuegos de la URJC, la pregunta reflota. También es algo que comento a menudo con Jaume Esteve. Es un dato que falta por muchos factores, algunos sociales y de foco (por ejemplo, nos sigue costando salir del mito de la “Edad de Oro” y de un puñado de relatos con demasiada gravedad) y otros más prácticos, como la ausencia de una historia oral de la industria amplia y detallada.
En todo caso, hace unos años se abrió una pista: José Manuel Fernández y Jesús Relinque, en la (exhaustivísima) investigación para su libro Continue Play? Historia de las máquinas recreativas españolas, entrevistaron al pionero de los videojuegos en España Fernando Yago, y éste les contó algo que Relinque ha recuperado alguna vez:
La mujer de Yago diseñó el final boss de Altair II (Cidelsa, 1981), un juego que, como nos cuentan Fernández y Relinque en su libro o David Torres en Recreativas. Historia del videojuego arcade español, se considera desaparecido. Según Recreativas.org, el jefe final del juego es un bebé.
Si Yago fue el primero y su esposa colaboró en un juego suyo de 1981, es difícil que haya otra mujer antes. Por desgracia, en aquella entrevista Fernández y Relinque no consiguieron más información, y Yago es un entrevistado esquivo (algo fácil de comprender). Gracias a Fernández y Relinque sabíamos quién fue la primera mujer del videojuego español, pero no su nombre.
El año pasado, en el ya mencionado máster de la URJC, comenté la cuestión con los alumnos y Víctor Rubio pensó una vía: localizar a los hijos de Yago y preguntarles. (La mayoría de veces, la investigación en Historia es así de prosaica.) En poco tiempo, Víctor dio con alguien que encajaba en el perfil en LinkedIn y le envió un mensaje, pero no tuvo respuesta.
La cosa quedó ahí hasta que Damiano Gerli nos invitó a escribir el capítulo de España en un futuro libro dedicado a la historia del videojuego europeo. En el equipo volvemos a comentar la cuestión y decidimos que no podemos cerrar el capítulo sin ese dato. Le damos mil vueltas y, antes de volver a molestar al (posible) hijo, buscamos en registros mercantiles y otras fuentes, de nuevo sin encontrar nada. Decidimos volver al punto de partida y Jaume contactó con el perfil que había encontrado Víctor (cuyo nombre no diremos por privacidad), preguntando si era quien creíamos que era, explicándole la situación y pidiendo el nombre que nos faltaba. Tiramos la botella al mar sin demasiadas esperanzas hasta que el viernes pasado, Jaume recibió un mensaje de vuelta:
Hey! Sí, es cierto. María José Cabeza Torres. Era pintora artística.
Ahí lo tenemos. María José Cabeza, la primera mujer en participar en el desarrollo de un videojuego español, artista que aportó un elemento de arte central en un momento en el que los final bosses empezaban a dominar el videojuego y se presentaban como gran reclamo.
Ya con la información precisa, encontramos escaneos de la revista de arte Gal-Art (en el blog de la autora) en los que se detalla su biografía y se muestran un par de obras:
Es cierto que la Historia suele obsesionarse a veces con “los primeros” y que esto hace que perdamos de vista los matices y las causalidades, pero también es cierto que este nombre era un hueco enorme en la investigación y que al conocer el perfil tenemos un mapa más completo (aunque nunca definitivo: Cabeza es “la primera”… que sepamos) de los orígenes, de la espontaneidad y el desorden con el que se crearon los primeros videojuegos.
A partir de ahora, nuestras clases tendrán un interrogante menos y una persona más: María José Cabeza, pintora de Barcelona, artista que diseñó el jefe final de Altair II.
ACTUALIZACIÓN: Recreativas.org y A.R.C.A.D.E han conseguido preservar Altair II. Tenemos foto del bebé azul.
Según la notícia: “La recuperación de este juego ha sido posible gracias a Basilio García, reconocido coleccionista de máquinas clásicas, y al equipo de Team Recreativas.org y de la asociación A.R.C.A.D.E..” ¡Bravo por ellos!
