Prueba: Srixon Q-Star Tour ‘20

Roger Spectra
golf evo
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4 min readFeb 13, 2020
Fotos: Roger Spectra

Tal como indicamos en una entrada anterior, este mes de Febrero Srixon sacó al mercado una nueva versión del modelo Q-Star Tour que no sólo sustituye, evidentemente, a la versión anterior de dicho modelo, sino también a la conocida AD333 Tour, que deja de existir en el mercado.

Para este análisis, comenzamos como es habitual por el empaquetado de estas bolas.

La caja posee exteriormente un atractivo acabado plateado brillante con detalles en negro (en el caso de la versión con bolas blancas) o con toques de amarillo (en la versión de bolas de este vivo color), estando superpuesto el logotipo de Srixon (parte superior), Q-Star Tour (posición centrada) y una serie de características de la bola en “versión resumida” (parte inferior).

Interiormente, encontramos la habitual distribución de bolas, es decir, 4 paquetes de 3 bolas que siguen el esquema de diseño visto en la caja.

Centrándonos en el apartado estético de las bolas, ofrecen un aspecto clásico en blanco con detalles en negro, o de amarillo brillante con elementos en negro como son el logotipo del fabricante, la numeración de la bola (del 1 al 4), y una franja de apuntado en la que en la parte interior aparece el modelo de la bola.

Ya pasando a la prueba de la bola, la Q-Star Tour nos enseña desde el tee de salida lo que nos vamos a encontraren tiros largos ya sean con maderas o hierros largos, un tacto esponjoso, rodada y vuelo alto/medio alto.

La bola permite los efectos, bien es cierto que menos pronunciados que una bola tour, no obstante tiene cierto margen de indulgencia, aunque el punto fuerte de la Q-Star desde el tee son los metros de rodada, levemente inferiores a los de una bola dura pero sorprendente larga para una bola de tacto tan blando.

Si hablamos del juego con hierros medios/largos que suponen llegada a green, ofrece una buena jugabilidad y agradable tacto acolchado en el momento del impacto, pero por otro, le cuesta parar en el green si la superficie está un poco rápida y los tiros no disponen de gran altura.

En el juego corto, por un lado la bola cumple gracias a su tacto y que al ser golpes que se realizan con menor fuerza o más altura, el aspecto rodaje se ve minimizado, pero, no obstante, sigue teniendo bastante rodada, con lo que hay que andar con cuidado y contar con esta distancia extra.

En el apartado de putt, me parece una bola que ofrece una muy buena sensación de golpeo sin ningún punto negativo que objetar.

Finalizando este análisis me gustaría reseñar su gran resistencia a golpes, que permite realizar hoyos y hoyos sin que su aspecto exterior se resienta, algo realmente digno de aplaudir.

A modo de resumen, esta nueva Q-Star-Tour genera una sensaciones más próximas a una variante “evolucionada” de una bola de 2 capas (aunque internamente sea muy diferente) que a una versión “fácil” de una bola Tour, debido a que encontramos una bola muy equilibrada, pero con un punto “controvertido”, la rodada, algo que puede ser una bendición o un lastre, según el tipo de jugador y sus preferencias de juego.

Agradecer a Srixon su colaboración para realizar esta prueba

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