Breaking Bad: reconocimiento

Me cuesta escribir sobre imágenes.

Este es mi intento número mil doscientos cuarenta y tres.

Yo sólo quiero hablar de Breaking Bad.

Me cuesta mucho más escribir sobre imágenes en movimiento.

Pero, bueno, todo es un decir nomás.

Edipo Rey. Sí, la tragedia griega. Eso de que Edipo se saca los ojos después de que se entera de todo el desmadre que es su vida.

Mató a su verdadero papacito, tuvo sexo con su mamá, tuvo hijos, todo quedó en familia.

La profecía sí que se cumplió.

Alrededor del rey de Tebas todo se tornó de mal en peor.

Walter White es un profesor que sabe un chingo de química. Y mocos que le da cáncer de pulmón. Inoperable.

Su cuñado, Hank, es dicharachero y bonachón, pero agente de la DEA a fin de cuentas.

Su cuñada, Marie, es una cleptómana, y siempre siempre siempre son moradas sus ropas y todo lo que le rodea, y eso me enamora. Qué bonita.

Skyler es contadora y es la esposa de Walter, con quien tiene dos hijos, uno con capacidades diferentes y una bebé que por allí andará naciendo en la pantalla.

Cuando Walter acompaña a Hank, su cuñado, en una redada, descubre que Jesse Pinkman, un exalumno suyo (de Walter, no de Hank), se dedica al negocio de la droga.

Jesse por un pelito de rata se escapa cayéndose por una ventana.

Walter quiere cocinar metanfetamina con Jesse. Las ganancias pagarían el tratamiento de su cáncer y los excedentes estarían destinados para el futuro de su familia cuando él falte.

Así que Walter dice frente a Jesse:

– Tú conoces el negocio y yo sé la química. Creo que quizás tú y yo nos podemos asociar.

Pasan muchas y muy variadas cosas en Breaking Bad.

Pero yo creo que podría sintetizarla en que es una serie de puro reconocimiento. Cosa que no es para menos.

Todos los personajes tienen por lo menos un momento donde reconocen los actos que otro personaje ha intentado ocultar o dejar de lado.

Un primer ejemplo es lo que empieza todo: el hecho de cómo Walter descubre a Jesse en medio de una redada de la DEA.

Walter reconoce a su exalumno que ahora es un traficante de drogas, cosa que Jesse hubiera preferido seguir manteniendo en secreto.

Y así habrá un chingo de reconocimientos, desde pequeñitos hasta verdaderamente grandotes.

HACERSE MALO: RECONOCERSE, HERMANO

Aristóteles más o menos definió a la anagnórisis como

Un cambio desde la ignorancia al conocimiento por parte de un personaje que lo lleva redefinir sus circunstancias o a sí mismo

Anagnórisis en español se dice reconocimiento.

Aristóteles creía que Edipo Rey tiene la mejor anagnórisis del mundo.

Está bien cabrón enterarte de golpe

que te quebraste a tu papá,

de que mantuviste relaciones con tu propia madre,

y además de que el fruto del incesto te vuelve padre de tus hermanos y hermano de tus hijos.

Y tú antes ni en cuenta, ni te lo sospechabas, andabas en tu papelito de rey de Tebas.

Por un momento creí que existía un reconocimiento que no lo vivían los personajes sino únicamente los espectadores.

Sí, creí que había una excepción, es decir, que se nos reservó un reconocimiento exclusivo a nosotros, a quienes nos mantenemos atentos. Pero no.

AQUÍ YA VIENE UNA SERIE DE SPOILERS, AHORA SÍ. SPOILER, SI NO QUIERES QUE YO TE LO CUENTE, VE BREAKING BAD (O NO) Y VUELVES (O NO). AUNQUE A DECIR VERDAD DA IGUAL QUE TE CONFIESE ALGÚN SECRETO A VOCES DE ESTA SERIE, PORQUE SE SOSTIENE SU SABOR AUNQUE TE REVELEN EL FINAL Y TODOS LOS FINALES DE CADA EPISODIO. AUNQUE TE LA CUENTE, PUEDES VERLA Y PUEDE GUSTARTE SU SAZÓN (O NO). COMOQUIERA, ABAJO SALDRÁN REVELACIONES DE LA TRAMA. SPOILERS, PUES.

En un episodio de la quinta y última temporada llamado “To’hajiilee”, Walter White a Jesse le dirá telefónicamente

que él le hizo creer que fue Gus Fring (un narcotraficante con el que entablaron una relación de negocios y luego ya no) quien envenenó con ricina al hijo de una de las novias que tendrá Jesse, sólo para encubrirse a sí mismo, porque fue él quien en verdad intoxicó a ese niño en cuestión, pero no con ricina, sino con moras de lirio de los valles.

(Ese envenenamiento es lo que yo pensaba que era revelación exclusiva para los espectadores quienes pudimos ver una maceta de lirio de los valles en el jardín de la casa de Walter White al final de “Face off”, el episodio 13 de la temporada 4.

Ni modo, será que sí se entere Jesse de eso y no seremos tan especiales con el tratamiento de los datos de vital importancia al respecto de los envenenamientos de la serie.)

Y en el episodio siguiente, un episodio llamado “Ozymandias”, uno donde pasa de todo, será que Walter reconozca ante Jesse

que él vio morir a Jane (el primer amor de Jesse, el más más más cabrón, a mi gusto, interpretado por Krysten Ritter, quien no tiene mucho que tuvo a su bebé, que diosito me la bendiga, toda preciosa ella), que él la vio ahogarse en su propio vómito, que pudo haberla salvado y que no hizo nada para evitarlo.

Así de nuevo Jesse es manipulado por Walter milimétricamente, con chantaje indirecto y manipulación a varias bandas, para que se aleje de él, definitivamente.

Esa metralleta de diálogos entre personajes y las revelaciones de por medio, en sus adentros,

ese tipo de metralla descargada entre principalmente la pareja de protagonistas de esta historia, es un ejemplo que me gusta de los reconocimientos grandes, chonchos, full-minantes,

esos que te dejan con la boca y la cola abierta (bueno, es un decir, a mí “me dejaron así”, es la emoción la que habla aquí, que nadie se ofenda, vivan las bocas, vivan las colas, de toda persona y que cada quien las abra o cierre conforme quiera),

boquiculiabierto del impacto,

con Walter al mando, conduciendo, en la trama,

los quiebres, tras bambalinas y enfrente de ellas,

poniéndose mal, encaminándose más hacia al final,

Walter, cayéndose de bruces, pasando de mal en peor,

topándose con su reconocimiento que es nada más y nada menos que un poquito de sangre embarrada en una superficie de metal que por cómo reluce en la última escena ha de ser de acero inoxidable.

Algo así como en Tebas, más o menos.

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Javier Norberto Muñoz Palacios
Gramatos, Revista de ensayos literarios

Esto es @masomenoz literatura, es decir, desde ensayos hasta traducciones y también cuentos y crónicas.