“La capacidad física no hace a los hombres mejores árbitros, nosotras nos preparamos igual que ellos”

El arbitraje femenino está creciendo en los últimos años, aunque aún le quedan muchas barreras por romper

Christian Marques Navarro
FutbolistAs
5 min readApr 27, 2018

--

En uno de los vestuarios del pabellón Esperanza Lag de Elche, y a escasa media hora de arrancar su entrenamiento, nos reciben Diana Ponce de León Pomares (19 años) y Blanca Andreu Martínez (18 años), dos árbitras en su segundo año que están descubriendo juntas lo que es ejercer esta profesión tan castigada, siendo mujer. Es complicado no percatarse del ruido procedente del vestidor de enfrente, se escucha en todo el pasillo: sus compañeros de trabajo. Ellos solos son casi más que las aproximadamente 20 árbitras federadas en toda la provincia de Alicante. El contraste es evidente, y sus palabras no desentonan con el escenario.

Pregunta: ¿Qué os llevó a escoger el arbitraje?

Blanca Andreu: Mi padre es árbitro desde hace muchos años y él me insistía mucho. Al principio era un rotundo no, pero poco a poco me fui animando. Un día dije “voy a probar” y ahora es una de mis pasiones.

Diana Ponce: Yo jugaba a fútbol sala, y me metí de árbitra en fútbol 11 creyendo que me iban a dejar seguir jugando a sala. Así que tuve que decidir y decidí quedarme con el arbitraje porque me gusta mucho.

P: ¿Cuál es vuestra meta?

Ambas: Llegar a primera división femenina

P: Este año han instaurado la regla de que en primera división femenina solo piten mujeres ¿Os parece un paso acertado?

D: A mí me parece bien

B: Es una oportunidad única que nos dan a las mujeres, porque llegar a primera división masculina para una mujer es casi inalcanzable. Las pruebas físicas que se piden son inhumanas para las chicas, competimos contra la mejor marca de los chicos.

“Las pruebas físicas que se piden para arbitrar en primera división masculina son inhumanas para las chicas”

P: ¿Pensáis que esa diferencia en las pruebas físicas hace mejor a un árbitro de primera división masculina que a una árbitra de primera división femenina?

D: No tiene nada que ver, tenemos los mismos cursillos, vamos las mismas convenciones… lo único que cambia es el físico.

B: Todo igual.

P: En Alemania ya hay una árbitra pitando primera división masculina ¿creéis que eso en España se vería bien?

D: La verdad es que no.

B: Viendo las cosas que he visto en los campos, no creo. Pero tengo esperanza de que la sociedad vaya avanzando según se incorporen más mujeres en el mundo del arbitraje, que es necesario. La gente ve a un hombre pitar y le da tranquilidad, nos ven a nosotras y ya se sienten inseguros, creen que el partido va a ser un caos y no tienen por qué, yo puedo pitar igual que como puede pitar un hombre.

P: Independientemente que sean mujer o hombre en los cursos que os dan, ¿os enseñan de alguna manera a llevar los insultos y las cosas que puedan pasar cuando arbitráis un partido?

B: Sí. Yo me acuerdo que el primer año se nos dijo que las chicas íbamos a escuchar el “vete a fregar” y otro tipo de insultos que los chicos no. Se te dice a lo que te vas a exponer y con lo que vas a convivir. Se van viendo noticias en la televisión de que a una árbitra le ha pasado algo en un partido y eso se comenta en los grupos de árbitras, en las convenciones, pero a sobrellevarlo aprendes tú partido a partido.

“Desde la preparación te advierten a lo que te vas a exponer y con lo que vas a convivir, pero a sobrellevarlo aprendes tú”

P: Cuándo habláis de las cosas que habéis visto en el campo ¿a qué os referís?

B: A mí me han dicho de todo, me han insultado, he llegado a escuchar barbaridades… incluso en un partido de niños de ocho años. Que sus propios padres estén diciendo esas cosas y que los críos tengan que estar escuchando esas cosas cuando el fútbol es para divertirse, para que disfruten, para educar… que se escuchen esas cosas por el machismo de que esté pitando una mujer es fuerte.

D: Luego llegas a un partido con los de quince años y te dicen lo mismo porque lo han escuchado de sus padres.

P: ¿Pensáis que los jugadores os tratan diferente por ser chicas en categorías como cadete o superiores?

D: Quiero pensar que no.

B: Eso depende de la manera de pitar, yo soy más estricta. Soy de salir al campo y decir: como sé que lo voy a tener más duro, me voy a imponer. Esa fuerza es por consejos de mi padre y mi tío, que también ha sido árbitro. Eso no debería ser así, yo no debería imponerme más que un hombre para poder llevar un partido de forma amistosa y que no pase nada.

“Yo no debería imponerme más que un hombre para poder llevar un partido de forma amistosa”

P: Y los entrenadores, ¿se exaltan más de lo habitual al estar arbitrando una mujer?

B: Algunos sí, se intentan poner por encima de ti o cuestionan las jugadas. Otros son súper agradecidos, sobre todo en el fútbol femenino. Una entrenadora me comentó que estaba encantada de que haya mujeres arbitrando, porque los hombres suelen pitar a las mujeres con más soberbia. Creen que es un fútbol más aburrido, más lento.

P: Y por cerrar el círculo, ¿cómo es esa relación con vuestros compañeros árbitros?

B: Hay mucho compañerismo, nos apoyamos mucho entre nosotros. Yo recuerdo que este año cuando empezamos a salir de asistentes en Elche no se había visto ninguna asistente y para la gente ver eso era lo peor que podían ver. Fue un proceso de adaptación para ellos y para nosotras, pero los árbitros siempre nos facilitaban eso de “si pasa algo decirlo que hablamos con el delegado y miramos qué hacer”.

Redacción: Nathaly Santacruz

Entrevista: Christian Marques

Fotografía: Zaira González

--

--