Del discurso del odio a la limpieza étnica: por qué debemos aclarar los hechos sobre Armenia y Azerbaiyán

Esta es la traducción al español del artículo de opinión de Zoravik, “From Hate Speech to Ethnic Cleansing: Why We Need to Get Our Facts Right about Armenia and Azerbaijan”

¿Qué está pasando?

Azerbaiyán está violando una vez más el alto el fuego con Nagorno Karabaj, un territorio poblado milenariamente por armenios. El 27 de septiembre, Azerbaiyán lanzó un ataque, sin provocaciones previas de Armenia, contra esta pequeña democracia. El conflicto no es nuevo. Durante tres décadas, el gobierno militarista de Azerbaiyán ha amenazado con aniquilar a los armenios que viven en Nagorno Karabaj, “Artsaj” para los armenios. Turquía, un aliado cercano de Azerbaiyán, jugó un papel activo en la escalada del conflicto con participación militar y ofensivas en los medios de comunicación.

La agresión no se limita a este lejano lugar. A través de la guerra cibernética (desinformación, incitación al odio, acoso, piratería informática y mentiras descaradas), los gobiernos de Turquía y Azerbaiyán han fomentado los delitos de odio contra los armenios en todo el mundo. El mes pasado, un centro comunitario de la Iglesia Armenia en San Francisco fue parcialmente destruido por un incendio provocado, y al otro lado de la ciudad, dispararon contra una escuela armenia.

El ataque militar azerbaiyano está dirigido a otras escuelas, el más destacado, a la que se encuentra en el monasterio de Amaras, donde se enseñó por primera vez el alfabeto armenio hace 1600 años.

Estos crímenes son particularmente amenazantes para los armenios porque evocan al genocidio que Turquía perpetró hace un siglo contra su población indígena armenia. Turquía mató a más de 1 millón de armenios.

¿Por qué está pasando?

Los líderes corruptos y dictatoriales de Turquía y Azerbaiyán, Recep Tayyip Erdogan e Ilham Aliyev, están utilizando el discurso del odio para movilizar sentimientos y acciones populares anti-armenias. Han habido manifestaciones masivas en la capital de Azerbaiyán, Bakú, pidiendo “Muerte a los armenios”. Estas proclamas también han sido hechas por azerbaiyanos y turcos fuera de sus países.

Debido a la caída de los precios del petróleo, los disturbios en el país y la creciente disidencia contra su oligarquía corrupta, el gobierno azerbaiyano está desviando la atención de la población de la terrible situación interna, a través de la conocida estrategia de redirigir el descontento hacia su chivo expiatorio favorito: los armenios. Las historias de los armenios y de otros nos han demostrado una y otra vez que atacar a toda una población puede tener consecuencias genocidas.

¿Por qué deberías preocuparte?

Azerbaiyán impide el acceso al periodismo objetivo, rechaza la entrada a periodistas extranjeros y bloquea la mayoría de las redes sociales del país. Solo los medios de comunicación de Azerbaiyán y Turquía leales a estos gobiernos pueden cubrir los eventos en el campo de batalla. En revancha, Armenia no solo permite el acceso a periodistas extranjeros, sino que lo alienta.

Inmediatamente después de los ataques, Erdogan, que desestabilizó toda la región, desde el norte de Irak y el norte de Siria hasta Libia y el Mediterráneo oriental, publicó en Twitter que Armenia constituye la mayor amenaza para la paz en la región. Pero el sentido común es suficiente para rechazar la publicidad. Ni Armenia ni Nagorno Karabaj tienen nada que ganar con un ataque contra Azerbaiyán. De hecho, tienen todo que perder. ¿Por qué dos pequeños estados, con un total de 3 millones de personas, atacarían la fuerte alianza azerbaiyana-turca con una población total de 92 millones? Armenia, no Azerbaiyán, está dispuesta a tener monitores internacionales en la frontera. Armenia, no Azerbaiyán, está de acuerdo en que deben eliminarse los francotiradores de ambos lados.

A través de una reversión absurda, Azerbaiyán, el claro invasor que se ha dedicado a la limpieza cultural y étnica durante tres décadas (incluidos los pogromos en Sumgayit, Kirovabad y Bakú), se presenta a sí mismo como la víctima. Turquía, una potencia política y militar vasta y rica, ha encabezado una campaña académica, corporativa y diplomática de miles de millones de dólares para negar el genocidio armenio. Así como afirma descaradamente que los armenios del Imperio Otomano son los culpables de su propio exterminio, Turquía ahora ha dirigido su máquina negacionista a Nagorno Karabaj para tergiversar a Armenia como el agresor. Después de décadas de publicar opiniones negativas, los medios internacionales finalmente aceptaron el consenso académico de que Turquía cometió un genocidio contra los armenios. Hoy, lamentablemente, algunos en la prensa están volviendo a los viejos tiempos, copiando la misma deformación de perpetrador y víctima. En un esfuerzo por parecer imparcial, muchos en la prensa internacional han creado una falsa equivalencia entre los dos lados, sin investigar de forma independiente qué está sucediendo realmente y por qué. Ignoran cuidadosamente los desequilibrios obvios, como el hecho de que Azerbaiyán recibe $100 millones USD de Estados Unidos en ayuda militar y de seguridad, mientras que Armenia recibe menos de $ 5 millones USD.

En un mundo donde están aumentando los delitos de odio, ¿quién será el próximo? Puede que sean armenios hoy, pero no terminará con ellos. ¿Aprenderá alguna vez la comunidad internacional?

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Zoravik Activist Collective
From Hate Speech to Ethnic Cleansing

Zoravik (“in solidarity”) is an Armenian activist collective that promotes new avenues for grassroots and political organizing for progressives