Si Mamá Hubiese Podido Elegir Un Centro de Partos

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GentleBirth en Español
5 min readMay 29, 2024

Imagina que tienes en tus manos el poder de girar las manecillas del reloj hacia atrás, justo a ese momento clave de la vida: El nacimiento de tus hijos. Si pudiera hacer eso, estoy más que segura de que mamá y papá hubieran elegido un lugar diferente para que mi hermana y yo viniéramos al mundo.

Aunque nacimos en un hospital tradicional y recibimos la mejor atención, ahora, con toda la información que tenemos y lo que hemos aprendido sobre cómo influye el entorno de nacimiento en el desarrollo del bebé, es claro que optar por alternativas más saludables y beneficiosas es esencial para comenzar la vida.

Los centros de partos son una de esas maravillosas alternativas. Estos lugares están diseñados para proporcionar una experiencia de parto más natural y respetuosa, donde la comodidad y la tranquilidad de la madre son lo más importante. Algo que en definitiva mamá y papá hubieran anhelado y que hoy se maravillan ante las posibilidades que ofrece el mundo.

En un centro de partos, el ambiente es cálido y relajante, una gran diferencia respecto al entorno clínico de los hospitales. Las salas están pensadas para hacerte sentir como en casa, con suficiente espacio para moverte libremente y hallar la postura más cómoda para ti, algo crucial durante el trabajo de parto, totalmente diferente a lo que mamá y papá vivieron en los 80.

Un Nacimiento al Ritmo de Pre Carnavales

Era una tarde de domingo del 79. La música y la alegría del Carnaval ya se escuchaba en las calles, anunciando la llegada de la fiesta más importante de Barranquilla. Mamá empezó a sentir las contracciones y, sin perder un minuto, papá la llevó corriendo al Seguro Social, ese polémico hospital del estado que ya no existe (y no es difícil adivinar por qué lo cerraron).

El acompañamiento no estaba permitido. Así que solo era mi mamá que en ese entonces era primeriza y el difícil sistema de salud colombiano de ese entonces (Que ha mejorado mucho, pero sigue estando lejos de lo que anhelamos). Sin un smartphone para ver videos que la tranquilizaran o poder conversar por Whatsapp con papá que la esperaba afuera, ahí estaba ella, sola en una camilla con mil preguntas y pensamientos sobre lo que estaba sucediendo.

El doctor, al revisarla, nota que no está lista para dar a luz. Así que le dice que regrese a casa y espere. Al día siguiente a las 6:00 am, sus dolores estaban más fuertes. Eran contracciones que no dejaban duda: era momento de volver al hospital.

Finalmente, después de una larga espera y sin ninguna de las comodidades modernas que podríamos esperar hoy, mamá fue llevada a la sala de partos. Papá no pudo acompañarla así que tuvo que esperar debajo de un palo de mango en la esquina del hospital. La sala de partos era fría y poco acogedora, pero mamá estaba determinada a traer al mundo a mi hermana en las mejores condiciones posibles dentro de lo que se ofrecía, siempre con la mejor actitud.

10 años despues: Un Giro Inesperado en la Historia de mi Nacimiento

Mi nacimiento no fue menos dramático ni memorable que el de mi hermana. Era una mañana de Noviembre y mamá tenía cita de control con su obstetra. Y de repente pensé que era el momento ideal para venir al mundo! Justo a la hora de almuerzo. El doctor le dijo a mamá que fuera directo a la clínica para mi nacimiento. Yo venía en una posición perfecta, lista para hacer mi gran entrada al mundo. Pero yo, siempre llena de sorpresas, tenía otros planes.

Mamá y papá habían llegado a la clínica, listos para la aventura que les esperaba. Pero justo cuando cruzaban subían por el ascensor, mamá sintió un movimiento repentino. Yo decidí que quería hacer las cosas a mi manera y me giré. El resultado fue que mamá rompió fuente en pleno ascensor.

Las enfermeras, acostumbradas a ver de todo, no pudieron evitar mirarla con sorpresa, y con una muestra de desaprobación por el pequeño caos que acababa de causar. El doctor llegó rápidamente y, después de una evaluación rápida, declaró: “Esta pequeña será tremenda”.

Mi giro inesperado significaba que no podía nacer de forma natural. Necesitaban hacer una cesárea de emergencia para asegurarse de que todo saliera bien. Mamá fue llevada de inmediato a la sala de operaciones. Papá, nervioso pero confiado, esperó pacientemente, confiando en los profesionales que los rodeaban.

Reflexiones Sobre los Centros de Partos

Recordando estas historias, no puedo evitar pensar en cómo serían las cosas si mamá y papá hubieran tenido la opción de un centro de partos. Un lugar donde cada detalle está pensado para la comodidad y tranquilidad de la madre. Donde el ambiente es cálido y acogedor, tan diferente a la frialdad de un hospital.

En un centro de partos, mamá hubiera tenido la libertad de moverse, de encontrar la posición más cómoda para ella, sin las restricciones de una cama de hospital. Papá habría podido estar a su lado en todo momento, dándole apoyo y amor, sin tener que esperar afuera, bajo un palo de mango, o en la sala de espera.

Los centros de partos ofrecen una experiencia más humana y menos medicalizada, algo que creo hubiera resonado profundamente con mamá y papá. La capacidad de elegir el entorno en el que traes a tu hijo al mundo es una bendición moderna que ojalá más familias pudieran disfrutar.

Mirando Hacia Adelante

Hoy, mirando hacia atrás, mamá y papá pueden reírse de las aventuras y los desafíos que enfrentaron al traerme al mundo. Y aunque no pudieron elegir un centro de partos en su momento, su amor y su dedicación hicieron que la nuestras llegadas fueran tan especiales como cualquier otra.

Si alguna vez tienes la oportunidad de elegir, considera todas las opciones y elige el lugar que más resuene con tu corazón. Después de todo, el nacimiento de un hijo es una de las experiencias más transformadoras y mágicas de la vida.

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Trabajo con expertos en salud prenatal para cambiar métodos obsoletos por prácticas comprobadas y basadas en evidencia