Accionismo vienés o el lenguaje brutal del cuerpo
El arte es escupir bilis sobre el campo y cosechar las opiniones de las víboras
Günter Brus
El contexto histórico-social nos ubica en la década de los 60 y principios de los 70, donde en gran parte de Europa y América acontecen el despertar de revoluciones sociales debido a múltiples factores de aspecto económico, político, social: guerras, desempleo, alienación a un estilo de vida prometido pero nunca alcanzado, la búsqueda de la identidad sexual y la liberación de la mujer.
Algunos movimientos artísticos tienen un enfoque mas comprometido con las incipientes luchas sociales, abordándolos más frontalmente, convirtiendo al artista en una especie de mediador social. Muchos de ellos desafían los límites artísticos de una manera brutal y descarnada, llevando al terreno de la acción el arte, entre ellos se encuentra los miembros del Accionismo Vienés.
El Accionismo Vienés (Wiener Aktionismus) fue un breve movimiento artístico del siglo XX. Entre sus principales representantes se encuentran Günter Brus,Otto Mühl, Hermann Nitsch, Rudolf Schwarzkogler, algunos incluyen a Gina Pane dentro de este grupo aunque haya realizado su carrera en paralelo. Es difícil que el nacimiento de un movimiento artístico tenga un solo responsable, normalmente surgen a lo largo de un periodo de tiempo en distintos lugares a la vez y por varios grupos.
El colectivo desarrolla la mayor parte de sus actividades accionistas entre 1960 y 1971. Hermann Nitsch llegó a decir:
El accionismo vienés nunca existió como grupo. Simplemente, un buen número de artistas reaccionaron contra la situación en la que el arte y ellos mismos se encontraban, con la casualidad de que todo ello sucedió en la misma época y tuvo similares significados y resultados.
A partir de la interpretación de las teorías de Sigmund Freud sobre sublimación, tabúes, liberación de la represión de forma abrupta para un fin catártico, desarrollaron prácticas corporales provocativas y violentas, abarcando temas como religión y sexualidad, exponiendo en carne viva la frustración que provocaba uno sobre el otro en la vida del ser humano. Consiguieron huir de las limitaciones del arte plástico de la época, encontrando en la desobediencia a las restricciones morales y sociales, combinando lo sublime con lo grotesco. La obra de arte ya no era un simple cuadro pegado a la pared, el propio artista debía fundirse con su obra.
Mi cuerpo es la intención. Mi cuerpo es el evento. Mi cuerpo es el resultado.
Günter Brus
Un día se despertó con una profunda sensación de ridiculez al pintar con una sola mano, ¿por qué no utilizar todo el cuerpo?, ¿por qué no utilizar los fluidos que el mismo producía? Citado como uno de los más radicales, no dudaba en autolesionarse para utilizar su sangre y excrementos sobre sus lienzos. Cuando empezó a realizar sus performances en público, en varias ocasiones la pasó tras las rejas durante meses por «violación de la moral y la decencia»
El desarrollo artístico del vienés apunta al antirromanticismo y a la imaginación literaria contaminada por los excesos del expresionismo dentro de las artes en ese entonces.
Algunas de sus acciones pueden verse en youtube, como Automutilación y Prueba de resistencia. Se puede observar como Brus, en estado de éxtasis, se abría las carnes, escarbaba en sus heridas para finalmente a unirlas con hilos. Según él pretendía «suprimir los últimos elementos expresivos y superar la cuestión de las lesiones de una vez por todas».
((Catarsis durante el delirio que provocaba el dolor. Comparto mis vísceras para hacer comunión))
El arte es el purgatorio de los sentidos
Rudolf Schwarzkogler
De acciones íntimas, elegíacas, incorporó la filosofía oriental a su trabajo, conceptualizó su estética a través de la crueldad y un sufrimiento silencioso. Cada aktion se lleva a cabo bajo la sugestión un ambiente hospitalario: vendajes, jeringas, utensilios quirúrgicos. Se expresaba de forma fría asfixiando su cuerpo
Más introvertido, sus obras no se llevaban en presencia de un público sino frente a unos pocos miembros de su círculo. Lo registraba todo a través de fotografías y videos, sin embargo nunca los exhibió en vida.
Irónicamente, fue el único dentro del grupo vienés que solo aludía a la violencia sin caer en ejercerla sobre sí mismo, se suicidó en 1969 lanzándose al vacío desde la ventana de su apartamento.
Se consideraba a sí mismo, anti-artista y mediante sus acciones buscaba contaminar y herir el aséptico cuerpo social.
Piedad Soláns en su libro Accionismo Vienés comenta:
“En Acción 6 (1966) las relaciones de Schwarzkogler con el pollo muerto o su relación nutricia con la alquimia química al absorber líquido por una sonda son políticas, y van más allá de la política en cuanto a que tienden a destruirla para evidenciar (lo irresoluble de) el problema humano. Como todo lo nutricio, están cargadas de erotismo y de sexualidad, en este caso desviadas y canalizadas a través de la farmacia y el aparato tecnológico. El cuerpo chupa, absorbe, aspira, succiona, palpa, mama…, pero no de una carne nutricia, sino de los aparatos clínicos y los líquidos químicos. El cuerpo no está conectado a una red vital, sino a unos circuitos eléctricos: cables y alambres estrangulan su movimiento, su estremecimiento, su ondulación. La desnudez no evoca la suave caricia erótica, la piel, la calidez, la tersura, sino la opresión, la aspereza y el tacto rugoso de las vendas. Todo el cuerpo huye y confluye hacia el daño, hacia la enfermedad, hacia la ausencia. Todo en el cuerpo es invasión y pérdida. La sexualidad de Schwarzkogler es una sexualidad estrangulada, herida, castrada; (…)”
El cuerpo, la herida y el otro.
La herida es la memoria del cuerpo; memoriza la fragilidad, el dolor, es decir, su existencia real. Es una defensa en contra del objeto y de las prótesis mentales.
Gina Pane
Elemento clave para la fundación del movimiento Body art en Francia. A inicios de 1970 Gina Pane crea obras que deambulan por los extremos de las esferas del ser humano: entre el arrebato violento y la ternura, los temores de la infancia que evolucionan a una neurosis en la edad adulta, entre el gesto radical y las formas sensuales.
En 1971 Gina Pane crea un performance en su estudio en París titulado “Escalade non anesthésiée” . La acción consistía en subir por una escalera con bordes metálicos sobresalientes añadidos en cada peldaño, los cuales laceran sus pies y manos durante el ascenso. Según la artista el acto se proponía en “denunciar el cuerpo controlado socialmente por la violencia y el poder, trayendo a la superficie un dolor demasiado oculto o anestesiado” . Fue su primer performance que inaugura el quiebre en su carrera.
En la pieza Psyché (1974) se infligió una herida sobre su vientre: un corte vertical y otro horizontal de los que su ombligo era punto central, aludiendo al carácter procreador de la mujer.
Es notable como a diferencia de los miembros del grupo vienés, Pane incorpora la iconografía religiosa a sus obras, abriéndose a una actitud de reencuentro y unificación de las áreas biológicas/terrenal (sangre, maternidad) y mística(cruz cristiana).
En su performance “Acción sentimental”, la artista francesa decora su brazo con espinas de rosas, mientras se corta la palma de la mano izquierda con una cuchilla de afeitar, dejando que la sangre resbale entre los dedos.
«Yo, la artista soy los otros; a ustedes me dirijo por que son la unidad de mi trabajo: el otro. […] Si yo abro mi cuerpo es para que ustedes puedan recordar su sangre, es por amor hacia ustedes: al otro».
((Cuerpo como campo de batalla, cuerpo como instrumento que anula las fronteras conceptuales del masoquismo exhibicionista y el body art. El cuerpo como unidad de medida del sufrimiento y la resistencia, recurriendo en la reelaboración de arquetipos o su completa anulación)).
