Esta batalla no es solo de la UNA, sino de todo el Paraguay.
La ciudadanía no se mantuvo al margen de todas las movilizaciones que se estuvieron llevando a cabo en las últimas semanas por los estudiantes de la UNA. Es más, la participación de los demás miembros de la sociedad fue (y sigue siendo) fundamental para que varios reclamos de los estudiantes se vuelvan realidad. Numerosas familias, empresas privadas o estudiantes de otras universidades se acercaron hasta los manifestantes con el fin de proveerles alimentos, agua o, simplemente, unas palabras de apoyo que, durante estos días, sirven mucho más que un billete de 100mil guaraníes.
Hace ya más de dos semanas miles de estudiantes de diferentes facultades de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) abandonaron sus clases para salir a las calles a protestar por una universidad libre de la corrupción. Los alumnos ya tienen varias batallas ganadas, lograron que Froilán Peralta y Andrés Amarilla presenten su renuncia como rector y vicerector de la UNA, respectivamente, y, lo más importante, tienen todo el apoyo de la ciudadanía en general. Con todo el entusiasmo en sus almas, están convencidos en ir hasta el final y ganar la guerra con el grito de victoria.
Sin el soporte de la ciudadanía, lo más probable es que el #UNAnotecalles hubiese sido muy distinto. Las palabras de aliento, el apoyo en las redes sociales, los bocinazos de los automovilistas durante las marchas con el puño en el aire diciendo que no decaigamos, todo eso sigue dando fuerza a los estudiantes para seguir con la lucha, porque esta batalla no es solo de la UNA, sino de todo el Paraguay.
Además, no hay manera de explicar lo que se siente cuando un desconocido se te acerca a vos y a tus amigos a agradecerles por todo lo que están haciendo, por luchar por un país sin corrupción, por creer que una universidad mejor es posible y por no callar lo que ellos callaron por tantos años. Es por eso que este levantamiento es tambíen por ellos, porque no podemos olvidar que la mayoría de los adultos de nuestra sociedad vivió en una época en la cual, debido a la dictadura de Alfredo Stroessner, sentían miedo por expresar sus opiniones libremente o denunciar ciertas irregularidades.
Muchos de esos adultos que ayer tuvieron que llamar al silencio, mientras veían que el Paraguay estaba en manos de corruptos y ladrones, hoy están saliendo a las calles a ayudar con su granito de arena. Porque en estos casos, todo suma y todo es bien recibido. Esas mismas personas que ayer fueron amordazadas, hoy brindan su total apoyo a los estudiantes. Algunos son padres de alumnos de la universidad, otros son egresados de esta casa de estudios, y unos simplemente son personas cansadas de ver al país sumergido hasta el cuello de la corrupción.
No importa qué seas, no importa si sos estudiante de una universidad privada, si seguís en el colegio o si trabajás en un supermercado por las mañanas. Salí a las calles, adherite a estos jóvenes que están buscando una mejor educación. Quien sabe, quizás el día de mañana podríamos salir todos juntos y cambiar el logo del #UNAnotecalles por el de #ParaguayNoTeCalles.