El amor en los tiempos de la depresión económica
Conseguir un buen trabajo es como conquistar a una buena mujer.
En el último par de años mi situación laboral ha sido todo menos constante. Siendo franco, ha sido precaria. No tener un trabajo fijo plantea necesidades. Hay muchos cursos de acción que puedes tomar pero nada se compara con la clásica búsqueda de empleo aplicando a cuanta plaza laboral se te cruce enfrente.
Un día, vestido al pico de la moda de joven ejecutivo moderno, sentado en la cuneta mientras llovía de manera torrencial, veía como mis sueños y esperanzas corrían por las calles y tuve una paradójica realización: mi vida profesional estaba tan seca como mi vida amorosa.
Después de varias experiencias poco satisfactorias ofertando fuerza laboral en un mercado que no está demandando suficiente, he llegado a la conclusión que ir a entrevistas de trabajo es justo como cortejar a una mujer.
Durante mis viajes he encontrado diversas y curiosas similitudes entre buscar amor y buscar trabajo. Pienso que la experiencia compartida puede servir de ayuda o al menos servir de divierta..
Primero: aprovecha de sufrir todo lo que puedas
Eres único y especial.
Sí. Lo escribí y no estoy siendo [tan] irónico.
No importa cuántas veces te digan que “no” las mujeres, te debes a ti mismo volverlo a intentar porque tarde o temprano encontrarás a la indicada.
De la misma forma, no importa cuántas veces –ni con cuánta agresión pasiva– te digan “estaremos en contacto” cuando aplicas a un trabajo, la idea es la misma. Eres único y con talentos especiales, y aunque suena trillado y no muy alentador, eventualmente encontrarás el trabajo que sea indicado para ti en este momento.
Debes aplicar a cualquier plaza sin temor a que te digan “no”. Debes quitarte el temor y aplicar a ese trabajo que crees que es demasiado bello y sensual para ti.
Tampoco deberías descartar ir a una entrevista laboral sólo porque es un trabajo cuya belleza es menos convencional o que parece tener únicamente cualidades de amigo y que, por eso, nunca llamó tu atención. Podría ser que ese trabajo que nunca pensaste en desear o tener realmente sea el trabajo perfecto para ti.
Segundo: qué lejos estamos de nosotros mismos
Este punto es como la supervivencia del más apto.
En los cuentos de hadas la humilde huérfana provincial conquista al más apuesto y valiente príncipe. En las telenovelas el rufián muerto de hambre de la vecindad –sí, el que no tiene ni futuro ni vehículo deportivo– roba el corazón de la heredera de una acaudalada familia de sociedad. Estos delirios son puras falacias.
En la vida real, existe tanto interés genuino que una persona puede demostrar.
Ella puede ser bella y con un gran corazón pero la realidad es que si él es un millonario hombre de mundo, no tendrá mucho en común con María La del Barrio. Poco importará que usualmente busque ésas cualidades en una mujer.
Es más probable que alguien de clase media privilegiada tenga cosas en común con alguien de una clase un poco más alta. La brecha es más pequeña. También es más probable que si te vistes y arreglas bien puedas llamar mejor la atención de un rango mayor de mujeres atractivas.
Todos hemos escuchado alguna vez que “una mujer no ve cómo está vestido un hombre, ve cómo podría verse una vez ella lo vista a su gusto”, pues sin importar qué tan cierto sea, ayudarla a imaginar ese “cómo te verías” definitivamente no te perjudicaría.
Muchos creen que cuando Darwin hablaba de que “sólo los más aptos sobreviven” se refería a los más fuertes, sin embargo, “apto” no es sinónimo del “más fuerte”.
Estoy hablando del que literalmente se adapta mejor a una situación determinada.
Preparar tu currículum es como vestirse y arreglarse para conquistar a una persona con gustos exigentes. Dependiendo del tipo de trabajo que quieras, tu currículum debería reflejar que tienes las fortalezas que son requisitos para ese trabajo. Para esto quizás sea sabio tener más de un solo currículum, tener uno para cada tipo de trabajo al que quieras aplicar porque dependiendo dónde apliques, así serán los requisitos que tengas que cumplir.
Justo como en el amor, pero el amor de la vida real, tendrás mejores probabilidades si aplicas para puestos de trabajo para los cuales no tengas que estirarte mucho para alcanzarlos o bien estirarte sólo un poco.
Tercero: dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo
Sin importar que hayas conquistado a 17 mujeres en tu vida –o en lo que va del año– o si tienes 5 años recuperándote de la ruptura con tu primera novia formal o si eres un virgen de 40 años, la verdad es que cada nueva conquista puede ser tan complicada como la primera.
Conquistador veterano o conquistador novato deberá enfrentarse contra la misma disyuntiva: cada mujer es diferente. Lo que funcionó para atrapar la atención de una no necesariamente funcionara para otras.
Asimismo no importa cuánta experiencia tengas, cada trabajo con el que te encuentres va a ser diferente y por tanto, cada proceso de selección hasta cierto punto también será distinto.
Todo esto no quiere decir que no puedas aplicar estrategias similares para prepararte para las entrevistas. Ir a muchas entrevistas también te prepara porque justo como tener citas, mientras más veces pases por el calvario de invitar a salir a alguien y tener la temible primera cita, más fácil será volver a intentarlo cuando toque hacerlo de nuevo.
Entrevistas o citas, siempre hay preguntas o tópicos de conversación que se repiten.
Hablando de primeras citas y entrevistas, sin importar en cuál de las dos estés, muy probablemente llegará un punto en el que tengas que hacer promesas que no estás seguro que puedas cumplir y que tendrás que resolver más adelante en el camino.
Finalmente: vámonos a alguna parte a llorar, juntos
“Creo que este es el inicio de una bella amistad…”
Es lo que ella dijo en lugar de invitarte a pasar a tomar café, efectivamente deteniendo en seco cualquier estrategia que tenías en mente para robar un beso.
Una excelente primera cita no es garantía del inicio de una relación como una excelente entrevista no es garantía de una oferta de empleo.
Puedes tener todas las credenciales, títulos y recomendaciones habidas y por haber tantas como el papel pueda soportar pero generalmente si la persona que está entrevistándote no lo siente, no va a funcionar.
No es nada personal, la mayoría del tiempo no lo es. Puede ser que note en ti que tienes –o te falta– una actitud o aptitud que no es adecuada para el puesto laboral que tienen en mente. Con las tendencias modernas de Gestión por Competencias es probable que algún aspecto de tu persona no sea compatible con este lugar de trabajo.
Lo que quiere decir que tú y tus credenciales, títulos y recomendaciones estarán mejor en otro lado y que probablemente ésta sea la mejor decisión para ambas partes a la larga. La compatibilidad entre partes es algo que puede afectar negativamente tanto a una relación romántica como una relación profesional.
En mi experiencia particular los gerentes o encargados de tomar la decisión final de otorgar un trabajo se dejan llevar mucho por su intuición, sin prestar mayor atención a la gran experiencia que refleje tu currículum.
Como consejo final, si la dignidad que hay que sacrificar para obtener un trabajo te hace miserable mejor sigue caminando hasta que encuentres el lugar donde te aprecien. Que es la misma situación de despilfarro de dignidad en la que algunos cortejos románticos pueden ponerte.
Ideas desamparadas
La desesperación puede atacar cuando no tienes amor o cuando no tienes dinero. La desesperación te puede llevar a regalar tus talentos y hacer cosas estúpidas. Cuando veas “plazas disponibles” ve con cuidado, no vaya ser te encuentres con algunos de estos engaños:
- Debe poseer vehículo: no figuras si no tienes carro propio.
- Horario flexible: la explotación laboral puede ser tan privativa como una pareja sofocante.
- Joven pero con 10 años de experiencia: esta contradicción es tan improbable como encontrar al príncipe azul.
- Oportunidad de planes de carrera: plaza vitalicia de subyugado.
- Salario competitivo: establecer una relación con esta persona te traerá poca satisfacción y ningún beneficio.
- Urge contratar: nada bueno puede surgir de una persona urgida.
