El tiovivo

Guillermo Peris
Fuga de pensamientos
2 min readSep 11, 2017

--

Por un instante le invadió el sentimiento de retorno a un lugar conocido, cómodo, el chisporroteo de brasas y olor a leños quemados. Pero solo fue eso, un breve momento. A continuación, fueron la brisa del mar y el salitre en la piel, y posteriormente un riachuelo de agua fresca y el sonido del viento entre los árboles.

Cada uno de esos momentos le hacía sentirse cómodo en una vuelta a un punto de origen que le envolvía de placidez. Pero, con el tiempo, se dio cuenta de que realmente cada uno de esos instantes, lugares, personas, no eran más que instantáneas de una rueda con un orden preciso, minucioso, en el que una seguridad seguía a una inquietud, a esta un reto, un fracaso y, por fin, un nuevo inicio. Y que había pasado tantas veces ese proceso, ese carrusel de situaciones familiares, de estados personales repetidos, que ya se sentía cómodo en cada uno de ellos. Ya sabía cuál sería el siguiente paso, un regreso que anhelaba pero que, en el fondo, no era más que la vía de escape hasta otro refugio algo más lejano.

Y nunca terminaba de entender que era su propio anhelo por el siguiente momento fugaz de paz el que le tenía esclavizado en esa rueda de lugares cálidos y confortables. No veía que la auténtica felicidad —si acaso se pudiera definir, si acaso meramente existiera— no estaba en el regreso a la siguiente etapa de su viacrucis, sino en la huida, en la fuga a lugares ajenos a la paz que buscaba, extraños, desconocidos.

Una huida que le alejara de la comodidad de lo reconocible, de la calidez de una habitación acogedora, del piar de un gorrión confundido por la brisa, de la seguridad de una barandilla en una subida hacia ninguna parte. Una huida hacia lo desconocido, en busca de algún lugar ignoto y lejano del que no regresar jamás a ese tiovivo eterno.

Si os ha gustado os animo a que lo compartáis con quien queráis y a dar los aplausos que consideréis oportunos (mira al final del artículo).

--

--

Guillermo Peris
Fuga de pensamientos

Aprendiendo a divulgar ciencia y desmontar pseudociencias. A veces escribo cuentos. Y a veces bailo. Cientifista (eso me dicen).