Columna | Cajón desastre
La bola de cristal de ‘Los Simpson’
La serie no “predice” el futuro; simplemente, está al tanto de lo que pasa en el mundo
¿Cuántas veces habéis visto por Twitter el ya clásico “esto ya lo predijeron Los Simpson cada vez que pasa algo increíble en el mundo? Se puede aplicar a políticos que cometen alguna estupidez, estrellas de Hollywood que meten la pata o gurús tecnológicos que empiezan a parecerse a villanos de James Bond; Los Simpson tiene siempre un episodio en el que da la sensación de que era capaz de adivinar el futuro.
En realidad, no es así, aunque lo parezca. Ocurría algo parecido con The Good Wife (y también con The Good Fight): si al ex presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, lo acusaban varias empleadas de un hotel de abusos sexuales, todo el mundo creía que los King lo habían predicho semanas antes con una trama que, en realidad, se inspiraba en un escándalo similar que le ocurrió a Al Gore años atrás. Y aquí tenemos la explicación, el truco de esa bola de cristal.
No es que estas series posean capacidades adivinatorias, sino que están muy atentas al mundo que las rodea. Las protestas contra la brutalidad policial en Estados Unidos han generado una situación que a muchos les parecía un crossover entre The Good Fight y Mr. Robot: ambas han reflejado cuestiones raciales y económicas que están ahí, en la sociedad, pero a las que no se presta atención hasta que el descontento no estalla en revueltas.
Cuando se destapó en 2014 el escándalo de abusos de Bill Cosby, a todo el mundo le sorprendía que 30 Rock hubiera incluido un chiste sobre ello algunos años antes; era un escándalo que ya se había hablado en su momento (las primeras acusaciones públicas datan de 2004) y que se conocía, aunque se hubiera quedado latente. Black-ish hizo dos capítulos alrededor del movimiento Black Lives Matter y hablando sobre la actitud de la policía hacia la comunidad negra que no es que supieran que estas últimas protestas iban a ocurrir: estas protestas ya habían tenido lugar antes.
Los guionistas de todas estas ficciones viven en sociedad, están en el mundo, y prestan atención a lo que pasa en él, así que sus series acaban reflejando eso. Ahora todos creemos ser Diane Lockhart intentando encontrarle algún sentido al mundo en The Good Fight: los King lo han sido desde el principio.