¿Por qué no debes renunciar a tu hora de comida por trabajar más?

Victoria147
Work & Money
Published in
3 min readJun 24, 2019

Por Victoria147

¿Cuántas veces te has encontrado a ti misma comiendo y tecleando frente a la pantalla de la computadora? Seguramente alguna vez (o más) has sacrificado tu hora de comida para seguir trabajando y terminar a tiempo tus pendientes; pero te tengo una noticia, esta práctica, quizá normalizada en tu oficina, es una muy mala costumbre que debes erradicar lo antes posible.

Es una analogía muy cliché y explotada, pero nuestro cuerpo sí es como una máquina, y como cualquier máquina necesita parar y enfriarse un poco para funcionar correctamente. Estar sentada durante 8 horas seguidas con pequeñas pausas sólo para ir al baño, no tiene nada de saludable.

Necesitas despejarte, estirarte y darle a tu cuerpo el combustible que necesita para terminar la jornada laboral. Es muy común, sobretodo en ambientes muy corporativos, que los empleados gasten muchísimo en comida a domicilio, la reciben en la “puerta de su lugar” y la comen ahí mismo, mientras responden correos o hablan por teléfono.

Quizá tu idea es proyectar una imagen de responsabilidad extrema, pero lo único que estás haciendo es llevarte cada día más cerca del burnout (trastorno psicológico causado por un estado de agotamiento físico, emocional o mental).

Tomarte una hora para almorzar no significa que estés perdiendo el tiempo o te estés dando un lujo en tu rutina laboral, es un momento que puedes aprovechar para construir mejores relaciones con tus compañeros de trabajo, e incluso involucrarte en proyectos más interesantes para ti, cuando la gente se desenvuelve en un ambiente más relajado surgen ideas que no se generan cuando estás en una junta.

Comer frente al computador tampoco es bueno para tu peso, pues tu cerebro está concentrado en más de una actividad y recibiendo distintos tipos de estímulos; es probable que luego de comer salgas en busca de snacks o dulces porque no estuviste realmente presente a la hora de ingerir los alimentos, o todo lo contrario, ni siquiera terminas tu comida por estar haciendo otras actividades.

Si de plano tus compañeros de trabajo son muy pesados y no quieres comer con ellos, usa esa hora para leer una novela, salir a caminar o hablar por teléfono con algún familiar o amigo.

Si luego de esto, aún te cuesta despegarte de tu lugar de trabajo reflexiona los siguientes puntos e intenta cambiar:

-¿Qué te impide moverte de tu escritorio y cómo podrías cambiarlo?

-Si te tomas una hora para despejarte, retomarás tu trabajo con más entusiasmo y serás más productiva, (aunque no lo creas).

-Agenda la hora de comida en tu calendario y tómalo como una actividad a realizar en tu rutina laboral, incluso puedes invitar a distintos amigos o compañeros de trabajo a comer contigo fuera de la oficina.

-Por seguridad de tu computadora, ¡no comas en tu escritorio!

Y tú, ¿conoces a alguien que siempre coma frente a la computadora?

--

--