Gabriel Weinstein: “Debemos cambiar nuestros modelos mentales como personas, profesionales y como organizaciones”

Trends
FutureTrends 2019
Published in
5 min readMar 14, 2019

La manera cómo pensamos es la clave para innovar y construir organizaciones exponenciales para el siglo XXI.

Gabriel Weinstein hablando de Organizaciones Exponenciales.

“Lo más difícil es cambiar nuestra manera de pensar”, asegura el director de Innovación de OLIVIA, consultora internacional especializada en transformación de organizaciones. “Nuestras organizaciones están diseñadas para resistir cambios y evitar riesgos, decía John Hagel, cuando son los cambios y los riesgos lo que exactamente necesitamos. Las organizaciones del siglo XX tienen un sistema inmunológico y cualquier cosa que atente contra el statu quo es repelido”.

Weinstein pregunta al público: ¿Quién está usando un iPhone ahora? Innumerables brazos se levantan al aire. Lo mismo ocurre cuando el speaker menciona marcas como Samsung o Huawei. Sin embargo, con Nokia la historia es muy diferente. Ningún brazo levantado a la vista. Nokia ha pasado al cementerio de grandes compañías en donde también yace, por ejemplo, Blockbuster.

La revolución del pensamiento exponencial

La realidad dejó de ser lineal. La Ley de Moore, por ejemplo, señala que cada 2 años se duplica la capacidad de las computadoras. Indefectiblemente vemos que la Ley se cumple y que la capacidad tecnológica de la humanidad se duplica cada vez a un ritmo mayor. Peter Diamandis, de Singularity University, afirma que “la única constante es el cambio y el ritmo de cambio ha estado creciendo”.

“No entendemos que el mundo está cambiando. Creemos que nuestra predicción es correcta y no es así. Creímos que el futuro iba a ser lineal, pero no lo fue” — Gabriel Weinstein.

Este cambio exponencial no se limita a las tecnologías. Como consecuencia, toda nuestra realidad se ha visto alterada:

  • El 89 % de las empresas listadas por Forbes en 1955 ya no existe al 2014.
  • El tiempo de vida promedio de las empresas hoy es de 15 años.
  • El tiempo que tarda una empresa en valer 1.000 millones de dólares pasó de 20 años a un año y medio.
  • Hoy es mucho menor el tiempo en que se adopta una innovación. Por ejemplo, Pókemon GO logró su adopción masiva en tan solo 19 días.
Gabriel dice que las organizaciones del futuro son aquellas que revolucionan el pensamiento.

Estos números van a ir cambiando aún más radicalmente en el futuro muy próximo. Weinstein pregunta: “¿Es Spotify lo máximo que podemos tener en música?” y nos invita a seguir cuestionando todas las plataformas o herramientas que para nosotros en el presente nos parece que introdujeron cambios profundos. Siempre es posible cambiar más. Siempre es posible desaparecer. Siempre es posible que aparezca algo más, completamente nuevo y transformador. Lo único constante es el cambio. Suena el eco de Diamandis.

“Dejamos de vivir en un mundo de escasez para vivir en uno de abundancia. Antes, para crear un negocio, buscábamos algo escaso, poníamos una barrera de entrada y así monetizábamos. Ese mundo no existe más. Hoy los modelos de negocio son otros. Uber existe gracias a la abundancia de autos ociosos. Airbnb gracias a la abundancia de habitaciones desocupadas” — Gabriel Weinstein.

¿Qué pueden hacer las organizaciones para abrazar el cambio?

Weinstein responde con una máxima de David Rose. “Cualquier compañía diseñada para triunfar en el siglo XX, está condenada al fracaso en el siglo XXI”. Las empresas tal como las conocemos son rígidas, predecibles, disminuyen los riesgos y piensan en escalar de manera lineal. Son obsoletas. “Si no entendemos que estamos en un mundo totalmente distinto, vamos a desaparecer”, sentencia el experto. Desaparecer como Nokia, BlockBuster o Kodak.

Salim Ismail, emprendedor e inversionista canadiense, se preguntó a sí mismo: “Si las tecnologías escalan exponencialmente, ¿por qué las organizaciones no?”. Así fue como nació el concepto de organizaciones exponenciales. Tales organizaciones pueden impactar hasta 10 veces más que sus competidores. Por ejemplo, Airbnb, sin poseer una sola habitación propia, vale más que cualquier megacadena hotelera de la historia.

“Como compañía debemos dejar de mirarnos el ombligo. En un mundo de constante cambio, debemos mirar hacia afuera para ver lo que pasa en la industria, en otras industrias, en la sociedad. Todo lo que pasa afuera. Hoy no solamente compito con quien conozco sino con cualquier persona que pueda tener una buena idea en cualquier parte del mundo” — Gabriel Weinstein.

En primer lugar, debemos tener claro cuál es nuestro propósito. Cuál es la razón que nos inspira. Weinstein comparte algunos propósitos de grandes marcas a nivel global:

  • TED: “Ideas dignas de difundir”
  • Singularity: “Impactar positivamente en mil millones de personas”
  • Uber: “El conductor privado de todos”
  • XPRIZE Foundation: “Conseguir avances radicales para beneficio de la humanidad”
  • Pinterest: “El catálogo mundial de ideas”
  • Tesla: “Acelerar la transición a un transporte sustentable”
  • Dollar Shave Club: “Transformando la industria del afeitado un dólar al mes”
  • Philip Morris: “Diseñando un futuro libre de humo”

“Las organizaciones exponenciales se basan en propósitos de transformación masiva y conectan tanto adentro como afuera de ellas”, explica Weinstein. El propósito no está basado en tecnología, que cambia todo el tiempo, sino que se mueve con base en el sentimiento: apunta a corazones y mentes. Debemos mirar de manera más audaz, más ambiciosa. Apuntar a transformar la industria, la comunidad, el planeta. Weinstein irrumpe: “Los planes estratégicos de 5 años no tienen sentido. Son obsoletos”, debemos pensar en lapsos más cortos, como planes anuales.

La cultura del trabajo también cambia radicalmente

En el siglo XX concebíamos el trabajo como una actividad exclusiva de tiempo completo, remunerada por tiempo, organizada en jerarquías y valoradas por superiores quienes prescribían el tipo de trabajo y la manera de hacerlo. Esto es también obsoleto.

“Sabemos que esto debe cambiar, pero es difícil. Hay que cambiar la cultura organizacional, los cimientos mismos de la organización”. Hoy las personas más talentosas están desperdigadas por todo el mundo, por lo que es necesario tener en cuenta la posibilidad de un “staff on demand”. Weinstein explica que: “Los profesionales puedan elegir en qué proyecto trabajar y pagarles por su talento. Pueden llamarlos freelancers, si quieren”.

Las organizaciones exponenciales también exhiben mayor autonomía, mentalidad de iniciativa y emprendedurismo con células autónomas en vez de pirámides jerárquicas. “Sin estructuras, sin jefes, sin jobs descriptions”, apunta. En este sentido, señala que un modelo interesante es el de Holacracy, un innovador método hacia organizaciones más dinámicas y horizontales. También, tecnologías sociales, como por ejemplo, Slack, permite comunicaciones más fluidas sin compartimientos estancos.

Por medio de estos cambios, avanzamos hacia organizaciones más exponenciales: “Genero comunidad, apoyo la cultura colaborativa, empiezo a ser transparente, a compartir. Mi cultura es mucho más del siglo XXI”, afirma.

“No es necesario ser más fuertes, ni más rápidos, ni más inteligentes. Para sobrevivir sí debemos adaptarnos mejor al cambio”. Y para lograrlo, Weinstein recomienda algunos tips:

  • Comenzar por transformar a los líderes.
  • Redefinir la compañía comenzando por su propósito.
  • Transformar nuestra cultura.
  • Empujar la frontera de nuestra organización.
  • Mirar hacia afuera: nuestro contexto, nuestras comunidades.
  • Abrazar el big data y la inteligencia artificial.
  • Crear células ágiles, no pirámides jerárquicas.
  • Experimentar.
  • Enfocarnos en el cliente.
  • Aspirar a alterar el statu quo.

Por último, Weinstein nos recuerda que para “la mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Y el comienzo es hoy.

Artículo redactado por Norma Flores Allende y editado por Verónica Teme.

--

--

Trends
FutureTrends 2019

Conferencias internacionales sobre lo que se viene | FutureTrends y MarketingTrends | Centro de Eventos Paseo La Galería