¿Volverá a rugir “el tigre”?
Una de las noticias referentes al golf que más espacio ha ocupado diferentes medios de comunicación durante esta semana han sido las imágenes de la detención de Tiger Woods por parte de las autoridades de Jupiter (Florida) debido a la conducción errática de su coche particular a causa de los medicamentos que toma para recuperarse de su última operación de espalda.
Como introducción aquí os dejo unos vídeos y datos referentes al suceso, por si alguien no sabe de que hablo o prefiere estar lo mejor informado posible.
Lo cierto es que dichas imágenes nos mostraron un Tiger incapaz de realizar los ejercicios más elementales y, aunque como ya he mencionado dicho estado se debe a la medicación (dio 0,0 en el control de alcoholemia realizado por la policia), nos viene de manera subconsciente el pensamiento de si Tiger Woods podrá algún día volver a jugar al más alto nivel.
Lo cierto es que, si volvemos al pasado vemos el gran número de veces que ha pasado por el quirófano por temas como puedan ser una reconstrucción del cartílago de la rodilla izquierda, liberar un nervio pinzado, o las tres operaciones de espalda realizadas con antelación, nos hace ver que ha salido adelante en otras ocasiones, aunque bien es cierto que desde que finalizó la temporada 2013 con 5 victorias, el jugador americano no ha logrado levantar otro trofeo como ganador.
Otro aspecto a mencionar en la recuperación de Tiger es el aspecto psicológico, siendo por un lado por el famoso problema de su adicción al sexo que le supuso el fin de su matrimonio con Elin Nordegren, por las reiteradas infidelidades del golfista. Punto que no ha logrado eliminar de su mente especialmente por los dos hijos que tiene en común con su ex-esposa, aunque también de alguna manera, por la forma (merecida o no, eso depende de cada uno) que fue vapuleado por gran parte de la prensa y de sus patrocinadores.
Siendo otro factor de presión su mediática vuelta cuando sea, yq que se hablará mucho de cada golpe suyo, con lo que realizar un mal torneo puede ser una lluvia de criticas y de comentarios relacionados con que debe retirarse, aspecto que podría perjudicarle de cara su propia confianza en si mismo en siguientes competiciones, sobre todo después de su vuelta “vista y no vista” a finales de año pasado, que acabó con su retirada en el torneo de Dubai en el mes de Febrero de este año.
En cuanto a su calidad como jugador está fuera de duda, ser el jugador con más Majors en sus vitrinas en lo que llevamos de siglo es una claro indicativo, no obstante, lleva sin ganar uno desde el 2008 y es dificil saber si todo su periplo de cambios de entrenadores ha sido positivo,ya que desde ese último Major, ha pasado por 3 entrenadores diferentes (Hank Haney, entrenador durante ese último Major, con el que estuvo desde el 2004 al 2010, Sean Foley del 2010 al 2014 y Chris Como del 2014 hasta hoy) y eso hace que sea complicado emitir un veredicto en ese aspecto, sobre todo teniendo en cuenta sus intervalos de juego.
Esperemos que se recupere pronto y podamos volverle a ver luchando por grandes cosas, eso sería bueno, no sólo para Tiger, sino para el golf en general ya que desde luego con la vuelta del norteamericano aumentarán los números de audiencia y con ello los premios y la difusión del golf a nivel internacional.
