Introduciendo a Greenpeace Unidos: un lugar para ambientalistas latinos

Greenpeace USA
¡Greenpeace Unidos!
5 min readApr 11, 2017

La gran mayoría de los latinos apoyan acción para la protección del medio ambiente, pero no siempre hemos tenido un lugar en el movimiento ambiental. Bajo la presidencia de Donald Trump, el ambientalismo latino necesita una voz ahora más que nunca.

En la época de Trump, hay mucho que es incierto — especialmente cuando se trata de la protección del medio ambiente. Pero para las minorías raciales en los Estados Unidos, la presidencia de Trump está resultando ser una fuente de frustración y angustia.

Los latinos estamos a la intersección de las amenazas a nuestro clima y a nuestras comunidades. Encuestas consistentemente han demostrado que los latinos están preocupados por el cambio climático y quieren que el gobierno tome acción para mitigarlo. Pero al mismo tiempo, somos menos probables de identificar como ambientalistas que la gente blanca y otras minorías raciales. Aunque esto parezca ser una contradicción, no es sorprendente cuando lo consideramos en el contexto de la desconexión histórica entre la latinidad y la corriente principal del movimiento ambiental.

Empezemos con evidencia anecdótica. Antes de mi trabajo con Greenpeace, la mayoría de mi activismo fue dirigido a mi familia. Les aconsejaba no comprar agua embotellada, no usar bolsas de plástico, comprar comida orgánica y que comer menos carne. Pero mi familia no seguía mis consejos. Mis padres escuchaban mis consejos aunque sea como curiosidad. Mi hermano se reía de mí y me hacía burla.

En retrospectiva, las reacciones de mi familia no fueron inesperadas. Además de no saber cómo decir medio ambiente en español hasta que me fui al colegio, la manera en que aprendí a hablar sobre el ambientalismo en la escuela y en línea no conectaba con la cultura de mi familia. Mis padres son inmigrantes mexicanos que vinieron a los Estados Unidos para rehacer sus vidas de la nada. Como gente trabajadora y frugal, mis padres no tomaron en serio mis recomendaciones para gastar más dinero por la dudosa ventaja de una etiqueta que dice “orgánico”.

Sin embargo, aunque yo no lo reconociera en ese entonces, mis padres ya estaban practicando ambientalismo en casa y habían empezado mucho tiempo antes de que yo estaba viva para aconsejarlo.

La mayoría de los hábitos culturales y ahorrativos que mantienen mis padres son intrínsecamente amigables con el medio ambiente. Reutilizar bolsas y contenedores de plástico, reciclar botes de bebidas a cambio de dinero, cultivar verduras y hierbas en el patio trasero, poner límite al uso de la electricidad y el gas, arreglar las cosas antes de comprar nuevas — todos estos hábitos son motivados por el mismo deseo de conservar recursos que forma la base de los ideales ambientalistas.

Cuando era niña, falle a reconocer el ambientalismo de mis padres porque consiste de actos de necesidad y frugalidad. Es bastante diferente al eco-consumismo que prevalece hoy.

El interés de los latinos por el medio ambiente no es nada nuevo; de hecho, es un interés extraordinariamente universalizado y bien informado.

En primer lugar, es difícil no preocuparse por el cambio climático y el medio ambiente cuando las consecuencias de la economía de combustibles fósiles están afectando directamente a nuestros vecindarios y a nuestra salud. Esto es lo que está pasando en las comunidades latinas en primera línea de exposición a emisiones tóxicas, lugares donde la proximidad a plantas de aceite y gas contamina el aire y crea riesgos elevados de asma y cáncer. Las consecuencias para la salud se agravan en vecindarios latinos de exposición en primera fila porque estos vecindarios comúnmente son de bajos recursos y entonces tienen menos acceso al seguro de salud y la atención médica.

En sentido literal y muy personal, los latinos simplemente no pueden ignorar el estado del medio ambiente.

A pesar de que varios latinos conocen de primera mano los efectos espantosamente evidentes de la polución proveniente de los combustibles fósiles y el cambio climático, la mayoría de los latinos todavía se sienten distanciados de la corriente principal del ambientalismo. Es un sentimiento completamente razonable — identificar con movimientos masivos para la protección del medio ambiente y el combate del cambio climático es difícil cuando los representantes de esos movimientos ni se parecen a ti ni hablan tu idioma.

En los Estados Unidos, la corriente principal del movimiento ambiental (marcadamente diferente a los movimientos de base encabezados por líderes locales) históricamente ha sido organizada por y para la gente blanca, frecuentemente a costa de minorías raciales. Como consecuencia, las comunidades latinas — junto con otras comunidades de minorías raciales — han sido excluidas del discurso ambiental y de la elaboración de políticas, creando la falsa impresión que el medio ambiente no es importante para las minorías raciales.

El legado de esta exclusión sigue vigente. Las minorías raciales son insuficientemente representadas en las organizaciones no gubernamentales más grandes y prominentes, mientras que los grupos locales y más pequeños trabajando por comunidades vulnerables reciben menos fondos y recursos que las organizaciones más grandes.

Aquí no hay solución rápida, pero queda claro que tenemos que vencer la desconexión cultural que falla a incluir a los latinos en el movimiento ambiental. Podemos empezar con la provisión de plataformas donde diversas voces y perspectivas latinas puedan existir y ser escuchadas.

Photos: Neah Monteiro

Esta es la razón de ser de nuestro serie de blog, incluyendo a escritores latinos explorando el ambientalismo de acuerdo con nuestras propias experiencias, orígenes y comunidades.

En el proceso, queremos ampliar las percepciones del ambientalismo y dar validez a las historias que están fuera de la corriente principal para fomentar participación latina más extensa y empoderada. Para el éxito del movimiento ambiental, necesitamos mayor reconocimiento que la justicia ambiental no es verdadera justicia hasta que esté basada en la inclusión. Las amenazas de la presidencia de Donald Trump sólo agravan la urgencia de nuestra misión.

Este artículo fue publicado en inglés en el sitio de Greenpeace.

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