El encuentro
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1 min readMar 17, 2018
Ni ella era rubia con ojos verdes, ni su piel lisa y perfecta, ni sus pechos exuberantes. Ni él era moreno azabache con barba cerrada, ni medía un metro noventa, ni era musculoso.
Al verse por primera vez, tras meses de palabras, sólo palabras y nombres fingidos en la pantalla, supieron que ninguno de los dos era como dijeron ser.
Y también supieron, inmediatamente, que compartían algo maravilloso: la fantasía.