Prueba: Titleist AVX (3ª Generación)

Roger Spectra
golf evo
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4 min readApr 25, 2022
Fotos: Roger Spectra

Titleist recientemente lanzó al mercado la tercera generación de su modelo AVX, la referencia del fabricante de Massachusetts orientada para aquellos jugadores que quieren una bola de tacto blando pero que logre distancia con un spin bajo tanto con maderas como con hierros largos.

Si empezamos por el apartado estético de las bolas, siguen el estilo tradicional de las bolas Titleist, blanco brillante con todos los detalles en negro, es decir, logotipo, numeración de la bola y modelo (este último entre dos símbolos de apuntado).

Ya pasando a la prueba del modelo, empezaremos hablando desde los golpes con el driver, lo primero que se nota nada más golpear es que este modelo AVX presenta un tacto más blando que las series Pro V1 en sus diferentes variantes.

En el apartado de vuelo, ofrece una altura que se posicionaría como baja y una distancia total (vuelo + rodada) que, en mi caso, es comparativamente mayor que la lograda con el modelo Pro V1 (en torno a 4 metros aproximadamente), aunque debido a la menor compresión de la AVX, aquellos jugadores que dispongan de una mayor velocidad de swing la diferencia de distancia entre ambos modelos se acortará y en esos jugadores con una velocidad de swing inferior, la distancia que separa ambos modelos se alargará en favor de la AVX.

Los impactos con hierros medios con llegada a green, nos ofrecen un tacto esponjoso y una mayor distancia que el modelo Pro V1, de manera muy interesante esta AVX parece ofrecer una menor influencia del aire en contra, no obstante, se aprecia un efecto rodada que, si bien no es elevado, si que es un dato a tener en cuenta.

En el juego corto, el comportamiento de la bola me ha parecido interesante, ya que, al menos en el campo donde he realizado los test, la diferencia entre este modelo y el archiconocido Pro V1 no me ha parecido demasiado significativo. Así que excelente punto para esta nueva generación de la AVX.

Acabando con el putter, su juego me ha parecido muy parecido a la serie Pro V1, tanto en sensaciones en el momento del impacto como en la rodada, así que aquellos jugadores que decidan pasarse a este modelo no notarán apenas la diferencia.

En el apartado de durabilidad indicaremos que es el modelo de bola de alto rendimiento que mejor se ha comportado en este aspecto de todos los probados hasta la fecha, tan sólo ligerísimas marcas después de haber jugado con la misma bola durante 36 hoyos, con lo cual, lo categorizamos como excelente.

Estado de la bola tras acabar el test de los 36 hoyos.

A modo de resumen final, si bien es un modelo de nicho, me parece una bola muy interesante especialmente para aquellos jugadores que, o bien no poseen un elevada velocidad de swing, o que desean dar el salto a bolas tipo Tour pero buscan un modelo que les permita tener un tacto tanto con hierros como con maderas similar a los modelos “soft” que vienen usando hasta ahora; siendo otro punto a favor de este modelo, en este caso para todo tipo de jugadores, la minimización de efectos del aire presentada en los golpeos con viento en contra.

En el otro lado de la moneda, el mayor hándicap de esta bola es, en mi opinión, la llegada a green con lofts inferiores a 30º (hierro 8), ya que esa mayor distancia de frenado frente a los modelos tipo Tour puede marcar la diferencia a la hora de la dificultad de embocar en el siguiente golpe.

Agradecer a Titleist las muestras para realizar esta prueba.

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