9 razones que impulsaron la marcha por la ciencia este pasado Día de la Tierra

Greenpeace USA
¡Greenpeace Unidos!
5 min readApr 25, 2017

Blog por Tim Donaghy

Donald Trump tiene el potencial de infligir graves daños a la práctica de la ciencia en los Estados Unidos, pero este fin de semana los científicos (y los amantes de la ciencia) demostraron al presidente lo que es la resistencia.

Este pasado Día de la Tierra, 22 de abril, la Marcha por la Ciencia se llevó a cabo en D.C. y en muchos otras ciudades por todo el país. Aquí hay algunas razones que motivaron a los científicos a agarrar un marcador, hacer un cartel de protesta y unirse a su marcha local.

1. El universo es asombroso y hermoso — y podemos averiguar cómo funciona.

Cuando era estudiante de posgrado, yo llevaba un “beeper.” Para mi investigación, trabajé en una colaboración internacional por satélite que estudiaba estallidos de rayos gamma (GRBs por sus siglas en inglés). Una vez misteriosos, ahora entendemos que estos eventos provienen de las muertes explosivas de estrellas masivas, tan brillantes que son visibles a través de la anchura del universo. Cada vez que un estallido de luz de una estrella moribunda llegaba al detector del satélite, recibí un “beep.” Mi trabajo era tomar los datos del detector, calcular la ubicación del estallido en el cielo y compartir la información públicamente para permitir las observaciones de seguimiento.

Arrastrarme fuera de la cama después de tal pitido a las 3 de la madrugada no siempre fue fácil, pero estar allí para la entrega de un mensaje a través de miles de millones de años luz fue impresionante. Cuando los GRB fueron descubiertos por primera vez, algunas personas temían que eran evidencia de pruebas nucleares clandestinas por los rusos. Resultó que la verdad era mucho más interesante. Durante las siguientes décadas, los astrónomos y físicos desentrañaron lentamente el misterio de los GRBs a través de una constante ida y vuelta entre la observación y la comprensión teórica.

Por cualquiera razón, el universo sigue patrones y leyes que podemos separar y descubrir — y utilizar para mejorar la vida en nuestro planeta.

2. Vamos a necesitar la ciencia ahora más que nunca.

El cambio climático plantea un desafío inmenso: ¿cómo desentrañar nuestra economía de los combustibles fósiles, al mismo tiempo que acabamos con la pobreza energética y mejoramos la vida en todo el mundo? Hay un camino para llegar allí, pero no será simple. Un movimiento de personas pidiendo cambios, políticas inteligentes y la innovación científica son piezas necesarias del rompecabezas. Necesitamos fomentar y promover los valores del método científico — la apertura, la curiosidad, la colaboración y el respeto a la evidencia — si queremos una oportunidad para frenar el calentamiento global.

3. Trump miente.

Trump miente constantemente, sin esfuerzo y sin vergüenza, generalmente con la meta de proteger su ego. Y ahora que él es presidente, los funcionarios y los periodistas amplifican su mensaje y luchan por explicar sus declaraciones más extrañas. Lamar Smith, presidente del Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes, dijo que el público debería recibir sus noticias “directamente del presidente”, como la única manera de obtener la “verdad sin mancha.”

4. Los que niegan la realidad del cambio climático han tomado las riendas del gobierno.

Los negadores nunca han tenido tanto poder en D.C. como tienen bajo esta administración. Scott Pruitt, el administrador del EPA de Trump, en realidad dijo en la televisión que no piensa que el dióxido de carbono es la causa principal del calentamiento global. Esto no es un accidente, sino la resulta de una estrategia a largo plazo ejecutada por una red bien financiada de operativos conservadores. La elección de Trump les dio la oportunidad de golpear las protecciones para el medio ambiente y la salud pública — y lo están tomando.

5. Necesitamos más inversión en la investigación científica — no menos.

El presupuesto propuesto por Trump cortaría la investigación científica crítica en los Estados Unidos. Investigación de sistemas de tierra en la EPA, NASA y NOAA (incluso programas de observación de satélites) verían cortes masivos. Apoyo gubernamental para investigación de la energía limpia podría desaparecer. Incluso la investigación médica en el NIH está en el bloque de cortar. Todos estos recortes son escandalosamente miope y podrían significar que los Estados Unidos ya no estará a la vanguardia de ciertos campos de investigación.

6. Necesitamos una fuerza laboral científica federal que es fuerte.

Desde los expertos del CDC monitoreando brotes de enfermedad a los cazadores de huracanes de NOAA y los expertos en vida silvestre de FWS, el gobierno federal es donde se pone en práctico el conocimiento científico. Confiamos en estos científicos para proteger nuestro medio ambiente compartido, mantenernos saludable y asegurar que lasdecisiones del gobierno estén basadas en información creíble — y no en ilusiones.

7. Necesitamos una fuerte política basada en la ciencia.

Bajo el gobierno de Bush, los nominados políticos se entrometieron con el trabajo de los científicos federales para influir en los resultados de las políticas. El Presidente Obama puso en marcha políticas para proteger la integridad científica del gobierno, pero estamos empezando a ver los mismos problemas de nuevo bajo Trump. La ciencia nunca es el único ingrediente en la formulación de políticas inteligentes, pero la integridad de la ciencia en ese proceso debe protegerse de la interferencia política.

8. La ciencia no siempre has sido una fuerza positiva, y podemos hacerlo mejor.

La Marcha por la Ciencia ha adelantado conversaciones importantes sobre la diversidad, la equidad, inclusión, derechos humanos y justicia social dentro de la comunidad científica. Demasiado a menudo, la ciencia no ha dado una bienvenida a las mujeres y gente de color, y incidentes como el vergonzoso estudio de Tuskegee han demostrado que la ciencia sólo puede funcionar cuando es inclusiva. La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece una meta para la ciencia cuando dice que “todos tienen el derecho de … compartir en el progreso de ciencia y sus beneficios.”

9. La ciencia está bajo ataque como nunca antes, y científicos tomando las calles es un acto de resistencia necesaria.

Aunque nos guste o no, la politización de la ciencia está ocurriendo, impulsada y financiada por grupos poderosos.

Una fuerte democracia necesita la ciencia, tal como la ciencia necesita una fuerte democracia. Y en una democracia no hay atajo para hablar libremente y resistir cuando necesario. Este fin de semana, los científicos — como mucho de nosotros en la época de Trump — estarán en la calles enseñándonos cómo se hace.

Este artículo fue publicado en inglés en el sitio de Greenpeace.

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