(Desconozco el autor de la imagen)

Viajeros en la antigua Grecia

Alejandra G. Jiménez
Greek Literature
Published in
5 min readSep 13, 2015

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Al hablar de la Odisea escrita por Homero, es conveniente recordar que esta obra forma parte del canon de los periplos que se encuentran dentro de la tradición de los nóstoi (nóstos = regreso, vuelta a la patria). Estos documentos narraban los legendarios viajes de retorno de los héroes de Troya hacia sus respectivas patrias (tal es el caso de Odiseo), perseguidos por la ira de los dioses y castigados por los agentes naturales, que erraron perdidos en el mar y tierras semidesconocidas o desconocidas, antes de lograr en el mejor de los casos, pisar suelo patrio.

Sabemos que el viaje de Odiseo surge desde Troya al término de la guerra, así como que su viaje resulto ser toda una travesía pues después de la primera perdida de algunos hombres de su tripulación contra los cícones en Ismaro, el recibimiento de los lótofagos por el cual sus tripulación tuvo un total desinterés de volver a casa y el suceso que determino su viaje; el encuentro con el cíclope Polifemo (al que Odiseo deja ciego para poder escapar de él), hijo de Poseidón, dios que desatará su ira contra el héroe de Ítaca, a partir de este momento Odiseo y su tripulación entraran en una especie de viaje por lugares místicos, enfrentándose no sólo a la ira de uno de los más grandes y poderosos dioses y a los inconvenientes naturales sino también a criaturas y personajes fantásticos; Eolo, señor de los vientos, los lestrigones, Circe, el sorprendente viaje al Hades en busca de Tiresias, las sirenas que ingeniosamente Odiseo logra superar, Escila y Caribdis, las vacas del dios Sol, la ninfa Calipso quien ofrece la inmortalidad a nuestro héroe para que se quedara con ella, pero que no logra persuadir, llegando a si al territorio de los fenicios donde el rey Alcínoo compadeciéndose de él le ofrece ayuda para volver a casa, y así terminar tan tormentosa travesía.

Hemos de centrarnos en el canto XII, vv. 206–259, para tratar el asunto geográfico requerido en este texto. Es uno de los pasajes más tristes dentro de la historia, dado que no sólo se muestra a Odiseo como el hombre ingenioso, persistente y casi insensible con tal de cumplir con su objetivo, sino que también se muestra al hombre que sufre[1] por la miseria de su tripulación pese a que el mismo los llevo a la muerte[2], pues no debió resultar nada sencillo para Odiseo escuchar los gritos de sus angustiados hombres antes de ser devorados por tan espantosa criatura [3]

Desde el punto de vista lógico y racional Odiseo al encontrarse en una disyuntiva sobre qué camino elegir tomo la mejor decisión y veremos porque.

Tenía dos rutas posibles, discurre entre el camino de rocas flotantes que destrozan barcos o un estrecho canal en el que por un lado se encontraba un monstruo marino devorador de hombres llamado Escila y por otro un enorme remolino llamado Caribdis.

Escila era un monstruo de muchas cabezas y manos, criatura aterradora de la cual Odiseo estaba consciente que al navegar junto a ella se comería a algunos de sus hombres y Caribdis un gigantesco remolino que se traga todo cuanto encuentra a su paso y lo vuelve a vomitar en las proximidades, de modo que, si Odiseo se hubiese acercado a él lo más seguro es que terminaría siendo arrastrado al fondo y naufragaría.

Odiseo, entonces ordena a sus hombres evitar las rocas flotantes y prefiere enfrentarse al otro peligro, el estrecho de Escila y Caribdis. Entendemos que este héroe carece de habilidades divinas, no es un semi-dios como Heracles superando las adversidades, es una persona mortal frente al mundo “real” que debe luchar por sobrevivir y volver a casa, sin embargo, se distingue como un hombre de gran ingenio y calculador en algunos casos como este, se da cuenta de que perder su barco es mucho peor que perder a algunos hombres, así que decide navegar más cerca de Escila, obviamente no previene a su tripulación de la existencia de este monstruo para no alterarlos[4]

Viajes de Odiseo (desconozco la fuente original de este mapa)
Ubíquese el estrecho de Mesina entre Italia y Sicilia

Durante siglos los estudiosos de la Odisea buscaron la explicación sobre lo que pudo haber proporcionado la inspiración a Homero en este pasaje. A mediados del siglo XIX el mar arrastro a las costas algunos cadáveres de grandes bestias con tentáculos, esta era entonces las respuesta, calamares gigantes. La ficción de Homero estaba ya aceptándose como real.

En cuanto a Caribdis, podemos mencionar que los modernos oceanógrafos han descubierto una zona de remolinos gigantes que coincide con la descripción en el estrecho de Mesina entre Italia y Sicilia. Al norte tenemos el mar Tirreno y al sur el mar Jónico, las aguas de ambos mares son muy diferentes, por consiguiente el agua que atraviesa este estrecho esta tremendamente revuelta y se producen enormes remolinos y mareas peligrosas. ¿Serían estas corrientes tan poderosas en la antigüedad?.

Calamares gigantes y grandes corrientes dos amenazas que ahora creemos posibles fueron a las que se enfrentaron los antiguos marineros, ¿sería esto lo que inspiró a nuestro gran poeta épico?.

[1] Homero, Odisea, XII 258–259. “Nunca tuve ante mis ojos tan triste visión entre todas cuantas he padecido en el mar descubriendo sus rutas”.

[2] Homero, op cit., XII 251-255. “Cual se ve el pescador sobre el cabo empuñar larga caña y arrojar en el mar, con un cuerno de vaca campera, el engaño del cebo a los míseros peces que luego palpitantes extrae de las aguas, así entonces eran por la escarpa sacados mis hombres convulsos de muerte”.

[3] Homero, op cit., XII 249–250.

[4] Homero, op cit., XII 222–225 “Tal hablé, a mis amigos al punto acataron mi orden, pero nada les dije de Escila, del mal sin remedio, no viniesen por miedo a dejar nuevamente la boga, y buscasen refugio del daño en los senos del barco”.

Bibliografía

Textos y traducciones

HOMERO, Odisea, (2008, 2° edición). Trad. de José Nanuek Pabón. Madrid, Gredos, 464 pp.

HOMERUS, Odyssea, (1962). Ed. de P. von der Mühll, Basel, Herbing-Lichtenhahn, 456 pp.

Básica

GRIMAL, Piérre. (2007). Diccionario de Mitología Griega y Romana. 8° reimpresión. España; Ediciones Paidós Ibérica, S. A.

PAVON, José M. (1967). Diccionario Manual Vox Griego- Español. Barcelona; Bibliograf. S. A.

BOWRA, C.M. (1948). Historia de la literatura Griega, México; Fondo de Cultura Económica.

Especializada

Gómez, F.J. (2000) El descubrimiento del mundo. Geografía y viajeros en la antigua Grecia. Madrid; Ediciones Akal.

Tsiolis Karantasi, Vasilis (1997). La geografía antigua. Madrid; Ed. Arco/S.L.

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