Movilidad en tiempos de pandemia

Omar Miranda
Urbanistik
Published in
7 min readOct 19, 2020

Es claro que la actual pandemia que estamos viviendo nos ha obligado a modificar nuestros patrones de comportamiento. Pasando por nuestra casa, oficina y el cómo interactuamos con nuestros seres queridos en el día a día, hasta incorporar nuevos hábitos; lavarse las manos con mayor frecuencia y no olvidar la mascarilla antes de salir de casa, ya son parte de nuestra rutina diaria.

Por otro lado, las medidas de restricción de movilidad como las cuarentenas y toque de queda, cuyo objetivo es reducir el esparcimiento del virus, afectaron de manera transversal el día a día de las ciudades.

Estas medidas llevaron a que muchos trabajos se vieran forzados a adoptar una modalidad semi-presencial y en algunos casos completamente remotos, ya sea para atenerse a la normativa sanitaria o por decisión propia del lugar de trabajo, generando un impacto directo en la vida de la ciudad, en particular, en el transporte.

En este artículo, analizaremos cómo se vio afectada la movilidad de las personas en algunas comunas de la Región Metropolitana. De manera exploratoria y para mostrar con datos que la conversación sobre cómo generamos ciudades sostenibles sigue siendo importante, analizaremos los “Índices de Movilidad” [1, 2] generados por el Instituto de Data Science de la UDD, en colaboración con Movistar y Cisco. Estos datos son generados de manera pasiva a partir de las conexiones que realizan nuestros celulares (con chip Movistar) a las antenas de telecomunicaciones. Como las antenas tienen una posición física conocida, es posible utilizando algoritmos computacionales, poder estimar posiciones relativas y con ellos poder además estimar “viajes” que realizaron ciertos dispositivos.

Este tipo de datos son ampliamente utilizados para realizar estudios a gran escala sobre ciudades, en particular relacionados al transporte, ya que permiten generar conclusiones sobre movilidad y desplazamiento mediante una mirada complementaria, agregada y holística de la ciudad. Estos datos también permiten planificar de mejor forma la ciudad, futuras viviendas y espacios recreativos.

Este Índice de Movilidad (IM), es calculado para todas las comunas y regiones del país, de manera diaria y representa una proporción entre la cantidad de viajes realizados y el número de dispositivos. Además, se incluye una separación del IM, como la suma del IM interno (viajes realizados dentro de la comuna) e IM externo (viajes que cruzan al menos un límite comunal). (Para conocer más detalles pueden referirse a los reportes mismos publicados en https://datascience.udd.cl/movilidad/)

En el siguiente gráfico (Figura 1), se muestra el Índice de movilidad (IM) calculado para la Región Metropolitana (el valor representa al promedio comunal por día) y se resalta un promedio continuo calculado con una ventana de 7 días. Se muestran dos fechas importantes que muestran la caída en las semanas posteriores de la movilidad en la región. El 16 de Marzo, varias comunas tomaron la decisión de interrumpir las clases presenciales en colegios y lo mismo hicieron gran mayoría de Universidades. Por consiguiente, la región vio disminuida su movilidad en un 30% (promedio considerando todas las comunas de la RM).

Figura 1: Cálculo promedio del IM de las comunas de la RM. Se muestra de manera diaria y con promedio continuo de 7 días. Fuente: Índice de Movilidad, UDD y elaboración propia.

Un efecto similar ocurre el 15 de mayo, día en que 38 de las 52 comunas de la Región Metropolitana entran en cuarentena total. Sin embargo, el efecto no fue tan abrupto debido a que ya había una disminución por las comunas en cuarentena. Sin embargo, la semana posterior a este dictamen, se considera como la semana con menor movilidad en la región.

Para efectos de comparar cómo se ha visto afectada la movilidad en diferentes comunas, en el siguiente gráfico (gráfico 2) se toma como referencia de “normalidad” la semana del 9 al 15 de marzo (baseline) y se muestra un promedio semanal del IM para algunas de las comunas de Santiago (el valor que se muestra es la diferencia porcentual con respecto al baseline). En azul la proporción de viajes dentro de la comuna y en verde la proporción de viajes fuera de la comuna.

Figura 2: Diferencia porcentual por comuna del IM interno y externo, con respecto a la semana base. Fuente: Índice de Movilidad, UDD y elaboración propia.

Podemos ver que la primera semana desde que las autoridades comenzaron a tomar medidas de resguardo la movilidad cayó entre un 20% y 60% en algunas comunas. Si bien existe una brecha entre el índice interno y externo dependiendo de cada caso, los viajes dentro de la comuna (azul) superan a los externos (verde) (a excepción de la comuna de Santiago, donde ambos valores siempre son muy cercanos).

Un efecto interesante es el que muestra en Puente Alto, donde la movilidad se “restableció” rápidamente, incluso en tiempos cuando esta comuna estaba con cuarentena total. Dado que las comunas que concentran más viajes con destino trabajo: Santiago, Las Condes y Providencia (Encuesta Origen-Destino, Sectra, 2015), comenzaron a reactivar el trabajo presencial otorgando permisos especiales desde mediados de Julio, es posible creer que este aumento de movilidad posterior a estas fechas, es debido al retorno laboral de manera presencial.

Por otro lado, la fiscalización es otro punto relevante. Puente Alto es la comuna más habitada del país y sin duda que mantener un control del cumplimiento de la cuarentena es una tarea compleja. Un análisis mucho más completo, podría ser logrado si se incluyen además los orígenes y destinos comunales de los viajes. En el caso chileno, el uso y disponibilización de este tipo de datos, son de gran ayuda para entender la ciudad y atacar de manera interdisciplinaria las problemáticas que surjan [3].

Existen estudios, que demuestran que la movilidad es un factor muy importante para el control y propagación del virus dentro y entre las ciudades [4]. Si bien esto puede parecer natural de entender, es crucial entender que las ciudades se comportan de manera distinta según su configuración. La red de transporte y sectores de lugares de trabajo, dictan en qué lugares y horarios existirá una población flotante alta, donde existe clara probabilidad de esparcimiento del virus. Estos lugares, en el caso de la RM, son las comunas del sector oriente (Las Condes, Vitacura, Providencia) que coincidentemente fueron las primeras comunas en entrar en cuarentena.

Estos datos han sido parte de la información disponibilizada y utilizada como asesoramiento para el Ministerio de Salud, para la toma de decisiones de manera informada. Pues, una medida de restricción de movilidad como lo es una cuarentena, afecta no solo a la comuna en cuestión, sino que a la vida de la ciudad completa. Este caso se evidencia en la comuna de Punta Arenas, donde recientemente existe un gran incremento de casos positivos. Según un estudio del ISCI (UCh) [5], la primera cuarentena disminuyó la movilidad de la ciudad a un 40% y la más reciente sólo a un 26%, incluso cuando en septiembre se había llegado niveles de movilidad cercanos a los de base (marzo); lo cual se correlaciona (no implica causalidad) coincidentemente a la alza de contagios que se ha visto en las últimas semanas.

Finalmente, observamos que las medidas de restricción de movilidad, obligaron a muchos trabajos a re-estructurarse. El trabajo remoto, es algo que sin duda se adoptará de manera definitiva para muchas industrias y eso conlleva ciertas repercusiones con respecto al habitar. La movilidad ha disminuido y en muchas comunas quizás nunca llegará a los valores pre-COVID. Esto generará bastante conclusiones para muchas industrias y organizaciones a la hora de planificar el desarrollo social, cultural y comercial de la ciudad.

Tal y como se indica en un Policy Brief [6], los hogares (dentro de sus posibilidades) podrán reordenar sus prioridades a la hora de buscar un lugar para vivir. La cercanía a la red de metro o lugar de trabajo, quizás ya no sean un factor obligatorio, permitiendo que los hogares busquen otras características, en otros sectores de la ciudad. A su vez, quienes pueden trabajar desde su casa, se ven en la necesidad de contar con un espacio definido y equipado, cambiando las características interiores de la vivienda. Ampliar la búsqueda a uno o dos dormitorios extra, para habilitarlos como oficina o sala de estudio, quizás sea una tendencia que comencemos a ver post-pandemia. Interesante será ver y entender los cambios que sufrió la ciudad por consecuencias de la pandemia y ojalá que a su término, volvamos a conversar sobre la importancia de cómo se planifica una ciudad. Sólo así, estaremos mejor preparados para la siguiente vez.

Referencias

[1] Instituto de Data Science de la Universidad del Desarrollo. Bravo, Loreto, and Ferres, Leo. (2020). The IM (Mobility Index) dataset, electronic dataset, UDD and Ministry of Science, Chile.

[2] Datos relacionados al Covid-19 disponibles desde el Ministerio de Ciencia. Accesibles en: https://github.com/MinCiencia/Datos-COVID19/

[3] Eduardo Graells-Garrido and Vanessa Peña-Araya. 2020. Toward An Interdisciplinary Methodology to Solve New (Old) Transportation Problems. In Companion Proceedings of the Web Conference 2020 (WWW ‘20). Association for Computing Machinery, New York, NY, USA, 504–509. https://doi.org/10.1145/3366424.3384372

[4] Cartenì, A., Di Francesco, L., & Martino, M. (2020). How mobility habits influenced the spread of the COVID-19 pandemic: Results from the Italian case study. The Science of the total environment, 741, 140489. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2020.140489

[5] https://www.uchile.cl/noticias/169593/movilidad-de-punta-arenas-disminuye-solo-26-en-segunda-cuarentena

[6] Propuestas para repensar las viviendas y el habitar de Chile, Serie “Domesticar la ciudad”, Editorial Universidad de Chile, 2020. https://www.uchile.cl/publicaciones/169446/policy-brief-serie-domesticar-la-ciudad-n3

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