El reflejo

Guillermo Peris
2 min readMay 21, 2018

--

Aquella mañana, cuando se situó delante del espejo, observó que había desaparecido su reflejo.

Apenas le sorprendió. Hacía unas semanas que había notado con estupor que su imagen especular se difuminaba poco a poco. Al principio lo achacó a algún problema de visión debido al cansancio o al estrés en el trabajo. Pero a medida que pasaban los días se repetía esa visión desvanecida y comprobó que sólo ocurría frente al espejo, que era capaz de distinguir su propio cuerpo y que las personas con las que se cruzaba se dirigían a él de forma normal. Que no estaba volviéndose invisible, vaya.

Más bien se estaba convirtiendo en un espectro.

Pasó unos días analizando esa desaparición gradual y generando hipótesis aventuradas que la pudieran explicar. Poco a poco, fue desechando varias ideas descabelladas mientras una teoría iba ganando fuerza: empezó a pensar que lo que se estaba disolviendo no era él, sino su forma de ser, el que siempre había sido. Sus ideales de juventud, sus principios más básicos a los que nunca había pensado que renunciaría, habían empezado a derrumbarse debido al transcurrir de la vida, a malas experiencias, a desengaños.

Sus cuarenta-y-tantos años de vida atormentada, sus vaivenes sentimentales, sus falsas esperanzas y expectativas incumplidas, habían acabado por erosionarle, fragmentarle, desmontarle en pequeñas piezas inconexas. En otras palabras, había acabado muriendo su esencia, su alma, convirtiéndose en un fantasma, un cuerpo muerto sin orientación.

O quizá no. Quizás, más que morir, esta desaparición de viejos principios era un nuevo principio en sí mismo, una nueva forma de ser, un nuevo yo. Y este proceso no era más que una transformación a un nuevo individuo, una metamorfosis en la que se deshacía de una vieja piel para crear una nueva, más resistente a los golpes de la vida.

Cuando regresó al espejo al día siguiente, este tenía un aspecto como empañado tras una ducha de agua caliente. Pasó la mano por él y nada cambió. Fijándose con atención, adivinó una forma, una persona en el reflejo. Se parecía a él, al que había sido, pero había notables diferencias: era una nueva versión de sí mismo. Quizás en los días siguientes se iría definiendo el reflejo, concretando, perfilando la definición de su yo.

Este relato participa en la convocatoria de @divagacionistas sobre #relatosFantasmas de mayo de 2018.

Si os ha gustado os animo a que lo compartáis con quien queráis. Y podéis aplaudir al final del artículo.

--

--

Guillermo Peris
Fuga de pensamientos

Aprendiendo a divulgar ciencia y desmontar pseudociencias. A veces escribo cuentos. Y a veces bailo. Cientifista (eso me dicen).