‘The Mandalorian’: de plan B de la franquicia a salvar la Galaxia

De cómo el proyecto voló bajo del radar, incluso para la propia Disney

Juan Francisco Bellón
Fuera de Series
4 min readNov 5, 2020

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(Fuente: Disney+)

No es ningún secreto a estas alturas que las últimas películas de Star Wars no han sido el éxito de público y fandom que Disney esperaba. Es cierto que hicieron una millonada (para variar), pero el ambicioso plan de estrenar una película por año y arrasar en taquilla se vio truncado por diversos motivos. Con The Mandalorian, al contrario, sorprende cómo la serie consiguió volar por debajo del radar y llegar airosa a un estreno que sorprendió a propios y extraños por su buen hacer, su lore bien cohesionado y grandes dosis de molonidad.

Estando Disney inmersa en la gran campaña publicitaria del Star Wars: El ascenso de Skywalker y teniendo entre manos una serie que en ese momento se atisbaba como algo menos llamativo, John Favreau y Dave Filoni pudieron hacer y deshacer a su gusto y tejer un mundo que tuviese una identidad propia y, a la vez, más fidelidad a la saga de George Lucas que la última trilogía estrenada en cines. Lo mejor de esta suerte de plan B es que ha resultado ser más coherente para los fans, no solamente con las anteriores trilogías, si no también con las series de animación Star Wars: Clone Wars y Star Wars Rebels (de las que procede Filoni), e incluso con videojuegos como los clásicos Knights of the Old Republic.

Pero, ¿por qué la saga cinematográfica ha fallado donde la serie ha triunfado? No ha sido, desde luego, por falta de nombres importantes en la industria (J.J. Abrams, Lawrence Kasdan, John Williams, Harrison Ford…). La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece: les han dejado trabajar y llevar hasta el final su visión del proyecto. Cuando tienes a la gente adecuada es imprescindible dejarles hacer, ya que muchas veces ellos mismos son los mayores fans de los universos en los que trabajan. Y en este caso, así ha sido.

Entonces llegó… El Niño. Baby Yoda fue un pelotazo estratosférico a nivel de redes y llamó la atención incluso de quien no tiene Star Wars en su lista de favoritos. Tal fue el bombazo que pilló en bragas a uno de los puntales de la macroempresa americana, el merchandising, ya que no hubo muñecos del personaje hasta meses después, estando en plena campaña de ventas navideñas. Es la mejor prueba de que el proyecto voló bajo el radar y que incluso la propia Disney no era consciente de lo que tenía entre manos.

Abriendo un nuevo camino para la fuerza

Lo curioso es que no solamente ha servido como plan B empresarial para Disney, sino para la propia historia tras la trilogía clásica. Tal vez el futuro de The Mandalorian acabará enlazándose con la trilogía de Rey y Kylo Ren, pero visto el mal sabor de boca que dejó Star Wars: El ascenso de Skywalker cuesta creerlo. De esta manera, y gracias a El Niño, tenemos en esencia ese mismo despertar de la fuerza, narrado con un camino distinto y cohesionado con todo el universo galáctico, no solamente con la saga Skywalker.

Obviamente Disney ha tomado nota de todos estos resultados: la trilogía de Han Solo está más que muerta en los cines y muchos rumores sobre proyectos que continuarán a lo visto en las salas. La trilogía de Obi Wan Kenobi también ha apartado su camino de la gran pantalla y emprenderá su viaje por los senderos del streaming. Podría decirse que no es que The Mandalorian sea el plan B, sino que se ha convertido en el plan B, C, D, E… y no decimos el A todavía porque no querrán renunciar a vender millones de entradas de cine, siempre y cuando el Covid no propicie un cambio de rumbo con Star Wars en este sentido.

The Mandalorian ha conseguido algo impensable: pasar de ser el proyecto soñado en cines por Joe Johnston (creador de Boba Fett) y Johs Trank a convertirse en una serie de televisión que se ha erigido como el activo más interesante de toda la franquicia. Nadie sabe como serán los próximos proyectos de cine y televisión de Star Wars, pero no cabe duda de que The Mandalorian nos ha enseñado que este es el camino.

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