Crítica: ‘Inside No. 9’, comedia negra británica en su máximo esplendor

Filmin estrena hoy la primera temporada de esta serie británica de culto

Lorenzo Mejino
Fuera de Series
5 min readSep 4, 2018

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‘Inside No. 9’ (Fuente: Filmin)

Las series antológicas británicas como Inside No. 9 tuvieron un cierto predicamento en los años ochenta, cuando series como Tales of the unexpected, basada en cuentos de Roald Dahl, tuvieron un enorme éxito, pero fueron cayeron en el olvido de los programadores hasta quedar completamente postergadas. Todo cambió con la irrupción del gran éxito que ha representado Black Mirror, tanto en sus primeras entregas plenamente británicas como en sus postreras reencarnaciones de la mano de Netflix.

El problema es que dicho éxito popular ha dejado bastante en la sombra a Inside No. 9, una auténtica maravilla que nos sorprende a cada nuevo episodio y que vamos a reivindicar hoy como se merece, aprovechando su llegada a España de la mano de Filmin

Las razones de este postergamiento popular tienen mucho que ver con la consideración de tener a la comedia como un genero menor en comparación con el drama. El tono de comedia negra y cafre de Inside No. 9 carece para muchos de la pátina de seriedad de las elucubraciones tecnológico-futuristas de Charlie Brooker, y nunca ha conseguido llegar al escalón superior a pesar de la admiración por la gran calidad y mayor consistencia de sus episodios, todos ellos en espacios cerrados y con el número 9 como nexo común.

(Fuente: Filmin)

Los capítulos se inician presentando el espacio confinado donde se va a desarrollar el episodio y, a partir de ahí, la libertad es completa para enfocar la historia de la forma que quieran, desde una comedia de enredo con muchos giros y sorpresas, hasta fantasías góticas o capítulos sin diálogo.

Además, la apuesta de sus dos creadores, guionistas y protagonistas, Steve Pemberton y Reece Shearsmith, de retomar este formato ha sido un gran acierto, porque les ha permitido contar con estrellas invitadas de gran renombre que se podían comprometer para el rodaje de un capítulo durante una semana, pero que difícilmente lo podían hacer por más tiempo.

Una característica importante es que, casi siempre, todos los episodios transcurren en tiempo real que corresponde a los treinta minutos de duración, por lo que todo es puro talento y un guión trabajado hasta la extenuación. Al no ponerse ningún límite, pueden llegar incluso a rizar el rizo, con algún caso en que la sorpresa fuera que no hubiera sorpresa, con todos los espectadores esperando el giro que finalmente no se produce; todo vale para mantener al espectador con el pie cambiado.

En líneas generales, cada una de las dos primeras temporadas tiene dos episodios geniales que, por sí solos, ya justifican el visionado completo de la serie y que, curiosamente, en ambos casos son los dos primeros de cada temporada. La originalidad de la propuesta solo hay que verla en la presentación del capítulo inicial, Sardines, que transcurría casi íntegramente en un armario.

Helen McCrory ha sido una de las estrellas invitadas de ‘Inside No. 9’.

Después, tienen dos episodios interesantes, pero sin llegar al nivel de brillantez de las primeros, y finalmente dos bastante más flojos, pero que siempre sorprenden con algún momento brillante marca de la casa, en especial en el tramo final. Como capítulos más destacados, no puedo dejar de mencionar al segundo de primera temporada, la historia de un atraco a una mansión, sin diálogos y con la presencia de Oona Chaplin, que debería pasar a la antología de los mejores episodios de la historia de la televisión.

A un nivel similar, tenemos el capítulo del compartimento del tren que abrió la segunda temporada con una historia brillantemente explicada, a partir de un guión primoroso, con muchas pequeñas historias entrelazadas que acaban con uno de esos finales que te dejan la boca abierta. El trailer de esa entrega nos muestra escenas de ese capítulo, así como de algunos de los restantes, como siempre haciendo hincapié en las estrellas invitadas que iban a participar

Esta cierta irregularidad se revertió en la tercera temporada, dirigida exclusivamente por el realizador catalán Guillem Morales, donde la serie dio un enorme salto en su consistencia, con todos los relatos estando a un gran nivel que incluso han superado en la cuarta, lo que les ha valido su renovación para una quinta que se estrenará en 2019.

Cada episodio es una experiencia nueva en la que no sabemos dónde vamos a estar, qué estrellas invitadas de lujo vamos a ver y, sobre todo, a dónde nos va a llevar, por lo que su visionado está teñido de incertidumbre para descubrir de que son capaces en cada entrega Pemberton y Shearsmith. Inside No. 9 se disfruta mejor viéndola como una colección de relatos independientes y degustándolos cada uno de ellos como una pequeña delicia, a ver qué nos inspiran.

Creo que ha quedado evidente mi admiración por el trabajo de los dos creadores, capaces de reinventarse cada semana como muy poca gente puede hacerlo, creando verdaderas joyas de media hora que disfruto como un auténtico caviar televisivo. Por ello, no dudéis en adentraros en el mundo cabalístico del número 9, con la ventaja de que, si no os gusta un episodio, lo dejáis y pasáis al siguiente sin mayor preocupación, excepto que queráis descubrir la presencia de los dos únicos elementos comunes a toda la serie, el número 9 y una liebre de adorno, en un gag recurrente de toda la serie.

Tráiler

La primera temporada de ‘Inside No 9’ está ya disponible en Filmin. Las siguientes tres entregas llegarán en las próximas semanas.

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