El nuevo “BOTÓN ROJO” de las instituciones gubernamentales, una amenaza para la iniciativa privada.

Don PancH2O
Gajes del orificio…
4 min readSep 5, 2014

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Sube el telón, me encuentro varado como Tom Hanks en la película de “La Terminal.” La diferencia es que él por razones diplomáticas y en un aeropuerto internacional con todas las comodidades y su pequeño shopping mall, y yo en la central de autobuses de Monterrey, y por razones que… aun ni conocía.

Venía llegando de un viaje de negocios cuando intenté comprar un boleto con mi tarjeta empresarial, que malamente era la única que traía. La transacción fué rechazada así que fui al cajero para darme cuenta que el saldo era de $0.00. Así es, ni un centavo, literalmente. Rápido llamé a la oficina para que revisaran con el banco qué había sucedido. En lo que me respondían, ahí estaba yo, con $80 pesos en la bolsa, con mi familia a miles de kilómetros de distancia y totalmente paralizado.

Después de 30 minutos, recibo la llamada de la asistente contable de mi empresa con la noticia que existía un bloqueo en la cuenta por parte de la Secretaría del Trabajo, relativa a una demanda que se había presentado en una ciudad donde nosotros no contamos con sucursal propia.

Resulta que uno de los empleados de una de las franquicias que operan de manera independiente de nuestra empresa, fue despedido. Yo sabía del caso porque nos dió muchos problemas, las cuentas no cuadraban, nos informaban que en días no abría la sucursal, que la tenía en un aspecto deplorable y se sospechaba que incluso estaba robando al dueño de la sucursal. Todavía después de todas sus fechorías y malas prácticas, decide demandar a su patrón, y no se si por su propia elección, o asesorado por algún abogadillo codiguero de esos que abundan en materia laboral, decidieron incluir a la empresa en la demanda poniéndonos con carácter de patrón. En fin, este artículo no se trata de él, que yo estoy seguro que recibirá su buena dosis de karma y de postre un tiro por la culata de daños y perjuicios.

De lo que sí se trata este artículo, es que después de revisar la demanda, que más bien parece un guión Laura en América, nos dimos cuenta que el domicilio que señalan, mi nombre y mucha información está mal. Si el domicilio está mal, quiere decir que la Junta de Conciliación y Arbitraje de esta ciudad notificó en un lugar distinto al real domicilio de la empresa, por lo que nosotros nunca nos enteramos de ésta. Cómo defendernos de algo que no fué notificado debidamente?

Y ahora viene lo más delicado. Aparte de no haber notificado donde corresponde, al no recibir respuesta, resulta que esta institución cuenta con la facultad de intervenir las cuentas de la empresa y bloquearlas. Y no me refiero a “retener” un saldo como garantía, me refiero a bloquearla completamente sin la capacidad de retirar o depositar dinero. Y no estamos hablando de una cuenta de ahorros de las que sacamos en la secundaria, es una cuenta empresarial, de la que se pagan proveedores, rentas y lo más importante y lo que más me duele las nóminas de la gente trabajadora que depende de la empresa, por no mencionar sus familias, y claro la mía.

¿En qué punto de la historia accedimos como ciudadanos a esto? Esto quiere decir que “entre que sean peras o sean manzanas” estas instituciones tienen la capacidad de paralizar completamente una empresa. En lo que armas tu defensa, respondes, viaja tu papeleo entre juzgados y dependencias, estamos hablando de meses, si bien nos va, para poder “acceder” a lo que con mucho esfuerzo hemos logrado. Todo sin una justificación legal, siendo que esta persona nunca fue, es, ni será mi empleado.

Nos sucedió anteriormente con la gente del Seguro Social, ahí si no me puedo defender, me atrasé 1 BIMESTRE! Ellos no me bloquearon completamente, pero igual entraron a las cuentas de la empresa y bloquearon lo doble del saldo de la “deuda,” que aparte ya se había pagado 2 días antes pero en su “sistema” (de seguro un papel o un excel) no se les había reflejado y nosotros no tomamos la precaución de notificar el pago. Cuando lo fuimos a comprobar, resulta que la persona responsable de hacer los bloqueos andaba de vacaciones entonces hasta que regrese nos pueden resolver.

Sabrán estas personas cómo funciona una empresa? Sabrán la cantidad de personas que dependen de ellas? Sabrán las consecuencias que pueden llegar a generar cuando PRESIONAN SU BOTÓN ROJO? En qué momento sacrificamos nuestras garantías y nuestros derechos y se las cedimos a burócratas sin escrúpulos que sólo esperan a que llegue la quincena para seguir con su vida parasitaria al igual que todo el sistema?

Si hubiera alguna justificación, ni si quiera estaría escribiendo estas líneas, pero creo que cualquier empresario, por más pequeño o más grande sabe de lo que estoy hablando, y que a veces se “atora la carreta,” y en cuanto avanza nos ponemos al corriente, al menos los que nos gusta hacer las cosas bien. Pero de eso a detener en seco completamente una operación? Cómo esperan que viaje a defenderme? Sin fondos? Cómo esperan que un ciudadano del que dependen otras familias respondamos, si nos amarran las manos y los pies?

Esto no puede ser correcto, y la verdadera impotencia es que nosotros si nos tenemos que defender por vías “legales” que todos sabemos que pueden tardar hasta años en avanzar, pero bueno… esa es otra historia.

Ustedes qué opinan?

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Don PancH2O
Gajes del orificio…

Soy un emprendedor de hueso colorado, aventado como “El Borras” con una larga lista de cagazones… digo… experiencia.