La escuela equívoca de los niños

Mucho se asume que crecer es como un deslizarse del pensamiento simple al pensamiento complejo. Que crecer es sustituir a la línea recta con el trazo tridimensional.

Sin embargo, que una creencia esté extendida no la convierte en razón innegable. Sí, está bien de vez en vez creerse la convención en las matemáticas, en la física, en la exactitud científica, siempre y cuando conduzca a más cuestionamientos de lo poco o mucho alcanzado o descubierto.

La recreación ante el error está aquí sumamente involucrada, lo mismo en las ciencias exactas encaminadas a un mayor cuestionamiento como al proceso del crecimiento de un ser humano.

Esto no es algo nuevo, es algo tan viejo como el pan, o incluso previo. Por ponerlo en perspectiva, incluso al inventar el pan el humano debió de haber fallado mucho escogiendo los ingredientes, variando en los tiempos, manejando el fuego…

Los niños no son tontos. Los niños son capaces, cada uno con sus talentos y habilidades, siempre y cuando se recreen en cada actividad.

La necesidad de recreación ha sido multiplicada frente a la actual situación de confinamiento voluntario, cuando no, obligatorio, dependiendo de cada legislación.

La duda asalta a muchísimos adultos, al ver un niño; ante un niño los entretenimientos exclusivos de los adultos trastabillan (siempre han sido inestables, pero nos calma ignorarlo); el grito al cielo: ¿qué hago ahora con este niño?

Una lista con respuestas diversas podría aparecer a continuación y pretender este texto poner punto final a la situación. Pero no. Eso sería pan con lo mismo.

En estas mañanas, tardes, noches, dejemos que los niños nos enseñen a equivocarnos. Qué mejor que la escuela equívoca de los niños en casa.

Y si no tienen niños, uno siempre puede equivocarse solito. Tampoco es que antes de todo esto supiéramos a ciencia cierta los trazos que estábamos haciendo y estuviéramos curados del susto del ensayo y error.

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Javier Norberto Muñoz Palacios
Gramatos, Revista de ensayos literarios

Esto es @masomenoz literatura, es decir, desde ensayos hasta traducciones y también cuentos y crónicas.