Mundo Anime: ‘Ghost in the Shell: Stand Alone Complex’

Con el estreno de ‘Ghost in the Shell’, recordamos una de sus series más conocidas

Roberto Pastor
Fuera de Series
6 min readMar 28, 2017

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Imagen promocional de ‘Ghost in the Shell: Stand Alone Complkex 2nd Gig’.

Con el estreno en nuestros cines de Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina llega a su fin el último recorrido de una franquicia no americana que se ve adaptada al mercado yanqui. Tras años de rumores y noticias sobre el posible reparto de la película, es más que probable que muchos no vean este estreno con el entusiasmo con el que lo recibimos los conocedores y fans de la obra original.

Un entusiasmo no carente de miedo por descubrir qué cosas se han perdido por el camino y qué ideas felices han sido añadidas a la fórmula original. Sea como sea el resultado, mucha más gente conocerá la gran obra del maestro Masamune Shirow, y eso es algo que siempre debemos celebrar.

Shirow fue uno de los pocos nombres que aterrizaron en nuestro país en la década de los 90, cuando estalló el conocido como fenómeno manga. Si bien muchas obras estaban orientadas a un público infantil o juvenil (como Dragon Ball, Dr. Slump, Kimagure Orange Road…), la obra de Shirow fue una de las pocas cuyo target era un público más maduro y ansioso por historias complejas envueltas por un trasfondo milimétricamente diseñado.

Entre los mangas de Shirow que acabaron en nuestras manos, hubo uno que destacaba sobre el resto, aunque no fue hasta el estreno en 1995 de su adaptación cinematográfica animada, cuando el fenómeno de Ghost in the Shell alcanzó su estatus global y dio pie a la primera de sus adaptaciones en televisión, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex.

A pesar de que su estreno en la televisión japonesa fue en 2002, no fue hasta 2006 que pudimos ver el inicio de esta gran serie en nuestras pantallas. Año en el que el que el fenómeno del manga y el anime estaba más que asentado en nuestro país pero que aún ofrecía hueco para propuestas alejadas del shounen, historias destinadas al público juvenil masculino. GITS: SAC no adapta fielmente el manga original de Masamune Shirow, sino que toma a sus personajes, y prácticamente la totalidad de su contexto, para crear nuevas historias a lo largo de los 52 episodios de sus dos temporadas.

Por resumir enormemente la compleja trama de GITS, ésta se centra en los miembros de la Sección 9, un cuerpo especial de operaciones encargado de resolver los casos más complicados de terrorismo, corrupción, cyber-ataques y similares. A la cabeza sobre el terreno de este recio grupo, se encuentra Motoko Kusanagi, y es aquí donde debemos parar para entender de qué trata GITS.

Nos encontramos en el año 2030 en un Japón que ha resurgido, tras la Tercera Guerra Mundial, como la última gran potencia mundial, cambiando el mundo entero gracias a su tecnología. No es nada extraño ver a la mayoría de la población con implantes cibernéticos que les permiten aumentar sus capacidades físicas, sensoriales y mentales.

La mayor Kusanagi, en ‘Stand Alone Complex’.

Esto último es una de las claves dentro del mundo de GITS. La humanidad ha ido dejando atrás su propia humanidad. Kusanagi es un cyborg completo, alguien que perdió su cuerpo a una edad muy temprana y cuya consciencia (también conocida como ghost) quedó grabada en un cerebro artificial que fue posteriormente introducido en un cuerpo sintético, con todo lo que ello supone.

En un mundo en el que prácticamente todo el mundo está modificado de alguna forma, y conectado directamente a través de su cerebro a una inmensa red, el concepto de realidad queda bastante difuso. Imaginad un mundo en el que la conexión a Internet fuera tan sencilla como “pensar” en ella. Donde las webs fueran entornos virtuales en los que cualquiera puede tomar la forma que desee y donde humanos e inteligencias artificiales interactúen sin discernirse entre ellas. Sí, esto es más grande que Matrix.

Bajo esta impresionante premisa es donde opera la Sección 9. Y si bien Kusanagi es una cyborg total, el resto de miembros del grupo, incluido su supervisor Aramaki, son humanos con diversas alteraciones, es decir, personas que, a pesar de haber recibido mejoras, siguen aferrados a lo que idealmente los define como humanos. Y eso es algo que choca de frente con el mundo al que se enfrentan.

Poster de la película en acción real de ‘Ghost in the Shell’.

En la trama principal de la primera temporada de GITS: SAC, un ciberterrorista conocido como “El hombre que ríe” infecta los cibercerebros de cualquier persona a su alcance para tomar el control total sobre ella. Anula completamente no sólo la personalidad de la víctima, sino sus recuerdos sobre todo lo que ocurre mientras estás siendo manipulada. Este no es el único ejemplo. No es nada raro ver tramas en las que los recuerdos de algunos sujetos han sido modificados a fin de cumplir cierto papel, o arcos argumentales en los que una inteligencia artificial ha alcanzado la autoconsciencia, empujándole a buscar más allá de los parámetros para los que fue originalmente programada.

Un ejemplo de esto último, y nada carente de humor, es el de los Tachikomas, un grupo de tanques autónomos de aspecto insectoide y controlado cada uno por una inteligencia artificial. Son los Tachikomas los que, curiosamente, se han convertido en todo un símbolo no sólo de Stand Alone Complex, sino de todo GITS, aportando un alivio cómico a la serie, así como algunas de las escenas de acción más espectaculares . Pero los pequeños Tachikomas no escapan a los dilemas que propone la serie, ofreciéndonos uno de los bottle episodes más memorables centrado en un enrevesado debate sobre la supervivencia de los graciosos tanques.

Es en capítulos como éste donde se deja ver el legado de Shirow a través de Kenji Kamiyama, director y guionista de la serie. Un legado que es, a su vez, su mejor activo y su mayor hándicap, y es que las historias de Shirow no son conocidas por su accesibilidad, sino por la exigencia de la total atención del espectador, el cual es recompensado por una historia policial y política de una profundidad muy poco habitual no sólo en el mundo del anime, sino en el de cualquier serie de televisión.

Ghost in the Shell: Stand Alone Complex nació a raíz de un manga creado en 1989 y ahora, en 2017, ve cómo su mundo llega a nuevas cotas de público gracias a su adaptación cinematográfica occidental. Cierto es que, en aras de despertar el interés del mayor público posible, veremos una versión “simplificada” de todo el universo de GITS, pero si eso significa que más gente se anime a descubrir el resto de las adaptaciones de la obra magna de Shirow, bienvenida sea la simplicidad. Stand Alone Complex será el paso siguiente perfecto.

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