¿Puede una serie ser “demasiado políticamente correcta”?
Las acusaciones contra ‘Doctor Who’ ignoran la historia pasada de la serie
Hace unos días, The Guardian publicaba una entrevista con David Tennant en la que se le preguntaba, sobre todo, por su podcast de charlas con famosos que acaba de lanzar, David Tennant does a podcast with. En sus tres primeros programas ha hablado con Olivia Colman, Whoopi Goldberg y Jodie Whittaker, ex compañera de reparto en Broadchurch y actual ocupante de un trabajo de le dio fama a Tennant hace una década, el del protagonista de Doctor Who, y era inevitable que la conversación no girara un poco en torno a esa serie.
En el podcast, Tennant y Whittaker hablan sobre la exposición pública asociada a ser el Doctor y tocan por encima la controversia generada en internet porque ese personaje ahora sea una mujer. The Guardian le pregunta directamente al actor por su opinión sobre las quejas de que la temporada 11 (la primera con Whittaker al frente de la TARDIS) ha sido demasiado políticamente correcta. La respuesta de Tennant es la misma que ha dado consistentemente cada vez que surge este tema:
“¿Es posible ser demasiado políticamente correcto? ¿Qué quiere decir eso? La inclusividad ha sido siempre uno de los puntos fuertes de ‘Doctor Who’”.
El Décimo Doctor siempre se sorprende de que esa serie reciba ese tipo de críticas porque, realmente, si algo la ha distinguido, especialmente en su era moderna, es su falta de prejuicios. Podía haber temas y personajes tratados de mejor o peor manera, pero era raro que el Doctor prejuzgara a alguien y, si lo hacía, se daba cuenta de su equivocación.
La undécima temporada ha suscitado quejas en el Reino Unido por haber dedicado un capítulo a Rosa Parks en el que sus dos protagonistas de color, Yaz y Ryan, hablan sobre los prejuicios diarios a los que se enfrentan sólo porque no son blancos, o por haber centrado en la partición de la India, un tema de cuyas consecuencias se habla muy poco, otro episodio. Las quejas siempre son las mismas: que si esas escenas están “metidas con calzador”, que si machacan mucho con la idea de que la población no blanca se encuentra a menudo en situaciones de desventaja, que si es exagerado que Michael Burnham, la protagonista principal de Star Trek: Discovery, sea tan inteligente…
¿De qué se está hablando cuando se habla de excesiva corrección política? Estas críticas concretas persiguen a Doctor Who desde el momento en el que se desveló la identidad de Jodie Whittaker como su nueva Doctora, hasta falseando datos de audiencia para justificar el supuesto fracaso que ha acarreado esa “deriva” (en realidad, ha sido de las temporadas con mejores cifras desde la cuarta, con Tennant al frente). No es extraño pensar que quienes protestan de esa manera contra la serie son los mismos que se sienten ofendidos porque la nueva trilogía de Star Wars tenga una mujer en su centro, o porque los repartos de bastantes ficciones se hayan abierto a personajes que no sean únicamente hombres blancos y heterosexuales.
El principal legado de Doctor Who es, precisamente, la aceptación de los demás tal y como son, la empatía y la falta de prejuicios. Un alienígena con la cara llena de tentáculos merece la misma consideración que Harriet Jones, primera ministra (sí, sabemos quién eres), y eso no ha cambiado con cada nueva iteración. En ocasiones, estas acusaciones de excesiva corrección política dicen más de quienes las lanzan que de lo que critican.