PORQUE TODO LO FEO ALIMENTA: Mueran Humanos en Lima

Neurotismo anti-pop: La ecléctica banda argentina regresa a nuestro país este 24 de febrero junto a Liquidarlo Celuloide y Varsovia. ¿Cuántas veces no has querido exclamar “¡Mueran Humanos!”?

Emiliano Fernandez
Fuzz Pass News
3 min readFeb 6, 2017

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¿Quién no alberga siquiera un poco de odio hacia los suyos? Existe quien diga que el miedo es nuestro mejor amigo, más aún miedo a nosotros mismos. ¿A qué acciones seríamos capaces de dar rienda suelta si las consecuencias no importaran? La fuerza auto-represiva que nos mantiene en riel empuja toda fuerza en contención hacia la creación. ¿Cuántas veces no has querido exclamar “¡Mueran humanos!”?

Precisamente Carmen Burguess y Tomás Nochteff, quienes conforman esta banda argentina (radicada en Berlín), parecen tomar como estandarte la creación desde el pesimismo, desde lo fatal y terrible.

Sus dos discos largos, “Mueran Humanos” (2011) y “Miseress” (2015) traen de portada imágenes de niñas rubias. Una lleva desfigurado y rasgado el rostro y la otra parece disecada, muerta. ¿Qué más privilegiado y protegido en Occidente que un prototipo de muñeca dorada? Las paredes de sentido que ellos se tiran abajo configuran su trabajo en un corpus simbólico verdaderamente inquietante. La concatenación diferenciada de influencias y temas de sus letras constituyen joyas que analizar y asumir como nuestras; es decir, asumir la misantropía como empuje y punto de capitón para avanzar.

Hablar de un ethos de lo disfórico a lo largo del trabajo de Mueran Humanos es tal vez pecar de generalización; sin embargo, este mismo carácter dota a su creación una autenticidad con pocos precedentes en América Latina. Entran en la mezcla pedazos de Kraftwerk, Einstürzende Neubauten, NIN, Jesus & Mary Chain, Suicide, Coil, Throbbing Gristle y demás; así como chispazos melódicos de la tradición musical argentina.

Si bien están radicados en Berlín, habiendo pasado por otros países europeos antes de establecerse en Alemania, Mueran Humanos suena a Argentina. Pero no la de Charly García, no la Argentina de los grandes éxitos, sino una cara más rancia y abatida. En un ejercicio de verdadero neurotismo, de construcción sobre sí mismos, Mueran Humanos se abre campo (fuera de su origen) con un nihilismo desbordante e iluminador. Escribir desde la felicidad, escribir en busca de amor, ya se agotó. Son tiempos de volver a confrontarnos, desdoblar el rostro del resto del cuerpo y preguntarnos ¿si tuvieras un arma en su cara, dispararías?

Mueran Humanos vuelve a nuestro desorden de ciudad el 24 de febrero a unir en impetuosa comunión a todo aquel que albergue desdén y antipatía hacia el Otro; hacia ese Otro total, hacia esa Lima disfuncional, hacia todo aquello que no te permite avanzar. Conviene a veces detenerse un momento y maldecir nuestra especie con una sonrisa en la cara.

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