Crítica: ‘The Mandalorian’, la serie que todo fan de ‘Star Wars’ podía desear

Y que todo no fan debería ver si busca una buena serie de aventuras cargada de acción y con gran producción

Francis Arrabal
Fuera de Series
6 min readMar 24, 2020

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Mando y Baby Yoda en un fotograma como ‘La creación de Adán’ de Miguel Ángel. (Fuente: Disney+)

Esta crítica se ha escrito después de ver los dos primeros episodios de la primera temporada de ‘The Mandalorian’. No contiene spoilers.

Cuando a finales de 2017 Bob Iger anunciaba que estaban desarrollando una nueva serie de acción real, junto a Lucasfilm, basada en el universo Star Wars para el servicio de streaming que estaban preparando, todos los focos apuntaron rápidamente a la compañía. Durante el transcurso del año siguiente se oficializaba la premisa, el presupuesto y la persona a la que Disney encargaría un proyecto en el que se jugaba mucho.

En cuanto a lo primero, iba a tratarse de una serie ambientada tres años después de El retorno del Jedi (última película de la trilogía original), entre la caída del Imperio y el surgimiento de la Primera Orden, con un mandaloriano como protagonista. Por lo segundo, iban a invertir 100 millones de dólares para una temporada de ocho episodios, superando así la barrera psicológica de Juego de tronos, que invirtió durante varias temporadas 100 millones de dólares para la producción de 10. Por último, Jon Favreau sería el showrunner, máximo responsable de poner en pie esta gran apuesta. La compañía volvía a confiar en la persona que designó anteriormente para dirigir la primera película del Universo Cinematográfico de Marvel; Iron Man en 2008.

Se estaba formando uno de los proyectos más ambiciosos de la televisión de los próximos años, pero también un cóctel molotov de expectativas que pocas producciones consiguen que no les estalle. Además, se le sumaba que consistía en una serie dentro de una de las grandes franquicias de la cultura popular, con una legión de seguidores detrás, y ser la gran baza, junto a su vasto catálogo de clásicos, para el lanzamiento del servicio bajo demanda de Disney. Muchas cosas se podían torcer en un proyecto tan complejo. Y el resultado final os puedo asegurar que consigue supera las expectativas y no puede ser más satisfactorio.

Mando, en su nave Razor Crest junto a Baby Yoda. (Fuente: Disney+)

La primera aproximación se puede hacer un tanto extraña a muchos de los espectadores, que pueden sentir que ya han “visto la serie” sin haber disfrutado de más secuencias que las del tráiler, pues la misma ha sido destripada, spoileada y los gifs de Baby Yoda (The Child oficialmente), ese gran fenómeno televisivo de finales del año pasado, megatwitteados. La serie se se estrenó en noviembre de 2019 en Estados Unidos y no ha sido hasta ahora, que Disney+ se ha lanzado en España, que la podemos empezar a ver. En cualquier caso, la creación de Jon Favreau encierra mucho más que baby yodas (que no es poco), gifs y giros de guion para poder disfrutar plenamente de ella.

La serie bebe estética y narrativamente de la esencia western que siempre ha transpirado el universo Star Wars ideado por George Lucas, uno de sus claros referentes en exponentes máximos como el pistolero Han Solo, los paisajes de planetas desérticos y las cantinas plagadas de forajidos. Pero The Mandalorian va un paso más allá, adentrándose directamente en el western crepuscular. Su protagonista es un héroe-pistolero outsider, cínico, nostálgico y venido a menos (no posee una armadura de beskar, como es habitual en los mandalorianos), con un aire de perdedor, que puede llegar a ser derrotado por una panda de jawas o quedársele el fusil encasquillado por el barro en mitad de un peligroso duelo.

Todo, rodeado de un mundo decadente, donde el Imperio ha caído y su poder no se extiende mucho más allá de restos de stormtroopers que vagan con las armaduras desgastadas y polvorientas, como reflejo del mismo. “El Imperio ya no existe”, llega a pronunciar ese personaje interpretado por el director alemán Werner Herzog para colocarnos en el mapa cronológico de la serie, transmitiendo a su vez el poso de cansancio y derrota que atraviesa sus filas, como si estuviera recién salido del rodaje de Aguirre, la cólera de Dios (1972). Pero con 50 años más.

Otro día más en la oficina de Mando. (Fuente: Disney+)

Además del western, The Mandalorian también es decidida heredera del extinto cine de aventuras familiar de los 80, lo que le aporta a la serie una gran capacidad de entretenimiento para todos los públicos muy disfrutable, a la que se suma lo ligeros que se hacen sus episodios, con una duración alrededor de los 30 minutos en vez de los 60 que serían habituales.

Los guiones escritos por Jon Favreau, cargados de grandes escenas de acción, consiguen construir un camino iniciático clásico del héroe (que parece que se va a ver reflejado en la propia armadura de Mando) mediante una estructura ciertamente episódica que apunta a que se irán rebelando y resolviendo sucesivas misiones que tendrá que superar el héroe en cada uno de ellos, formando en su conjunto la gran trama de toda la serie como la historia de nuestro Hércules intergaláctico particular interpretado por Pedro Pascal.

Junto a la espectacular producción de la serie en todos sus departamentos, a la altura del desembolso que la compañía ha hecho en ella, hay que destacar el magnífico trabajo en la composición musical de Ludwig Göransson, que se imbuye en una simbiosis espiritual entre John Williams y Ennio Morricone para dotar a la serie de una banda sonora a medio camino entre Star Wars y el spaguetti western, que tan inmersivo en la experiencia resulta. El grado de cuidado y detalle de esta producción se puede apreciar hasta los últimos rincones del metraje, en las escenas finales de crédito, con ilustraciones que resumen lo ocurrido a lo largo del episodio volviendo a disfrutar de ello. No os las perdáis.

BABY YODA, ese gran hallazgo de ‘The Mandalorian’. (Fuente: Disney+)

Otras de las grandes virtudes de The Mandalorian es cómo es capaz de armar en tan solo su primer episodio un universo propio muy sólido partiendo de Star Wars, al que le suma nuevos elementos que enriquecen la mitología de la saga y suma nuevos elementos que se van a convertir en clásicos instantáneos (si es que no lo fueran ya) como Baby Yoda, esa combinación de ser entrañable, nostalgia y mercadotecnia, o IG-11, que posee la vis cómica habitual de los droides de la franquicia, pero con el doble de acción.

Intensa la fuerza se muestra en The Mandalorian. Sabe recoger lo mejor de la esencia de Star Wars, su universo y mitología como pocos productos de la franquicia lo han conseguido hasta el momento, convirtiéndose en una auténtica joya para los fans, y rebelándose como una serie con grandes dosis de entretenimiento, aventuras y acción para los que no. Puede estar tranquila la legión de seguidores de Star Wars con las temporadas y series venideras, la gran apuesta de Disney+ sobrepasa con creces las expectativas puestas en ella. Como diría Kuiil, “he hablado”.

Los dos primeros episodios de ‘The Mandalorian’ ya están disponibles en Disney+. Los nuevos episodios llegarán cada viernes a partir del 27 de marzo.

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