Crítica: ‘Catalina la Grande’, o cómo ser crápula sin perder la elegancia
Helen Mirren da vida a una Catalina II irreverente, culta y sin miedo a nada
Esta crítica se ha escrito tras ver los dos primeros capítulos de ‘Catalina la Grande’ y no contiene spoilers.
La de Catalina II de Rusia es de esas historias interesantes. Alemana, de alta cuna, bien educada y muy curiosa, logró deponer a su marido, quedarse con todo el reino de Rusia y morir reinando sobre una de las grandes potencias del siglo XVIII. Por el camino, una serie de sucesos confusos hicieron que muriera el rey Pedro III, así como Iván VI y la princesa Tarakánova. De esas contrariedades que han quedado sin esclarecer y que, siendo orquestadas por ella o no, le fueron bien para lograr sus metas. De eso y de mucho más habla Catalina la Grande, cuyos cuatro episodios pueden verse desde hoy en Sky España.
Lo que Sky y HBO vienen a contarnos son esos primeros años de reinado y, sobre todo, la fase posterior a la mayoría de edad de su hijo, el gran duque Pablo. Dicho así podría ser algo aburrido, pero si se aliña con parte de lo que la historia nos dice de Catalina II es otro cantar. Promiscua y decidida en una sociedad de hombres, la reina batalló con lo que hizo falta para continuar en su trono. Y eso es lo que nos presentan. Intrigas palaciegas, relaciones extramatrimoniales y muchas risas en medio de una corte ávida por ganar favores y poder.
El primer episodio de Catalina la Grande se ve solo. Debe agradarte la premisa, pero está bien hilado y logra enseñara el tema de una forma impoluta en los primeros minutos. Es de esas presentaciones bien entendidas que exponen perfectamente lo que vienen a ofrecer. El glamour se impone y los ropajes expuestos son un gusto difícil de vestir, pero todo reluce y en la mesa de banquete hay un sistema de poleas para que la comida se sirva sola en el plato. Lo que es un porcentaje muy alto de lo que le pido a una serie monárquica.
Helen Mirren está tan bien en su papel que en nada olvidas la falta de correspondencia de su edad con la de la reina en esos años. Es la elección correcta. El porte, el gesto, la forma de mirar con cierta impertinencia hace que el personaje resulte divertido y sugerente. Sin duda, se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la serie y no puedes más que enamorarte de esa mirada gélida que critica a su hijo con recochineo.
El arranque de la serie resulta cruel con mucho de lo que narra. Con la propia corte, con el carácter de su hijo y con la mitad de los caballeros que aparecen. Pero precisamente eso es lo que despierta curiosidad para ver qué más tiene por enseñarnos. No es una visión admirada de la monarquía; reconozco que mi conocimiento de historia rusa es más que escaso, así que no puedo valorar cómo de fiel es. Pero lo que sí puedo decir es que saca sonrisas y no te deja aburrirte ni un solo instante. Es un comienzo esperanzador.
‘Catalina la Grande’ ya está disponible en Sky España.
