Rocío Ortega | Entrenadora del Benjamín “B” del Villena CF

“Quiero que los niños, desde pequeños, vean normal que una chica les entrene”

La entrenadora del Benjamín “B” del Villena CF asegura que el club le exigía el título para poder entrenar solo por ser mujer

Ana Beatriz Micó
FutbolistAs

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Foto: Yolanda Céspedes

Vive por y para su pasión: el fútbol. Imparte clases de fútbol sala, juega en un equipo femenino y, además, entrena a un benjamín masculino. Desde los cinco años tuvo claro que este deporte iba a ser su vida y así lo está siendo. Ella es Rocío Ortega (Villena, 1996). La mujer que llegó al Villena CF para quedarse y despuntar.

Pregunta: ¿Es posible vivir del fútbol femenino en España?

Respuesta: Vivir del fútbol femenino en España es imposible. Yo llevo ocho temporadas en el Villena CF. He recibido ofertas de otros equipos y no me he ido. Sin embargo, si hubiese sido un hombre sí lo hubiese hecho.

P: ¿Tuviste algún problema en el colegio por ser chica y practicar fútbol?

R: En el colegio y el instituto, con los compañeros, no. El primer problema empezó en la época del instituto, cuando tuve que pasar al Villena CF. Tenía que jugar con chicos más pequeños porque no me querían hacer la ficha con los de mi edad por ser mujer.

Rocío fue la única chica que había en el curso que realizó para formarse como entradora y llegó a notar un trato diferente por parte de los profesores

P: ¿Hay muchas mujeres en los cursos de formación para poder entrenar?

R: Cuando yo me presenté al curso, fui la única mujer en los tres niveles. Hice pruebas físicas y exámenes teóricos exactamente iguales que los hombres. Los profesores me decían que si estaba cansada, podía parar. ¿Por qué me decían eso a mí por ser mujer y al resto no?

Sin embargo, con los compañeros no tuve ningún problema. En ningún momento me sentí diferente o inferior. Es más, acabé las pruebas físicas mejor que algunos de ellos.

P: ¿Es gratificante ser la primera y única mujer entrenadora del Villena CF?

R: Sí. En el club me tratan muy bien, al igual que los niños y sus familias. Aunque al principio el club me puso pegas. Me exigían tener el título de entrenadora para poder entrenar a un equipo masculino por ser mjujer. Mientras que la mayoría de entrenadores del club no son titulados.

P: ¿Para entrenar al equipo femenino no te exigían el título?

R: No. Estuve entrenando al equipo femenino de niñas pequeñas y ahí no me lo exigieron. Pero decidí entrenar al Benjamín masculino para concienciar a los niños de que una mujer puede entrenarles perfectamente igual que un hombre.

Rocío comenzó a jugar al fútbol con cinco años en el colegio. | Foto: Yolanda Céspedes

P: ¿Has sufrido machismo en algún partido?

R: No he tenido problema con los entrenadores de otros equipos ni con los padres de los rivales. Todo lo contrario. Han alabado mi trabajo. Una vez mis jugadores perdieron un partido 3–1 y se me acercó un padre del otro equipo y me dijo que habíamos jugado muy bien.

“No he tenido problema con los entrenadores de otros equipos ni con los padres de los rivales”, aseguraba la joven entrenadora ante una posible discriminación

P: ¿Qué valores quieres transmitir a tus jugadores?

R: Trato de inculcarles mi experiencia y los valores que necesitan en su vida diaria: la disciplina, el respeto y el compañerismo. También intento hacerles ver que para conseguir algo hay que esforzarse.

P: Cuando perdéis, ¿cómo les motivas?

R: Una vez nos remontaron un partido que íbamos ganando 4–2 al descanso y al final perdimos 5–7. Los reuní a todos en un círculo y les hablé sobre lo que me había gustado y lo que no. En esta ocasión les dije que ningún rival es malo y que en el momento en que te descuidas, remontan. Y solo veinte minutos de despiste te cuestan tres puntos.

“Trato de inculcar a mis jugadores disciplina, respeto y compañerismo”, explicaba sobre su trabajo Rocío Ortega

P: Además de reunirles al final de cada partido, ¿tienes alguna otra manía en el banquillo?

R: Aplaudo todo lo que hacen bien y intento que mejoren lo que hacen mal en el partido. También me he tirado al suelo porque han fallado y he imito el gesto cuando van a chutar el balón. Los padres me dicen que me van a grabar para hacer una película.

Rocío empezó a jugar a fútbol con cinco años en el colegio | Foto: Yolanda Céspedes

P: Los jugadores y la gente de tu alrededor, ¿valoran tu trabajo?

R: Este trabajo es vocacional, no está pagado. Cada día dedico hora y media en mi casa preparando entrenamientos. Además, grabo todos los partidos y los veo dos o tres veces para ver fallos y poder corregirlos. No se valora lo suficiente.

“Para entrenar hay que estar muy preparada, saber aceptar las críticas y ser mentalmente fuerte”, explica la deportista

P: ¿Qué destacarías de todo lo aprendido en tu etapa como entrenadora?

R: Destacaría que el buen entrenador no es el que gana todos los partidos. Sino, el que es capaz de mejorar al equipo. Y en el tiempo que llevo entrenando a los niños he visto margen de mejora.

Eso sí, para ser entrenadora se necesitan ganas y saber aceptar las críticas. Tienes que estar muy preparado y ser mentalmente fuerte.

Fotografía y audio: Yolanda Céspedes

Entrevista: Ana Beatriz Micó

Redacción: Yolanda Céspedes y Ana Beatriz Micó

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