Nuestra experiencia con el teletrabajo desde el sector público

El 16 de marzo de 2020, todos los peruanos tuvimos que cambiar radicalmente la forma en que hacíamos las cosas más elementales: estudiar, hacer las compras y hasta trabajar. El sector público no fue la excepción.

En el equipo de Servicios Digitales, ya combinábamos el trabajo remoto con el trabajo presencial algunos días a la semana, sin embargo, sí sentimos el cambio de tener a todo el equipo trabajando desde casa.

Aquí compartimos algunas experiencias que nos ayudaron a adaptarnos mejor:

Mantener la comunicación

Además de las herramientas que utilizamos diariamente como Trello (nuestro tablero de Scrum) y Gitlab (repositorio y sistema de reporte de tickets), y de los canales de comunicación oficiales como el correo electrónico institucional o los sistemas de gestión documental, cada equipo optó por elegir una forma para mantenerse comunicado.

Fuente: mohamed Hassan (Pixabay).

En el equipo de Contenido, elegimos hacer un grupo de WhatsApp, ya que podía almacenar todos los mensajes y archivos que se enviaban por ahí. Otros equipos optaron por seguir en Slack o empezaron a usar Discord.

Es importante que estos no se conviertan en canales de 24 horas, en los que los colaboradores reciban mensajes sin respetar sus tiempos. Para lograrlo, definimos horarios máximos para enviar mensajes e intentamos mantener informados a los demás miembros del equipo sobre los momentos en que no estaríamos disponibles (ya sea por reuniones o por alguna situación personal). En algunas situaciones, el trabajo se puede extender más allá del horario laboral, pero procuramos que esto no se convierta en un hábito.

Organizar el trabajo

El equipo trabaja con la metodología Scrum, lo que genera mucha transparencia y autonomía en la asignación de tareas y en el desarrollo de proyectos.

La cuarentena no fue impedimento para seguir planificando nuestros Sprints, tener las reuniones diarias (daily meetings) y las reuniones de Sprint Retro y Sprint Review.

Las reuniones diarias son reuniones de unos 15 minutos que nos permiten conocer qué está haciendo el resto del equipo, coordinar tareas en común y comentar los blockers o tareas que se encuentran bloqueadas por factores externos.

Las primeras videollamadas hicieron los dailys un poco más largos de lo habitual, pero pronto nos acostumbramos y cumplimos con el tiempo establecido en la metodología.

Reconocer los retos

Un cambio tan drástico exige un periodo de adaptación, sin embargo, las circunstancias excepcionales de la cuarentena nos “forzaron” al cambio sin mayor preámbulo. Esto puede generar algunas dificultades o problemas que no debemos ignorar o pretender que no existen.

En el equipo, generamos los espacios para conversar sobre estas dificultades, ponerlas sobre la mesa y buscar soluciones para el bienestar de todos. Si bien no siempre podemos adaptarnos a las necesidades de cada una de las personas, podemos buscar soluciones que beneficien a la mayoría.

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