Dr. Irwin Adam: Evolución de la alimentación
Las acciones de los humanos se están volviendo aparentes en el espacio geológico. Tenemos un nuevo desafío, tenemos que alimentar a toda la población mundial. Tenemos que hacerlo de una forma que nos otorgue nutrientes, pero que también proteja a la Tierra.
Este fenómeno de falta de alimentación ya ha pasado antes, en el siglo XX y la respuesta fue “La Revolución Verde.” La solución: nuevas variedades de granos de trigo y arroz. Esto no sucedió sin problemas, para producir alimentos en esta cantidad, se debían utilizar fertilizantes. Se resolvió un problema a corto plazo, pero resultó en un problema a largo plazo.
Aunque se salvaron millones de vidas, mil millones de personas siguen con hambre y un tercio de toda la comida producida globalmente se desperdicia. La tierra que usamos ahora no es más tan fértil como antes. La cantidad de carbono en la tierra está disminuyendo rápidamente.
Solo la agricultura produce 15% de la emisión de gases de efecto invernadero. Si queremos cumplir nuestra meta de cambio climático en 50 años, tenemos que hacer cambios hoy.
“No hay una sola acción que va a transformar todo, será una combinación de acciones. Necesitamos producir más comida pero de forma diferente” — Irwin Adam.
La agricultura ha adoptado la tecnología más rápido que otros sectores. La tecnología empodera a los agricultores de una forma revolucionaria, pueden programar tractores con sus celulares para que realicen tareas de forma remota, como rociar los cultivos guiados por mapeos satelitales o que agricultores en Areguá puedan identificar problemas con sus cultivos con una aplicación, la tecnología permite que pequeños agricultores puedan mejorar sus cultivos de forma accesible.
La tecnología influye actualmente en la agricultura desde diversas aristas:
- La planta ideal: El rol de las plantas en el cambio climático es gigante. Las plantas que usamos para la agricultura pueden reducir el dióxido de carbono de la atmósfera.
- Closed system farming: la agricultura de ambiente controlado permite cultivar todo lo necesario en un ecosistema cerrado.
- Personalización de los alimentos: puede ser una tecnología provocativa que puede cambiar la forma en que producimos los alimentos.
- Agricultura celular: Se puede crear proteínas, como leche, quesos e incluso carne en un laboratorio, sin animales.
- Proteína basada en vegetales: Como consumidores debemos ser críticos de esto porque “basada en vegetales” no necesariamente significa saludable, sino una proteína más sustentable.
“Tenemos la responsabilidad de transformarnos a nosotros mismos y al mundo alrededor nuestro. Debemos examinar la comida que hay en nuestro plato y preguntarnos, ¿cómo podemos diversificar esto?”, nos dice el doctor Irwin.
Debemos mutar de la revolución verde de 1960 enfocada en la cantidad para minimizar el hambre e impulsado por la escasez a una revolución del sistema alimentario conectada al 2030 y optimizada a maximizar la transparencia y aprovechar la abundancia para alimentar a 3 mil millones de ciudadanos globales de una forma sustentable y saludable.
Artículo redactado por Claudia Ríos y editado por Verónica Teme.
