Prueba: Callaway Supersoft Magna

Roger Spectra
golf evo
Published in
4 min readMay 11, 2019
Fotos: Roger Spectra

Hace unos meses Callaway presentó una versión con un mayor diámetro de su hit Supersoft con el apellido Magna con la idea de ser una bola de referencia para aquellos jugadores que se inician en el golf, o simplemente que desean una ayuda en forma de mayor tamaño (4,40 centímetros de diámetro frente a los 4,27 centimetros que suele tener una bola normal).

Debido a su peculiares dimensiones, superiores a lo que viene siendo habitual, desde aquí teníamos la curiosidad acerca de su rendimiento, si se notaba ese aumento de tamaño y si se adaptaban al juego que por regla general tiene jugador con hándicap alto.

Si empezamos hablando del apartado estético de las bolas, no presentan ninguna novedad, acabado blanco tradicional, con el logotipo de Callaway y la numeración de la bola en negro, color también elegido para indicar el modelo de la bola entre dos pequeños triángulos para apuntar.

En el aspecto prestacional a pie de campo, esta nueva Supersoft Magna nos muestra desde el primer golpe desde el tee un poco de que palo anda, una bola con un vuelo alto, fácil de hacer ir recta y bastante larga, pero con matices, ya que si tu swing es de una velocidad elevada, notarás que debido a la altura que coge y a una posible mayor resistencia al aire hace que no se logre demasiada distancia de vuelo frente al modelo normal, aunque si una notoria rodada teniendo en cuenta el ángulo de caída, no obstante, con una velocidad de swing más reducida, la altura decrece y nos ofrece una gran rodada.

El tacto es bastante rígido frente a un modelo como la Chrome Soft del mismo fabricante pese al apellido Supersoft, aunque, también hay que ser justos y comentar que la dureza en el momento del impacto, a nivel de sensación, es similar a otros modelos de 2 capas con los que compite por precio y público al que está orientado.

Los golpes de hierros encontramos que con los largos se muestran muy apetecibles debido a la mayor facilidad de poner la bola en el aire y lograr altura, lo que esa ayuda será bienvenida para los jugadores a los que va dirigida esta bola. Con hierros medios se muestran cumplidoras aunque hay que tener cuidado con la rodada, algo similar a lo que ocurre con los hierros cortos, que al tocar green ruedan bastante y hay que andar con ojo.

En el apartado de putt, la bola transmite al jugador una mayor confianza porque se ve más grande, no obstante el tamaño tampoco es impedimento a la hora de patear con bandera, porque aunque sea más grande, si la bola se apoya en la bandera a poca velocidad las reacciones serán similares a una bola tradicional al hora de ir dentro o fuera del hoyo. En el apartado de sensaciones, se echa en falta un poco más de feedback con el jugador, aunque como ya se ha mencionado, es algo habitual en este tipo de bolas.

A modo de veredicto, partiendo de que es una bola para jugadores con hándicap alto y swing no muy rápido, a nivel positivo encontramos una bola que encaja perfectamente en lo que busca un jugador de estas características, ya que nos ofrece facilidad de elevar la bola y rodar, por otro lado, al ser más grande, la zona de perdón es ligeramente superior, algo que además repercute positivamente en el efecto psicológico del jugador al saber que la bola es más grande, todo ello a un precio muy competitivo.

En el aspecto bueno/malo, es el comentado de que si tu swing empieza a coger velocidad notarás que el porcentaje de ganancia de distancia x mayor velocidad es menor frente a otras bolas de tamaño tradicional por mencionado mayor vuelo y resistencia al aire.

La parte negativa de este modelo encontramos que le falta un mayor efecto parada en los greenes, que si bien es lo esperado y no entra dentro de lo que prima para un jugador de hándicap alto, siempre es algo interesante,al igual que un poco más de “feedback” en el putt.

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