Crítica: ‘Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie’, poca épica y mucho oficio del trabajo policial
La serie documental pone en valor el proceso policial real en un caso tan mediático como este
Esta crítica se ha escrito tras ver la temporada completa de ‘Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie’ y no contiene spoilers.
El caso del Acosador Nocturno es uno de esos que sembró el terror entre la sociedad estadounidense cuando saltó a los medios de comunicación en 1984. Llegaría a ser responsable de 14 muertes y varios asaltos, era cruel, no tenía un perfil de víctima fijo y actuaba en una gran zona de Los Ángeles: tenía todos los ingredientes para ser famoso y muy temido. Ahora Netflix llega con Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie para describir la cronología de sus crímenes pero, sobre todo, y aquí está lo interesante, para contar cómo fue el proceso policial.
Las series de televisión han atribuido una épica a la persecución de asesinos que nos podría hacer pensar que un caso como este es la inmersión de un equipo durante una semana intensa, llena de persecuciones e ideas milagrosas. Lejos de eso, esta serie documental entrevista a los agentes responsables del caso, así como a varios supervivientes, y lo que cuentan es muy distinto: tensiones en casa, largas horas de trabajo, beber tras acabar una jornada larguísima, coger el coche para descansar unas pocas horas y volver a una comisaría en la que buscar entre pistas absurdas que no saben si van a llevar a algún lugar. Y, de golpe, un día se alinean los planetas y algo deshace el nudo gordiano. Entonces sí, llega la fama, los reconocimientos y los juicios mediáticos.
La perspectiva que muestra Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie es mucho más desesperante, vocacional, falta de glamour y aterradora. Intercalando entrevistas actuales con imágenes de entonces (advertimos: en ocasiones demasiado explícitas) se nos acerca un caso duro en el que su responsable llegó a convertirse en una mina para fanáticos y cámaras tras un camino larguísimo de los agentes responsables del caso.
Por encima de la figura de Richard Ramirez y de un evidente afán de protagonismo que el documental deja claro sin llegar a regalárselo, lo que nos cuenta es un oficio del que nos ha llegado una imagen romantizada y lo delicada que es una investigación como esta. Si es tu primer true crime te sabrá a poco, pues no se hablan de las motivaciones del culpable, ni siquiera del impacto que tuvo en la sociedad, o no demasiado, e incluso las víctimas son descritas de una forma relativamente somera.
Pero si lo que has hecho es devorar cada historia de este tipo que llega a ti, sea ficcionada o basada en hechos reales, en Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie encontrarás un relato bastante poco tratado últimamente donde abogados, prensa y personajes mediáticos quedan fuera del foco y se centra el relato en algo mucho más profano y desesperante.
‘Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie’ está disponible en Netflix.
