Mi primer tren

Guillermo Peris
Fuga de pensamientos
2 min readFeb 20, 2017

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Recuerdo un alboroto a mi alrededor poco habitual —entonces yo estaba acostumbrado a un silencio sepulcral, sobre todo durante mis numerosas horas de sueño—, barullo en el que confluían las conversaciones de la gente y una megafonía estridente. También recuerdo una luz cegadora que imagino que debía de iluminar mi rostro sorprendido.

Un grupo de personas se apiñaba frente a una valla y hablaba con gente que se encontraba al otro lado —supuse, porque yo no veía a nadie ya que me deslumbraba la luz. Observaba todo el espectáculo con una sorpresa mayúscula aumentada por la vista panorámica desde los hombros de mi padre. Delante de nosotros, una mujer acompañaba a una niña de unos 3 o 4 años, algo mayor que yo.

Tras entregar un par de tiques a un señor cuya cabeza coronaba una gorra y después de pasar un torno, accedimos a un vagón y mi padre me sentó a su lado en un asiento libre. La mujer y la niña que nos antecedían ocuparon los asientos enfrente de nosotros, de espaldas, así que podía ver el cogote de la mujer y la coleta con lazo verde de la niña.

De repente sonó un silbato y empezamos a movernos. Mi padre me pasó una mano sobre la cabeza, acariciándomela mientras me calmaba —yo no estaba nervioso, sino más bien en un estado de alerta. «No te preocupes, no pasa nada. Ya verás cómo te diviertes».

Al poco de iniciar la marcha, entramos en un túnel. Mi padre me abrazó con fuerza, como si reaccionara a un miedo o queja no expresada. No recuerdo sentir ninguna inquietud, sino más bien una cierta expectación.

La luz que presagiaba el final del túnel se hacía cada vez mayor. De repente, una sombra oscureció su brillo.

No lloré. No pasé miedo. Simplemente me quedé bloqueado por la sorpresa tras el primer golpe de escoba.

Este relato participa en la convocatoria de @divagacionistas sobre #relatosTrenes de febrero 2017.

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Guillermo Peris
Fuga de pensamientos

Aprendiendo a divulgar ciencia y desmontar pseudociencias. A veces escribo cuentos. Y a veces bailo. Cientifista (eso me dicen).