Madre de Dios, una breve guía para amantes inexpertos

Gabriel Arriarán
Frontera Pirata
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5 min readOct 20, 2018

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Las calles de mi barrio, en la ciudad de Puerto Maldonado, y el arcoíris después de una lluvia.

Suelo considerar que lo que sucede fuera de los límites de mi cuerpo es mucho más interesante que lo que pasa al interior. Por esa razón escribo periodismo, y por esa razón he abandonado la ficción para cuando, por la edad, por una enfermedad, o por algún accidente, pierda la condición física y me quede para moverme solo con la imaginación.

No es fácil, para mí al menos no lo es, esconder dentro del closet la pasión por la literatura, reprimir las ganas de hallar figuras poéticas en el libro de la realidad. Todos los días debo lidiar con la primera persona en un texto periodístico. Cómo usarla, dónde, para qué. Cómo evitar el peligro de perderme en mi propia inconsciencia, y la vergüenza de hacerlo en público.

Para esta pequeña historia no parece que haya más remedio. Puede que les resulte raro, y a lo peor sí, esto no sea más que un ejercicio de vanidad, pero lo que quisiera aquí compartir es, no a amar, claro –eso sí que sería presuntuoso –, pero sí a ser un buen amante.

Proximidad de la tormenta. Puente Billinghurst. Río Madre De Dios

A los veintitrés años, cuando llegué por primera vez a Puerto Maldonado, me pasé cuatro o cinco meses durmiendo en una habitación del Hostal Moderno por la que…

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Gabriel Arriarán
Frontera Pirata

Escritor, periodista, antropólogo, no necesariamente en este orden. Tengo problemas con la autoridad.