Un ring para conversar sobre la cultura
Espacio de diálogo con cuatro referentes en Iconoclastas
El escenario se convirtió en un ring de boxeo, en el que el intercambio sería de ideas y no de fuerza física. Cuatro fueron las personas que protagonizarían el debate. En una punta, se encontraba José Antonio Galeano, reconocido académico, músico, historiador y promotor cultural. En el otro extremo, Sebastián Peña, productor audiovisual, más conocido por su último trabajo cinematográfico: Las Herederas.
A su costado, estaba Ignacio Fontclara, cocinero que busca revolucionar la comida con ingredientes frescos, naturales y ya casi olvidados de nuestro país desde Karu, su emprendimiento gastronómico. En la última esquina, en representación de las mujeres, marcaba presencia Milda Rivarola, reconocida historiadora, socióloga y politóloga paraguaya.
Los jueces del encuentro fueron Rodrigo Weiberlen, director de ICON, y Juanma Cabarcos, director de Brandon, encargados de facilitar el intercambio de ideas entre los invitados. Los espectadores rodeaban el cuadrilátero, ansiosos por disfrutar del espectáculo. El motivo del encuentro: conversar sobre cultura.
¿Qué entendemos por cultura?
Rodrigo Weiberlen hizo una pregunta disparadora abierta a todos los participantes: ¿Qué es cultura?
Desde las gradas, empezaron a surgir respuestas. Primero dijeron que es la unión de todas las culturas individuales. Luego sumaron que es la personalidad de las instituciones. Comentaron que hay una cultura que no se puede cambiar y otra que se construye con el lenguaje y el espacio de confianza con el equipo.
También agregaron que cultura es, simplemente, lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Alguien sumó que cultura es lo más importante y a lo que menos importancia le damos.
Rodrigo tomó de vuelta la palabra para sumar su opinión: “Cultura es casi todo. Desde nuestros roles es inminente entender la cultura. No podemos actuar sin conocerla. También podemos debatir sobre la posibilidad de diseñar cultura. ¿Hasta qué punto somos moldeadores de cultura desde nuestros proyectos?”.
Los cuatro invitados ya estaban listos. Sentados cada uno en una esquina, mirándose unos a los otros. Ahora les tocaba a ellos responder la pregunta.
Round 1: Definamos cultura
José Antonio Galeano es el primero en hablar, asegurando que “romper imágenes no siempre es fácil en una sociedad tan pacata tan amodorrada y tan poco propensa”. Recordó que un antropólogo brasilero dijo una vez que la cultura es una larga conversación, lo cual le llamó bastante la curiosidad y lo dejó pensando.
Con el tiempo, le dio la razón, afirmando que cultura no es sino el construir permanentemente de lo que se hace. “Si queremos ir a un concepto más académico, en el siglo XIV se dijo que cultura es todo lo que el hombre hace. Luego quedó insuficiente esa idea y se definió como todo lo que no es naturaleza, y luego que es aquello que el hombre hace transformando la naturaleza”, comentó José Antonio.
Recordó a los espectadores que todos los días construimos cultura, consciente o inconscientemente desde nuestras acciones.
“La cultura no es sino el construir permanentemente de lo que se hace” — José Antonio Galeano.
Desde la otra punta, tomó la palabra Sebastián Peña. Él expresó que la palabra cultura es una de las más difíciles en la lengua inglesa y castellana, en cuanto a su significado. “Cultura es todo lo que el ser humano desarrolla, señala a través de los diferentes tipos de lenguaje”.
Luego agregó que cultura no se puede definir, que el concepto va cambiando por una característica impugne de la palabra: “La cultura es movimiento, tiene que ver con construir, con lo que hacemos todos los días. Se suele confundir con noción de alta cultura, pero no es así”.
Luego afirma que Paraguay no tiene una sola identidad, sino es un conjunto y una realidad multicultural compleja y hermosa. “Existen varios relatos para resaltar, lo que nos animó con Marcelo (Martinessi) a construir un universo alrededor de Las Herederas”, añadió.
Era el turno de Ignacio Fontclara. Él habló sobre su área de especialidad: la cocina. “El hecho de controlar la semilla nos definió para identificarnos. Anteriormente se pagaba con alimentos, imagínense el valor cultural. Cocinar hizo al hombre. A partir de ahí surgió la necesidad de transmitir conocimiento, de persona en persona. La cultura está a disposición de todos, nos quedamos cortos al tratar de definirla”.
Para cerrar esta ronda, Milda Rivarola aclaró que la cultura no es individual, sino una construcción colectiva. Explica que la cultura lee el mundo que le rodea y puede trasladar esa realidad a la escritura, a la danza, la pintura, a otro tipo de códigos que identifica a las sociedades. “Inodoro Pereyra es una historieta de los años 60 o 70 basada en la cultura rioplatense gauchesca argentina. Eso no lo puede leer alguien que no sea rioplatense, no lo va a entender”, afirma mirando a los otros tres jugadores.
Cuenta que el lenguaje más vulgar llama cultura a los museos y las obras de arte, pero es la manera de leer, conectarte y simbolizar tu realidad en todas las expresiones.
Round 2: Paraguay y su nivel cultural
Después de 10 minutos de descanso, el debate continuó. El juez Juanma dio inicio a la segunda parte de la conversación con otra pregunta: ¿Cómo está hoy Paraguay en materia cultural?
José Antonio Galeano empezó a relatar una anécdota. En el 91 había participado, en representación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), en un congreso sobre cómo promover la cultura en América Latina. En medio del debate entre sus demás pares latinoamericanos, dijo avergonzado: “Mi país acaba de salir de una dictadura y es muy difícil construir un plan nacional de cultura”. Inmediatamente, el representante peruano lo interrumpió:
“No se equivoque compañero, no tener un plan cultural es el plan cultural de tu país”
Todos los espectadores estaban pendientes de la conversación. El cuadrilátero había captado la atención del público que quería conocer más sobre esta palabra tan escuchada, pero muy poco entendida: cultura. Galeano prosiguió con su intervención: “No estamos bien en materia de cultura, si entendemos cultura como una cuestión que deba plasmarse en un plan y en un proyecto, pero sí somos inmensamente ricos culturalmente”.
Seba continuó hablando de la multiculturalidad que existe en Paraguay y que la cultura se promueve desde las políticas públicas, un proceso que abarca a todos, no solo a los gobernantes: “Es imposible separar las responsabilidades. Por la falta de acción hay culturas que se están perdiendo para siempre”.
Además, criticó la falta de institucionalidad de nuestro país, que afirma no se pudo construir aún en los más de 200 años de independencia. “En sentido estricto del término, no cumplimos con el concepto de país. La falta de políticas públicas es el gran desafío de Paraguay”, expresó el productor de Las Herederas.
Ignacio Fontclara recordó un viaje que hizo a Cataluña a sus 17 años. Cuenta que empezó a construir su identidad estando allá hasta que realmente se dio cuenta de que “respondía a otra cultura”, la que conoció viviendo en Paraguay. “Volví con el afán de que ésta es mi cultura. Esa realidad del día a día te dificulta muchísimo poder identificarte con algo”, agrega.
Milda Rivarola habla de la existencia de una cultura indígena y otra campesina y se cuestiona si hay una urbana. “Nuestra cultura es campesina. Hay tres pilares que nos caracterizan: Ore koygua (somos tímidos), ore ñe’e (hablamos mucho), ore mboriahu (no somos ricos). Lo que define al Paraguay, no es guaraní, son elementos campesinos”, afirma la historiadora.
“Despojar a una sociedad de su cultura es despojarles de su alma”- Milda Rivarola.
A esta idea le suma el cambio desordenado que estamos viviendo en nuestro país por la globalización, lo que causa la muerte de los campesinos: “La gente está saliendo del campo, su mundo se está acabando. Despojar a una sociedad de su cultura es despojarles de su alma. Menos gente habla guaraní, una lengua es una ventana para ver al mundo de distintas maneras. Estamos perdiendo esa habilidad”.
Para cerrar, criticó que todas las iniciativas culturales son privadas y no públicas. “Las grandes obras que se están creando son maneras desesperadas de captar cultura”, enfatizó.
Round 3: ¿Diseñar, transformar o preservar cultura?
Los 4 jugadores seguían en sus respectivas esquinas. En este encuentro no se buscaba un ganador, sino idea construida a partir del debate y la escucha. José Antonio nos hizo una advertencia antes de continuar: “La deshumanización también es global, es monstruosa. Tenemos que hablar de las cosas que nos importan o no vamos a poder construir algo verdaderamente importante”.
Milda Rivarola añade su punto de vista: “Todas las formas culturales sobreviven y se enriquecen en la medida que puedan adoptar cosas nuevas, sin destrozar lo que hay abajo”.
Desde las gradas empezaron a surgir preguntas. Alguien preguntó a Sebas si es que podemos diseñar cultura. Él respondió con dudas. “Una sociedad de por sí, está compuesta por individuos, la realidad es compleja y diversa. Lo que se podría intentar diseñar son mecanismos dentro del Estado que sostengan, preserven y promocionen esa diversidad cultural que describe el Paraguay”, comenta.
Otra persona del público pidió la palabra: ¿Hasta qué punto está bueno preservar una cultura y cuándo esta bueno reinventarla? José Antonio Galeano se hizo cargo de la respuesta y fue muy claro: “No podemos elegir. No podemos decir “está bien lo que somos y tenemos que conservarlo”. Eso no pasa por nosotros, inevitablemente se va a transformar. No podemos optar por una cosa o la otra, justamente porque cultura es todo lo que el hombre hace actualmente”, afirmó.
Además, José Antonio se preguntó qué entendemos por cultura. El individuo del pueblo originario pre colombino sabía 3 o 4 cosas, pero eran las cosas que tenía que saber: “Guarecerse de la lluvia, copular, vivir en contacto con la naturaleza, etc.”.
“Nosotros acumulamos ‘conocimiento’, que no forzosamente nos hace más cultos, y ahí hay toda una discusión colateral”, añade el académico. A eso le suma Milda Rivarola la idea de que en sociedades como la nuestra, tenemos la capacidad de creación cultural. “Soja y ganado tiene cualquiera, pero la capacidad de crear formas de simbolización de la realidad y formas de belleza, no se encuentran en otra parte”, afirma.
Ignacio Fontclara cuenta la anécdota que desde su empresa gastronómica Karu, nadie los contrataba hasta que una embajada quiso cocinar comida típica paraguaya para turistas y, actualmente, trabajan con 8 Embajadas, cuerpos diplomáticos. “Es un nivel de responsabilidad enorme, es tomar un riesgo y salir de esa situación de comodidad”, comentó.
Las últimas palabras
Con un concepto un poco más clarificado de lo que entendemos por cultura, los cuatro invitados ya habían cumplido con el objetivo de este encuentro. Antes de abandonar el cuadrilátero, enunciaron unas palabras, cada uno con una medalla simbólica de victoria y satisfacción.
José Antonio celebró espacios de conversación como este, con temáticas que no siempre figuran en la agenda, pero que tiene una renovación permanente y frescura con la visión de los jóvenes. “No están tan solo para bailar en las discotecas, sino también para pensar. Eso tiene mucho valor para alguien que a sus 65 años está sintiéndose muy joven gracias al contacto con los jóvenes”, concluyó.
Sebastián Peña apoya la construcción de pensamiento y el debate. Este último, aseguró, es fundamental en un país como el nuestro, donde nos cuesta pensar y debatir. “Este tipo de espacios genera una oportunidad de conversación y reflexión que tendrá resultados nuevos en cada uno”, expresó.
Ignacio fue breve y conciso: “Sé y serás. Qué fácil, pero es ahí donde se construye todo. Primero hay que ser, tener la paciencia y la consciencia de que no vas a ver casi resultados. Venimos a colaborar, hoy se habla mucho de la competencia, siendo que te hace ser humano el hecho de transmitir”.
Milda dijo las últimas palabras de la conversación: “El disfrute de la cultura es un don que te puede emocionar desde las lágrimas. Ver un ritual de semana santa, cómo se fabrican los yapepos, una obra de teatro, música, cine, eso es belleza y también te ayuda a poner los pies sobre la tierra. No renieguen de ese don”.
Dicho esto, el encuentro acabó. Los cuatro conversadores se despidieron del público, quienes aplaudían desde las gradas. El cuadrilátero quedó vacío pero permaneció el sentimiento de que la tarea se había cumplido: Dialogar sobre cultura y seguir construyéndola, porque cultura es, simplemente, todo lo que hace el hombre.
Esta conversación se dio en el marco de una de las actividades de Iconoclastas 2018, un encuentro entre todos los colaboradores de ICON, una red de empresas creativas que promueve la innovación y colaboración.
*Algunas descripciones y acciones del texto fueron imaginadas para sumar al relato de la historia, no así los comentarios y afirmaciones de los participantes.