El método de los soles

Antares, Arturo y otros agentes motivadores

Alejandro Ramos Melián
Frikadas las Justas

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Quizá sea lo más adecuado, o simplemente lo más fácil, recurrir a metáforas, cuentos o historias para explicar algunos asuntos. Jesucristo lo hacía, utilizaba parábolas, y no le fue del todo mal (o sí, porque lo asesinaron). Con este post intentaré dar mi punto de vista sobre la poca importancia que tiene la mayoría de nuestros problemas. No pretendo en ningún momento ejercer de coach o algo por el estilo porque ni lo soy, ni tengo ninguna autoridad para aconsejar a la gente que sonría o sea feliz. Tampoco conozco recetas para ver la vida de color de rosa, todo sea dicho. De hecho, siempre he pensado por qué personas que afirman conocer el secreto de la felicidad y lo pregonan, no consiguen «aplicarse el cuento». Pero eso será otra historia porque podría entretenerme y a ti (ya) no te gusta leer tanto.

Mi círculo más cercano conoce mi adoración por todo lo relacionado con el universo, especialmente con los planetas y los soles. Supongo que, prácticamente todo lo que nos rodea, en mayor o menor medida, funciona o se comporta como muchos de los elementos que están allá afuera, es más, se componen de los mismos ingredientes, ¿no? Giran, arden, rotan, etc. Entonces, ¿por qué no utilizamos esas similitudes para ejemplificar algunas cosas? No hay nada más sencillo de entender que una esfera que se mueve.

Es muy posible que no lo sepas, y muy probable que te asombre tanto como me ocurrió a mí cuando lo leí por primera vez: nuestro sol tiene el tamaño de un pixel si lo cotejamos con Antares, otra estrella «cercana»; y a su vez, a ésta le ocurre lo mismo en comparación con otros tantos luceros. Y así sucesivamente con cada una de esas bolas de luz blanca, azul o roja. En definitiva, somos una auténtica mierda si nos equiparamos a cualquier elemento del cosmos, da igual cuál sea. Vale… Pero, ¿para qué cuento esto? ¿No?

Nuestro sol, el más pequeño del gráfico, es solo un píxel en comparación con Antares.

Vamos al grano. Supongo que a lo largo de tu vida, habrás tenido infinidad de problemas, y seguirás viviéndolos, te lo aseguro. Lo curioso es que, aunque nos parezcan extraordinarios o muy importantes, la mayoría de ellos, por no decir todos, se repiten en todos los individuos, son réplicas, y podríamos hacer un mapa conceptual con todos ellos: te deja tu pareja (por otra persona, por agobios, por trabajo, por cambio de condición sexual, por cansancio…), te echan del trabajo (por falta de producción, por pocos clientes, porque eres prescindible…), y así con cada uno de ellos. Todos, absolutamente todos, vivimos las mismas experiencias. Pero lo más asombroso es que esos obstáculos, por muy grandes que los consideres, no importan demasiado. Te propongo un ejercicio: cuando te sientas mal, desilusionado o hundido, vuelve a este post y mira el gráfico de los soles que te dejo a pie de página. Compárate a ti, en cuando a dimensiones, con nuestro planeta; a éste con el Sol; a nuestra estrella con Arturo, una mucho mayor; y así cuantas veces quieras con todos los soles que consideres. Verás como tu problema te irá pareciendo, poco a poco, una auténtica bazofia y es muy posible que hasta sonrías. Este método no soluciona nada, ¡faltaría más! Pero alivia ☺

Algunos de los soles más cercanos

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