Columna

Cuando ‘La Zona’ se impuso a ‘La casa de papel’

Y sí, ya sabemos que ‘La Zona’ no la vio nadie. Pero ese no es el tema

Alberto Rey
Fuera de Series

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Si recordamos los penúltimos premios Feroz (sí, lo sé: cuesta recordar incluso los últimos) podemos flipar un poco; La Zona se impuso a La casa de papel. La oscura, lenta y densísima producción de los hermanos Sánchez Cabezudo para Movistar+ adelantó a la serie que luego se convertiría en emblema de la pujanza internacional de las series españolas. Pocos meses después, Netflix presentaba con un lujoso despliegue sus apuestas europeas para la temporada y la de Álex Pina era tratada de joya de la corona de la plataforma. Por el mismo escenario que pisó Álvaro Morte en concepto de estrella pasaron también Lucy Liu y Alison Brie.

Pero en aquellos Feroz de 2017, La casa de papel era todavía solo producto Atresmedia. Y había gustado, pero no tanto. La Zona, exigentísima con el espectador, capitalizó muy bien su aura de serie buena-porque-sí y se hizo con varios premios gordos. “De los creadores de Crematorio” viste más que “del creador de El Barco”, las cosas como son. La Zona siempre fue más sexy. Y los encargados de votar en los premios Feroz, periodistas e informadores de cine y televisión, mucho más proclives a verla y perdonarle sus defectos. De hecho, muchos de esos desajustes serían en las reseñas y las críticas automáticamente convertidos en rasgos de estilo o “decisiones arriesgadas”.

Vista hoy, La Zona es una serie muy adecuada para una cadena de pago consolidada y adulta, pero casi incomprensible en una parrilla con ansias de atraer al mayor público posible en una marca recién nacida. Claro que, como bien dice Isabel Vázquez, “lo premium es esto”. El gran valor de La Zona en Movistar+ era, aunque parezca paradójico, ser absolutamente inviable fuera del privilegiado ecosistema de la plataforma televisiva de Telefónica.

Era, como las invendibles colecciones de alta costura de marcas de moda que viven de vender perfumes y pintalabios, una demostración de poderío, potencia de marca y compromiso artístico. Los productos destinados a generar suscriptores, a atraer espectadores de la televisión generalista, ya vendrían con Velvet Colección. Pero la marca se hace con cosas como Deadwood (HBO), Transparent (Amazon) o Mad Men (AMC). Y con La Zona. Y con La Peste.

Más injusto que dejar a La casa de papel sin premios (y dárselos a una serie que, a efectos, no ha visto casi nadie) es no premiar el trabajo que se hace en las series diarias. Pero de eso solo nos quejamos cuatro gatos. Los mismos que, cuando hay que votar en premios como los Feroz, preferimos El fin de la comedia o El Ministerio del Tiempo a Allí abajo o El Príncipe. Es muy probable que The Rock no vaya a ganar nunca un Globo de Oro. Es seguro que a él le da lo mismo.

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