Prueba: Srixon Z-Star ‘23

Roger Spectra
golf evo
Published in
4 min readSep 8, 2023
Fotos: Roger Spectra

Como ya vimos en una entrada anterior, en el primer trimestre del año, Srixon actualizó toda su línea de bolas altas prestaciones. En estos últimos meses le hemos dedicado un análisis a cada uno de los modelos que componen esta serie, dejando para el final el modelo “original”, por así decirlo, de alto rendimiento del fabricante japonés, la Z-Star.

De la manera que viene siendo habitual en estos test, comenzamos con el apartado estético de las bolas.

Este modelo muestra el tradicional acabado blanco de la serie Z-Star, estando en este caso la numeración de la bola en negro, siendo ese mismo color el elegido para marcar el fabricante y modelo de la bola (situado entre dos símbolos para ayudar al apuntado).

En el apartado de peso, esta nueva versión ha arrojado un peso que ronda los 45.50 gramos.

Hablando ya de la prueba de rendimiento, desde el tee este modelo nos ofrece una trayectoria media, mientras que en el apartado de metros realizados, ofrece una distancia total similar a la variante Diamond, ya que aunque su pico de altura sea inferior, los datos de metros totales realizados son prácticamente idénticos entre ambas referencias.

Si hablamos del juego con hierros medios que suponen llegada a green, este modelo se nota con un tacto más blando que el resto de bolas “tour” de Srixon, situándose de esta manera como uno de los modelos con tacto más esponjoso del mercado de bolas de altas prestaciones.

Si nos ceñimos a datos puros, la bola ofrece un muy buen efecto parada, lo que unido a la altura de vuelo y compresión de la bola, permite afrontar los greenes con confianza.

En el juego corto, mantiene las características de la referencia del año pasado, muy buen tacto y excelente spin, lo que hacen que esta bola sea una gran elección en estas distancias, especialmente para aquellos jugadores que les guste el tacto “blando”, mientras que si pasamos a hablar del putt, excelente tacto y distancia de rodada más o menos previsible.

En el apartado de resistencia, la bola se ha mostrado a un nivel que catalogaríamos como normal en este tipo de modelos de altas prestaciones, ya que tras jugar los 36 hoyos la bola muestra marcas en diversos puntos de la cubierta exterior, aunque sin fisuras, por otra parte, se aprecian ciertas decoloraciones en algunos lugares.

Para acabar y a modo de resumen, esta versión 2023 de la Z-Star ofrece un rendimiento muy similar al modelo anterior, excelente parada en green, buena distancia total y un gran tacto.

Frente al resto de la línea Z-Star, este modelo diría que es el más orientado para el público en general ya que es el que ofrece un tacto más cercano al de una bola “soft” que tanto gusta (posiblemente, y esto no es más que una percepción personal, siento que incluso su tacto fuese ligeramente más esponjoso que en la versión anterior) y un comportamiento más cercano a las necesidades de un mayor espectro de jugadores que el de sus hermanas de gama.

Agradecer a Srixon su colaboración para realizar esta prueba.

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