3 intuiciones para el futuro del trabajo en 2020

Albert Cañigueral
El futuro de los trabajadores
6 min readDec 17, 2019

Con lo visto en 2019 podemos podemos intuir para 2020 algunos cambios en la manera en que se enfocará el futuro del trabajo y el futuro de los trabajadores en un mercado laboral cada vez más y más digitalizado.

#1 — ¡Trabajadores independientes del mundo, uníos!

Lo de ser trabajador independiente (gig worker, freelancer en alguna especialidad, youtuber desde casa, trabajador de cuello azul, etc) no es tarea fácil. Si además la persona trabajadora independiente se encuentra sola sus retos se multiplican de manera exponencial.

Es por ello que mires donde mires los trabajadores independientes del mundo se están uniendo con diversidad de propósitos y maneras de juntarse:

  • Se unen para ofrecer su fuerza laboral de manera agregada. O bien se unen muchos con un mismo talento y valores (ej: varios programadores para trabajar con empresas sociales) o bien se unen personas con talentos complementarios para poder abordar proyectos más complejos (Hoxby Collective es un ejemplo a seguir de cerca. Ouishare, donde yo trabajo, es también un colectivo de consultores independientes unidos por unos valores y unos intereses). Son como pequeñas consultorías boutique que conforman el equipo final en función de las necesidades del cliente. Las plataformas como Fiverr ya se han adaptado con “Fiverr Studios” para que los freelancers puedan organizar estos equipos de manera más ágil y dentro de la plataforma.
  • En algunos casos, sobre todo cuando se trata de ofrecer un talento uniforme, los trabajadores independientes se unen bajo una forma de cooperativa de trabajadores para poder negociar mejor las condiciones con las plataformas. Esta forma de organizarse se ha convertido incluso en una propuesta de ley muy interesante (The Cooperative Platform Economy Act) en California que deberemos seguir de cerca en 2020.
  • Se unen para acompañarse y aprender juntos. En España ya existe “el primer co-working virtual” bajo el nombre Sin Oficina, una comunidad sorprendente. O a veces simplemente se unen en grupos cerrados de, por ejemplo 15–20 taxistas, que se coordinan mediante la app Zello. Esto lo viví de primera mano en Tenerife a finales de noviembre.
  • Se unen para reclamar derechos sobre sus datos en las plataformas que usan. WorkerInfoExchange en Reino Unido o DriversSeat en Estados Unidos reclaman los datos de los conductores de plataformas como Uber, Lyft y similares.

Y la lista podría seguir y seguir. Intuyo que algunas de estas funciones se irán agrupando para formar algo parecido a neo-gremios digitales que ayudarán a equilibrar el reparto de los riesgos y las responsabilidades entre las plataformas, los trabajadores y las administraciones en esta transformación del mundo laboral.

#2 — Más atención y apoyo a las plataformas digitales laborales con valores sociales

Predecía Nick Srnicek en su libro “Capitalismo de plataforma” que las formas más extractivas de las plataformas digitales no serían sostenibles ni económicamente ni socialmente. Para sobrevivir deberían revisar sus modelos de negocio, sus propósitos y su ética empresarial.

Sin ir más lejos hemos visto en 2019 duras críticas tanto a los impactos de muchas de las plataformas digitales laborales como a los inversores que las sostienen (SoftBank). La reacción desde el ámbito regulatorio aún ha sido tímida y limitada pero con casos relevantes como la ley AB5 en California a tener en cuenta. Anticipando que el 2020 será un suma y sigue de críticas y regulaciones más estrictas algunos inversores han empezado a reducir su interés en las startups de la gig economy.

En paralelo a estos conflictos están apareciendo más y más plataformas laborales con un diseño y un propósito social. A la vez varios inversores están dando apoyo a startups como Samasource ($14.8M) o Prolific ($1.2M USD) que son versiones socialmente responsables de plataformas para micro trabajadores.

Además iniciativas como Fair Work Foundation llevan más de un año trabajando para ayudar a establecer criterios claros para separar y categorizar las plataformas laborales responsables de las que no lo son. ¿Nadie querrá ser etiquetado como una plataforma socialmente irresponsable no?

#3 — “You’ll never work alone”. El coworking sí y …

Aún con la implosión de WeWork tras su fallido intento de salir a bolsa en 2019 nos atrevemos a afirmar que el mundo del coworking tiene un buen futuro en 2020 y en años venideros.

En España no paran de anunciarse nuevos espacios e inversiones de los principales grupos del mercado de trabajo flexible como Utopicus (Colonial), Spaces y Regus (IWG), ImpactHub, Talent Garden, etc. Los grandes del coworking en España ofertan oficinas equivalentes a 18 campos de fútbol, más de 180.000 metros cuadrados de oficinas principalmente en Madrid y Barcelona.

Más allá de la cantidad de metros cuadrados las innovaciones en el ámbito de los espacios de trabajo flexibles son muchas y muy diversas:

  • Nadie quiere quedarse fuera del mundo del coworking. El Corte Inglés junto a Custom Suits está convirtiendo activos vacíos en centros de trabajo flexible, el Banco Santander tiene ya ha convertida varias antiguas sucursales en Oficinas Work Café, la cadena de hoteles Accor lanza Wojo (junto a Bouygues Immobilier) como su propia marca de coworking, MAPFRE ofrece en Barcelona un espacio gratuito de coworking a pymes y autónomos, etc.
  • Otra tendencia muy interesante es la consolidación de los coworkings de nicho. The Riveter o The Wing (espacios centrados en las mujeres), The Writers Room o The Hatchery Press (para escritores), Alma en Nueva York (para terapeutas), otro Alma diferente en Estocolmo o Fiu BCN en Barcelona (para las industrias creativas), Glitch City (desarrolladores de videojuegos indie), The Qube en Londres (“WeWork para músicos”) , Paragon Spaces (industria del cannabis), TradeCraft (industria de la construcción) o Nest City Lab en Barcelona (proyectos relacionados con la sostenibilidad). Espacios de nicho con mayor sentimiento de comunidad, acceso a herramientas y formación especializada aunque a un coste algo superior de los coworkings generalistas.
  • Emerge también un nuevo modelo de coworking propone utilizar bares y restaurantes que en el día tienen espacios subutilizados o están completamente cerrados, para abrirlos a emprendedores y trabajadores freelance. En Madrid Cocubio, en Santiago de Chile ZupWork, en Nueva York Spacious, etc.
  • Y qué tal si al intercambio de casas le sumamos el intercambio de oficinas? Swap My Office se encarga de ello.

¿Se convertirán estas intuiciones sobre el futuro del trabajo y los trabajadores en 2020 en una realidad? Como decía Peter Drucker: “La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”

En 2020 seguiremos observando, preguntando, aprendiendo, compartiendo y debatiendo.

Y vostr@s ¿qué intuiciones tenéis para 2020 y el futuro del trabajo y los trabajadores?

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