La hechicera dijo:
—Con estos polvos, se enamorará de ti. Sóplalos sobre su cara.
“Quiero verte”.
“Y yo a ti”.
Frente al espejo, antes de salir a la calle, se dijo:
Creyó que aquello era malo. Lo peor. Supo que nada podría ser igual, que la distancia que ella había colocado se haría infinita. Que nunca…
A todos extrañó que, siendo mediodía, la luz permaneciera encendida.
Como cada martes, entró en la consulta.
Ni ella era rubia con ojos verdes, ni su piel lisa y perfecta, ni sus pechos exuberantes. Ni él era moreno azabache con barba cerrada…
—Usted es un resiliente.
Cuando lo oyó, creyó ser insultado o ser tildado de loco, pues era un doctor en…
—Que dios lo bendiga, señor.
Pero los dioses nunca habían depositado sobre él bendición alguna. Ni lo iban a…
En las madrugadas de mi calle, sea cual sea la época del año, el aire suele contener un olor a papel quemado, a pequeña hoguera recién apagada. Es…